lunes, 28 de enero de 2013

Y AHORA, HABLEMOS DE FÚTBOL


De nuevo sube la temperatura en nuestro fútbol a tenor de los enfrentamientos entre el Madrid y el Barsa. Con la Liga ya en la ‘buchaca’ blaugrana la Copa del Rey se presenta como el penúltimo campo de batalla entre los dos grandes. La última de esta temporada será la Copa de Europa.

DERBI MADRID BARSA

Llegan los dos en un estado de forma magnífico tras la solvencia mostrada en los cuartos de final, y los blancos por salvar la temporada doméstica y los culés por reverdecer recientes laureles pondrán sin ninguna duda todo su potencial en el campo. Como siempre ocurre en estos enfrentamientos señalar favoritos a priori es una cuestión muy aventurada. El Barsa es una máquina de hacer fútbol que sigue admirando por donde va. El Madrid es una incógnita porque depende del día. Los catalanes tienen a  favor su esquema de juego irrenunciable que le presta una solvencia inimaginable en ningún otro club  actualmente, más la demoledora y regularísima aportación de Messi; el mejor punta del mundo de las últimas décadas sin ninguna duda.  Los madrileños la tremenda pegada de sus delanteros, con Ronaldo de estrella,  martillo pilón y goleador más efectivo de su historia; apoyados en el lujo de los pases a media distancia de Alonso. En el medio campo la superioridad azulgrana es manifiesta con sus cuatro tenores: Xavi, Iniesta, Busquets y Cesc; y en velocidad de contragolpe lo es la blanca. Defensivamente andan parejos si pudieran contar con todos sus efectivos, pero la baja de última hora de Casillas puede desnivelar el equilibrio a pesar de las buenas maneras de Adán.

Otra cosa serán los planteamientos tácticos. Tito Vilanova y su equipo han demostrado que cuando se hacen las cosas bien desde abajo todo resulta más previsible y fiable. Superar los registros de Guardiola, como ya hemos dicho en alguna otra ocasión, no era nada fácil, y lo están haciendo con una normalidad que pasma. Ya veremos si continúan la racha en cuanto a trofeos finales; asunto prácticamente imposible para ellos y para cualquiera otros.

Mourinho nos podría sorprender con alguna de sus ‘genialidades’, pero no tiene el patio tranquilo. Sus jugadores le han demostrado que sin técnico juegan mejor. La reacción blanca en los últimos partidos ha venido motivada por la conjura de los jugadores y no por variaciones técnicas en sus planteamientos de juego. El luso se empeñó desde el principio en ser el amo y señor del cotarro madridista y su apuesta le ha salido rana. Como alguien con mucho criterio y conocimiento de nuestro fútbol ha dicho, tal vez nadie le explicó adecuadamente a dónde llegaba cuando fichó por el Real. El club blanco no es un equipo de barrio ni de pueblo, con todos mis respetos hacia ellos, ni de nuevos ricos, sino una institución que engloba muchos y diversos sentimientos,  mas una larga tradición de equipo señor que él no ha entendido nunca. Cuando los dirigentes blaugranas definieron al Barsa como algo más que un club  les traicionó el subconsciente porque eso precisamente es lo que ha representado siempre el Real Madrid dentro y fuera de nuestras fronteras. No en balde fue catalogado por la FIFA como el mejor club del siglo XX. Y esa distinción ha anidado en el corazón de millones de aficionados al fútbol durante décadas. Por eso, quienes hemos mamado en tales fuentes somos críticos desde el principio con este aprendiz de brujo envuelto en la desproporcionada bandera de su narcisismo galopante. Los propios jugadores se han hartado de sus desplantes e infantiles justificaciones ante las adversidades y han cogido las riendas. Ojalá saquen en esta eliminatoria  sus capacidades al terreno de juego y podamos asistir a dos grandes partidos de fútbol con triunfo final de quien más se lo merezca. Por el Barsa no va a quedar; eso es seguro.

En la otra semifinal sí puede que haya un claro favorito, que no es otro que el Atlético de Madrid. El Sevilla parece que ha notado el efecto del cambio de entrenador pero está lejos de la regularidad colchonera. Simeone les ha dotado del carácter que le ha faltado en las últimas temporadas y está sacando un rendimiento portentoso a los mimbres que le han puesto a disposición, con la singularísima  y decisiva aportación de ese fenómeno goleador que es Falcao.

En resumen, un tramo final de Copa apasionante con resultado bastante incierto.  Se la pueden jugar entre los tres primeros clasificados de la Liga.          

martes, 22 de enero de 2013

GUARDIOLA: EL PRECIO Y EL VALOR DE LOS TÉCNICOS


Se estudia en economía que una cosa es el valor y otra el precio de cualquier producto, que rara vez coinciden y demasiadas veces discuten entre ellos. Y en el fútbol ocurre algo parecido.

En los asuntos de la pelota, además, el tema se complica. Porque trascendiendo lo meramente crematístico y deportivo, con lo que tiene de presupuestos, imprevistos,  capacidades, actitudes, esfuerzo, planificación, estrategia, táctica, etc., hay que añadir el componente sentimental como referente y el azaroso como consustancial. Hemos visto muchos casos en los que el éxito o el fracaso dependen de unos centímetros; los que median entre que un balón entre o no en la portería. O del acierto o el error de un silbato; la consecuencia de una decisión tomada en décimas de segundo por  quien tiene la difícil misión de arbitrar un partido de fútbol.

Ciñéndonos al asunto del costo de los entrenadores para los clubes hemos de medir dos parámetros fundamentales. Uno el referido a la consecución de los objetivos para lo que les contratan, y otro el de la aportación que hacen al final de su mandato al patrimonio del club. El primero es fