miércoles, 25 de febrero de 2015

EL FÚTBOL, COMO EL TIEMPO EN FEBRERO

Este juego de nuestros disfrutes, con más pasiones que entendederas, suele removerse cuando asoma la primavera. Así, tras la Pascua, cuando los ceros abundan en los resultados, los goles florecen con los almendros. Y parece que se volviera al principio del campeonato, cuando se dan lo resultados más asombrosos porque aún no se conocen bien los equipos. Si miran las jornadas de esas épocas del año verán resultados deslumbrantes.

 Y también al final, en sentido inverso al mero juego, en cuyas últimas jornadas también se producen tanteos que más que sorprender sonrojan; la poca vergüenza y los vuelos de maletines tienen la culpa. Sería bueno que las sospechas de compraventas que siempre han acompañado al fútbol se volvieran alguna vez evidencias demostrables judicialmente y algunos acabaran donde deberían. Y no hablamos de primar a cualquier equipo por obtener un resultado positivo, sino por perder vergonzosamente. ¿Condenarán a alguien por ello? Lo dudo. Para dar ejemplo negativo siempre les queda el Murcia a los impresentables que rigen nuestro fútbol.

Finalizando la primera vuelta el Real Madrid parecía un ciclón imbatible, con record de victorias para Ancelotti seguidas, y un mes largo después pareciera que se les hubiera olvidado ganar. Pues miren, ni una cosa ni otra. Los que peinamos canas, y algunos ni eso, podemos recordar que ni el Madrid de Di Stéfano, Rial o Puskas y Gento, que pasa por haber sido el mejor de su historia, ganaba siempre, ni siquiera tenía asegurados los campeonatos domésticos. Aunque ganara cinco copas de Europa seguidas, no pudo hacer lo mismo en la Liga ni en la Copa. Entonces, el Barça de Kubala, Ramallets y Luisito Suárez competía en igualdad de condiciones.

El lunes pasado decíamos que los blancos no atravesaban ninguna crisis y ahora decimos lo mismo del Barça, que después de perder con el Málaga en un mal partido dentro y alejarse sus opciones de liderar la Liga muchos dirán que ha entrado en depresión. O que la pelea de Messi con Luis Enrique aún colea, que los problemas extradeportivos están influyendo, etc. Y aunque todo ello tenga su influencia, lo cierto es que el fútbol se mueve en una especie de rueda de la fortuna que es lo que en el fondo le da su picante. Si no fuera simplemente un juego sería demasiado aburrido.

Y hay otra evidencia que no por mucho repetirla deja de ser cierta. Los futbolistas son personas, no máquinas, y no siempre están igual de despiertos, de rápidos o de acertados. Y no tienen tampoco las mismas rosas en el culo un día que otro. Quienes han jugado compitiendo alguna vez, en el deporte que sea, lo saben muy bien.

Un amigo y antiguo futbolista modesto de mi pueblo, pero tan buen goleador en los años sesenta como persona siempre, y que me llevé a la directiva que presidí del Murcia, Jesús Ruiz, guadalupano de pro y qepd., desgraciadamente; me confesó que había épocas en las que no veía la portería y que, cuando la enfilaba, le parecía más pequeña que el balón. Y otras, sin embargo, enchufaba para dentro todo lo que le caía hasta con la uña. Venía a confirmar lo que tantas veces se ha dicho de que los goleadores van por rachas. De ahí lo enorme y grande de la regularidad de Cristiano y Messi, a quienes  tenemos la suerte de disfrutar en nuestra liga tantos años. Y que nos duren.

El Madrid, simplemente y como hemos reiterado, sufre cuando se enfrenta a equipos de enjundia en el medio campo. El otro día, alguien de la categoría futbolística de Stielike dijo que a él le parece Kroos un ocho y no un cinco, y que habría que arroparle para que luciera mejor y que el equipo blanco no se resintiera.

También el Barça, aunque juegue con su famoso trío de delanteros, con Neymar y Suárez pululando alrededor de Messi, precisamente en ese liderazgo tiene su punto débil. El día que no está acertado todos los demás se nublan. Esa es la circunstancia que Luis Enrique quería superar con sus rotaciones, pero no le han dejado. Ya veremos cómo lo solucionan, porque ni el argentino ni nadie debería ser nunca insustituible, como tampoco lo es nadie en la vida.


Finalmente, coincidimos con el citado Uli en que la Liga debería tener más equipos que pudieran optar al título. A ver si la última jornada de febrero apretara algo la cabeza.

miércoles, 18 de febrero de 2015

DE BOLAS DE NIEVE A FALSAS CRISIS

Desde junio de 2009, cuando Florentino Pérez retornó a la presidencia blanca, el Real Madrid lleva gastados o invertidos en fichajes, que según sus resultados deben catalogarse como una cosa u otra, setecientos cincuenta millones de euros; ciento veinticuatro mil millones largos  de pesetas.  Aunque, eso sí, casi cien de ellos corresponden a los de Cristiano Ronaldo, que tenía ya comprometidos el su antecesor Calderón, quien lo fichó procedente del Manchester United. Sin duda, la mejor inversión desde entonces. 

Una frase clásica del mandamás merengue es que cada año hay que cebar la bomba, y eso hace. Da igual que hay sido un año bueno o malo, lo importante es hacer mirar a sus seguidores hacia adelante, con tal zanahoria, y que se olviden de lo conseguido con tanto esfuerzo económico. Así, la bola de nieve es cada vez más grande y obliga a todo el mundo en el club a continuar corriendo para que no le pille. Es la misma praxis que utiliza en sus empresas. Cuando las deudas de un conglomerado de esa categoría alcanza magnitudes incomprensibles para la mayoría de ciudadanos, y difícilmente manejable por nadie, ni para cualquier Gobierno, por ejemplo; se convierte en un riesgo de tal calibre para el sistema que el problema lo tienen los demás y no el deudor.

Es lo que siempre se ha dicho a nivel popular: si debes cientos de miles a los bancos tienes un problema, pero si debes millones el problema lo tienen ellos. Y, por ello, deben cuidarte para no perder las esperanzas de cobro.

Así, las deudas del Real Madrid siguen tirando del carro con las ayudas de todos. Y los grandes proyectos también, con  la de las Administraciones públicas madrileñas. Veremos qué pasa con el proyecto del nuevo estadio, “lo que sea-Bernabéu”, que de momento se ha cargado la Justicia aunque venía empujado por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid. Y ese proyecto es clave porque hay que generar mucho dinero, tal cual hace el club del Bernabéu bajo la batuta del ingeniero y empresario Pérez, ya que el gran problema surgiría si algún día la máquina se ralentizara. En ese supuesto el Madrid tendría graves problemas financieros y económicos. Pero mientras que la bola rule no hay chamba. Y a ello se afana su brillante presidente, que hace de incendiario y bombero, al tiempo, con el fin de tapar los agujeros.

Él sabe muy bien, y lo maneja con enorme habilidad, que importan más la copa de Europa ganada el año pasado, la del Rey del mismo año y la del 2011, la Liga del 2012 y los otros cuatro menores en estos años, entre los que se cuenta el mundialito de clubes de finales de año, que todo lo demás. ¿Qué más dan los 750 millones gastados para tan magros resultados en esas cinco temporadas – no mejoran la media del club a lo largo de su historia, si acaso la igualan- o que la deuda actual ascienda a 700? Lo importante son las ventas de cada año y que las encuestas sigan presentando a don Florentino con incontestable aceptación general entre los seguidores madridistas. Lo primero para que la bola siga rulando y lo segundo para lo que de verdad le importa. Apunten ustedes Australia y Nueva Zelanda como el próximo destino de la pretemporada blanca; allí tiene Pérez a una de sus empresas pasando momentos de apuro y habrá que apuntalarla, como ya hizo con sus intereses en Francia, Alemania, Inglaterra o  EEUU en su día, o con los de Centroamérica últimamente.

Y mientras, la prensa y los seguidores hablando de crisis en el equipo, cuando la realidad es que sigue líder en la Liga y con buenas perspectivas en Europa. Otra cosa es la carencia que ya hemos apuntado en su medio centro, que si no cambian las cosas, le puede cobrar una factura inquietante cuando lleguen los equipos grandes y la recta final de la temporada.

El Madrid no tiene ninguna crisis, aparte de los bajones de juego que todos los equipos pasan cada año. Si no fuera por ellos, los grandes  ganarían todos los partidos, con la única incógnita de los encuentros entre si, y eso nunca ha pasado en la historia del fútbol, ni ocurrirá.

En todo caso, nos espera un final de temporada apasionante porque hay otra media docena de equipos, dentro y fuera, con opciones serias a los dos títulos más relevantes.  

martes, 17 de febrero de 2015

EL JAQUE OCULTO DE RAJOY

Le están enseñando la puerta en la distancia porque no hay manera de que él mueva el picaporte, agarrado con uñas y dientes al suelo ‘arriolano’ que aún le vende ciertas esperanzas.


Razones para irse

Ser el político peor valorado en todas las encuestas, sin excepción, no es un buen banderín de enganche para ilusionar en las próximas generales. Como tampoco son suficientes los alentadores datos macroeconómicos que se vislumbran desde ciertos brotecillos ‘enverdinaos’ sobre el páramo  español, que aún no se materializan para la inmensa mayoría de los ciudadanos, y que esconden la dura realidad de haber aumentado en su mandato la deuda pública de España desde los 600.000 millones de euros al billón largo. ¡Tela!

 Y solo el miedo inducido a Podemos desde el poder, por mucha campaña que se haga, sumado al que sin necesidad de que se lo metan en vena le tienen millones de españoles a sus dirigentes filo bolivarianos, que ya se va encargar Tsipras de azuzarlo involuntariamente desde Grecia; no dará para superar, como mucho, el treinta y cinco por ciento de los votos desde el que intentar un gobierno, aunque sea en precario.  

El verdadero miedo escénico es el interno del PP. Empezando por los escasos barones autonómicos y municipales limpios de polvo y paja, así como por  pesos pesados que llevan años en las Cortes y en otras instituciones,  que ven peligrar sus poderes por el descrédito del partido a nivel de calle tanto por las corruptelas de cada día como a la inanición del presidente para tomar medidas ejemplares.

La bandera de la renovación es enarbolada por muchos personajes relevantes de la sociedad dentro y fuera del PP. Y es que se ha renovado mucho en España. El PSOE e IU, por muchos problemas que a su vez tengan, o la propia monarquía, pasando por la renovación de ideas, proyectos y ambiciones de partidos pequeños, tal que Ciudadanos, o la muy exitosa  irrupción de Podemos, dibujan un cambio de escenario irreversible al que hay que subirse para pintar algo en el convulso panorama que se avecina.

De ahí la gran alarma producida en los últimos meses, y los mensajes más o menos subrepticios consiguientes a don Mariano de que piense con generosidad y cierta urgencia en un recambio capaz de ilusionar a su electorado. Porque en las próximas generales no les bastará a los populares con ganar minoritariamente, en cuyo caso irían por un largo periodo a la oposición, y, lo que es peor, a una refundación ineludible cuando no haya prebendas que repartir. Hay que ganar con mucha diferencia, y eso es ahora misión imposible con las mismas caras de siempre.


Si sales a empatar, pierdes

Incluso se empieza a repetir como un mantra la pena de que Rajoy no diera el paso de irse antes, concretamente cuando lo de Bárcenas, porque desde entonces este hombre no está para enarbolar ninguna bandera de regeneración. NI mucho menos puede generar la ilusión necesaria para ir a una confrontación electoral tan extrema como la que se avecina con alguna garantía de éxito; está asumido que el 30 o el 35 por ciento es el techo máximo al que puede aspirar y, por ende, saldrá a empatar el partido, que es lo mismo que jugar a perderlo por goleada. La que le van a endosar las fuerzas de izquierda en su conjunto.


La hora de Ciudadanos

En resumen, que a Rajoy le están enseñando la puerta porque también hay otras alternativas. Ciudadanos podría ser buena si contara con los apoyos suficientes. Y hacia esa barquita, de momento, se están echando algunos cabos ante el pavor de la nomenclatura ‘pepera’, que por eso están ninguneándolo cuanto pueden. Sin embargo, los más sensatos piensan que tal vez bien empujada podría ir convirtiéndose en un barco capaz, al menos, de ser la bisagra alternativa al gobierno grande de PP y PSOE para salvar los muebles en esta encrucijada; aspiración entre bambalinas de españoles con poder, y de fuera, de instituciones sociales y de muchos ciudadanos, pero a día de hoy imposible de materializar.

Albert Rivera da bien en España porque lleva años dando la cara dignamente en su Cataluña natal frente a los desmanes de los independentistas burgueses de CIU y de los tripartitos de ocasión de izquierdas. Y junto a su imagen y aparentes talante y talento, no es mal banderín de enganche para ilusionar.  


El jaque con la reina Soraya

Enrocado en sus silencios, y como ya comentamos, el presidente tiene una jugada fuerte y posibilista sin las circunstancias se le hacen insostenibles: un varapalo en las autonómicas y municipales, de las que las andaluzas serán unas primarias clarificadoras.

Y no es otra que su protegida, la todopoderosa vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

De hecho, cuando a la mayoría de votantes confesos del PP se les abre esa ventana, sus gestos y expresiones denotan y jalean una esperanza que no les asoma pensando en Rajoy como aspirante a repetir en el cargo; saben que eso será imposible porque no lograría, en ningún caso, los resultados suficientes. Y, además, salvo que funcione el pacto oculto de no agresión con el PSOE, que también señalamos, cada vez más precario debido a su crisis; tampoco conseguiría apoyos para ostentar un gobierno en minoría parlamentaria.  


Doña Soraya, en cambio, tiene a su favor la formación y eficacia que nadie le discute, la laboriosidad que trasluce y, ojo, una potente hoja de servicios sin mácula alguna de corruptelas, que ya es mucho. Si a ello le unimos su buena capacidad comunicativa, con un lenguaje sencillo desde el rigor de las ideas y los datos, la fresca juventud, su género, que sería un plus; y el apoyo que suscita en la mayoría de los medios, estarían en el PP ante el perfil adecuado para, entonces sí, hacer un intento esperanzado a finales de año. Porque, como añadido, desde su practicismo, ella sí podría llegar a acuerdos impensables ahora con otras fuerzas políticas. 

jueves, 12 de febrero de 2015

EL MEDIO CENTRO, SIN MOCHUELO

No fue el fallo de Iker, a quienes los atléticos corearon, ni el coladero de Coentrao, que no cortó una. Tampoco las correrías sin cabeza de Khedira,  ni la abulia de los delanteros, no; el problema residió en Kroos, fuera de sitio salvo el último cuarto de hora de la primera parte, únicos minutos en los que el Madrid jugó a algo.

 Ya decíamos el otro día que el Real tenía un problema en su medio centro cuando se enfrenta a equipos solventes, y el Atlético lo es en el centro del campo sobre todo, donde sus jugadores meten la pierna con ganas y hasta con criterio. Porque ya no se puede hablar solo de intensidad en el equipo de Simeone; hay que destacar también su calidad. Desde Tiago o Suárez, da igual quien juegue, hasta Raúl García o Arda, que tanto monta  siendo tan diferentes, pasando por el omnipresente Gabi o el imprescindible Koke, aunque el sábado aportara poco tiempo; todos juegan a lo mismo, con la aparición estelar del novedosísimo Saúl, que vaya partido se marcó contra los merengues con golazo incluido.

En realidad todo el equipo rojiblanco voló a gran altura sobre unos merengues ‘conejiles’, cuan gran ave rapaz avistando a su presa para lanzarse en picado en el momento propicio. Y mientras, como el político socialista leonés innombrable por nefasto, Ancelotti contando nubes. Porque no se explica otra cosa siendo reincidente en el error. Cuando se enfrenta a los del Calderón sigue soñando con la final de Lisboa, sin percatarse de dos circunstancias evidentes para algunos. Vamos a ver, a esa final llegó un Atlético muy mermado físicamente y aún así estuvo a punto de ganarle la Champions. Hecatombe blanca que no ocurrió por la suerte de marcar Ramos a falta de segundos, y que seguramente hubiese ocasionado cambios radicales desde las altas esferas del club. Pero no se produjo, y de esos polvos estos lodos. Fíjense en una coincidencia con el partido del cuatro a cero: tampoco allí tuvo el Madrid un medio centro al uso; Alonso, sancionado, no jugó.

Ya sé que las lanzas se volverán contra Casillas, por sus mano blanda en el primero gol, o contra la blandenguería en las bandas, sobre todo en la izquierda, y seguramente también contra el pasotismo de sus delanteros, como decíamos al principio. También se culpará al medio campo madridista en general o se obviará el enorme partido que hicieron los medios colchoneros, contra el que pocos equipos del mundo hubieran hecho algo, pero si se mira el partido hasta el tres a cero, cuando todo se acabó, verán que salvo esos diez o quince minutos finales del primer tiempo, con Kroos sacando el balón jugado entre los centrales,  y los cinco primeros del segundo, el Real fue impotente. Y es que se notó también mucho la ausencia del factor que demasiadas veces suple las carencias del alemán en ese puesto; Ramos no estuvo para hacerle la cobertura.  Ahí, en esa carencia y en tal ausencia, el Madrid de Ancelotti perdió el partido. Otra cosa fue la goleada, que solo hay que achacarla al partidazo del Atlético. Sus delanteros, sus dos flechas laterales, Juanfran y Siqueira, y sus medios, fueron muy superiores a los madridistas; como el técnico argentino sobre el italiano.

Mucho tendrá que cambiar el Madrid si quiere optar a los títulos, sobre todo en actitud – en Córdoba ganó de chiripa y el Sevilla le regaló los puntos en el Bernabéu fallando goles-  pero básicamente deberán solucionar el problema del medio centro. Ese olivo clave necesita urgentemente un mochuelo de respeto. Un jefe del centro del campo para que Kroos pueda ser el verdadero motor del Real Madrid; el jugador que junto a Cristiano marque las diferencias.

Mientras, el Barça sigue a la expectativa. Ya veremos qué es capaz de hacer en Bilbao, porque allí deberá señalar a las claras que aspira al campeonato. Si no gana enviará el mensaje de que juega al futbito en lugar de al fútbol, con sus tres estrellas punteras regodeándose con triangulitos en el Nou Camp, porque fuera es donde se ganan los títulos de verdad. A domicilio se evidencia el verdadero carácter de los equipos, sobre todo el de los grandes; con el arrope de su parroquia suelen ser buenos.


De todos modos, temo que este año el principal reto blaugrana puede estar con Bartomeu y otros en los juzgados. Por el bien del fútbol, espero equivocarme.  

miércoles, 4 de febrero de 2015

SÁNCHEZ, EL ÁLFIL SACRIFICADO POR PODEMOS

Hay elementos que estorban a grupos de interés. Al PSOE no le salen bien las primarias o las elecciones libres internas, y el PP ni se las plantea porque aquí pintan poco los electores; solo se respeta a quien manda.


La libertad en España

En fin, la historia repetida de todas las nomenclaturas políticas y no que en España han sido y son, cuando la libertad es una estrofa suelta; un adorno solitario sin mucho contenido en el himno uniforme de cualquier sociedad adormecida. Un cuento de truculencias.


En el PSOE

El pecado de Pedro Sánchez es el original: no deberle el puesto a ningún  santón socialista. Y su fallo, aparte de sus inocuas meteduras de pata, ponerse de perfil respecto a las posibles responsabilidades en las tremendas corruptelas andaluzas de sus dos últimos capos: Chaves y Griñán. La vieja guardia socialista, con el omnipresente Felipe al fondo, no se lo perdona y, además, le tienen un miedo cerval a otro “zapateriano”. Como tampoco le han pasado por alto los recientes mandamases, con Zapatero también al fondo, que no haya sacado pecho de los supuestos avances conseguidos durante los mandatos del estulto leonés, que por eso dejó así al PSOE.

Ha querido rectificar en Valencia este fin de semana alabando a unos y otros, pero llega demasiado tarde su amago de vuelta al redil. La suerte del larguirucho madrileño  ya está echada, - una pena-  y salvo un tan milagroso como poco factible éxito en las municipales y autonómicas de mayo, porque el previsible éxito en Andalucía no constará en su haber - es cosa de doña Susana-, será descabalgado antes del verano pare enfilar las generales con otro jinete; amazona más bien. Y ahí la Díaz tendrá todas las posibilidades de encabezar un movimiento aglutinador de las diversas corrientes socialistas.

El clamoroso silencio de los socialistas norteños, con los vascos como mayor exponente; los movimientos hacia el sur de los catalanes, con la Chacón como mascarón de proa surcando las prometedoras aguas andaluzas; la movida ‘podemosa’ del propio Zapatero, con Bono de muñidor y agitador de conciencias – recuerden sus dos pontificadoras y televisivas manos en el fuego por Chaves y Griñán-, contrastan con el poderío y suficiencia de la sultana andaluza convocando elecciones en su feudo dándole un sartenazo a los comunistas de IU, como reto y recado a sus primos de Podemos de lo que les puede esperar con ella enfrente. Tal vez, la única alegría socialista en meses ante al auge de los hasta antes de ayer asamblearios y herederos aspirantes del 15 M. Pablo Iglesias se puede llevar el primer revolcón de su corta y fulgurante carrera.


En el PP

Pero no solo han sido sus colegas de partido quienes le han amortizado, también sus rivales del PP, con el poder de Génova y el de Moncloa unidos en el mismo empeño. Sánchez no es fiable tampoco para ellos porque no tiene puntos débiles visibles ni intereses personales desde donde amarrarlo. No le pueden decir a la cara el …y tú más, sino el genérico vosotros, y se les vuelve en contra; se encoge de hombros y les reprueba que él sí tomaría medidas enérgicas e inmediatas, no como ellos han hecho en clamorosos  casos recientes.  

Consecuencia de todo es la situación de su liderazgo generada en las últimas semanas. Propios y extraños empiezan a llamarle ya ‘el breve’, como al Rey Juan Carlos moteaban unos y otros a la muerte de Franco, aunque ahí se equivocaron.


El acuerdo entre bambalinas

Pero tal circunstancia no es casual ni fortuita. Está orquestada desde el más allá de las salas de máquinas de ambos partidos al constatar que el liderazgo de Sánchez no frena a Iglesias.  A esos poderes fácticos populares y socialistas les ha unido un miedo común: Podemos. Y lo han hecho envueltos en la bandera benéfica del bien de España. En la cuestión de estado; esa falacia que tan extraños compañeros de cama ocasiona.

Y no han enhebrado posibles pastos electorales ni una gran coalición de gobierno posterior, no; sus bases no están preparadas para ello, por mucho que una gran mayoría social de no comprometidos ideológicamente lo pudiera desear. Están llegando a una conclusión pactada de menos riesgo para ambos. Se trata de dejarse gobernar allí donde más votos obtengan porque Podemos les asusta; y es que es para acongojarse. Para muchos millones de españoles, y con todas las razones que ellos mismos airean en cuanto a sus ideales políticos – al margen de sus críticas a la corrupción, compartidas también por quienes les temen-, el panorama de una España gobernada por Monedero, Errejón y compañía es devastador.

El pacto no escrito al que han llegado es claro: si en Andalucía, como es de esperar, el PSOE de Susana Díaz consigue ser el partido más votado, el PP le apoyará en temas puntuales para que pueda gobernar. Y al revés.

Y en coherencia, de momento, estudian hacer lo propio en las generales. Quedan fuera las municipales porque no competirá el rival común, y en las autonómicas se vería caso por caso.


La última bala de Rajoy

Otra cosa serán los carteles para la Moncloa. Es claro quién optará por los socialistas si todo se desarrolla como han previsto: Susana Díaz. Pero en el PP puede haber una gran sorpresa por el mismo miedo que les une. Si los populares no salvan los muebles en las de mayo, que es lo más probable, Rajoy puede y debe dar un paso atrás. Lástima que no lo haya hecho antes. Y ahí aparecería otra mujer. Apunten el nombre de Soraya Sáenz de Santamaría. Por ahí van los tiros, porque ningún otro nombre, ni hombre, podría enfrentarse al reto con ciertas garantías. Aunque no controla el partido - en un partido tan presidencialista tiene relativa importancia- , tiene a su favor una potente hoja de servicios sin corruptelas. Y eso ya es mucho con lo que llueve y se avecina.

Que tengamos suerte.    

martes, 3 de febrero de 2015

CADA MOCHUELO EN SU OLIVO

Algunas veces se dice que un técnico ha tenido un ataque de entrenador. Y es cuando cambian la disposición natural de su equipo, o la de alguno de sus jugadores básicos, para contrarrestar ciertas virtudes singulares de los equipos rivales a quienes se teme. Les suele ocurrir a entrenadores de gran personalidad cuando se pegan batacazos con los grandes. Recuerdo casos concretos de Cruyff y Guardiola con sus respectivos Barças en el Bernabéu; así como de Valdano o Mourinho en el Nou Camp con el Madrid. Se olvidan, sin embargo, aquellos casos en los que les salió bien el invento, como algún triunfo importante del Barça con tres defensas, incluso con dos; o de los blancos en campo rival con tres o cuatro delanteros rápidos,  cediendo el medio campo a los virtuosos blaugranas.

Es historia, pero lo normal es el buen juego con cada mochuelo en su olivo. El Real hizo un excelente partido contra la Real, pero aparte de la magia de Isco y de la calidad indudable de Benzema – qué pena que sea tan intermitente- , me quedo con una posición básica que ya hemos comentado alguna vez: el medio centro. Y es que, sin hacer Illarramendi un gran partido, en parte porque no se lo exigió la Real, Kroos pudo por fin jugar en su sitio: unos metros por delante de aquel. Y ahí el teutón es casi imparable tanto en corto como desplazando el balón a media distancia. Sus apoyos para la salida del balón bien jugado desde atrás, como las llegadas al borde del área con peligro o los cambios de juego, son los marchamos que le distinguieron en el Bayern y su selección como uno de los mejores medios del mundo. Y para eso lo fichó el Madrid – muy bien por don Florentino, a pesar de nuestras conocidas críticas -. Lo que ocurre es que tuvieron que improvisar sobre la marcha ante la inesperada marcha de Alonso.

El alemán es tan buen futbolista que lo puede hacer bien de medio centro, pero cuando juegan ante un equipo de más exigencia se le notan las carencias; meter la pierna en el medio o delante de su área, como tercer central más adelantado, no es su fuerte y baja ostensiblemente su nivel. Quizás por eso hayan fichado ahora a Lucas Silva, porque ni Modric ni Khedira pueden jugar con solvencia en esa posición clave aunque sean unos excelentes ayudas. Veremos el rendimiento del brasileño, pero a medio plazo los blancos pueden tener esa posición bien cubierta si le dan confianza a Illarra, y se centra, o repescan al también brasileiro Casemiro de su aventura portuguesa, donde está rindiendo a buen nivel.

En definitiva, aun con todos los movimientos tácticos que pueda pergeñar el técnico de cualquier equipo grande, teniendo en cuenta la presión por conquistar todos los títulos y la enorme exigencia de sus aficiones, hacen bien intentando que cada jugador, como los mochuelos en el campo, ocupen su espacio natural; su olivo.

Cuestión diferente y de un grandísimo mérito es cuando amoldan a un buen futbolista a una posición distinta a su especialidad, aprovechando sus mejores cualidades en otras funciones, y redescubren a un jugador excepcional. Quizás los ejemplos más recientes los hemos tenido en los laterales izquierdos del Valencia, Jordi Alba – mucho mérito de Emery-  y Gayá, que siendo extremos han terminado de defensas sobresalientes, o el paradigmático Juanfran del Atleti, al que Simeone ha hecho internacional como lateral derecho, siendo extremo de ese lado en cuantos equipos jugó el canterano madridista antes.

En la memoria nos quedan algunos ejemplos parecidos. Recuerdo a Goicoechea en el Barça de Cruyff, que llegó de extremo y acabó de lateral internacional con su club y con la selección. Y, a nivel local, ese buen medio derecho canterano que era Canito en el Real Murcia de Mesones, y que alcanzó su cumbre en primera jugando de lateral izquierdo.

Aún tenemos algunos en la retina su golazo al Barça en la Condomina en septiembre de 1973, en el debut de Cruyff en España fuera del Camp Nou, que supuso el definitivo dos a dos. Lo hizo en la portería del sector A, cruzando el balón con la derecha en una rosca perfecta desde casi la esquina del área, tras amagar en la banda izquierda para fuera y yéndose hacia dentro para encarar con su pierna buena; como los que ahora marcan algunos figuras cambiados de banda. ¡Chapeau, don Mariano!      
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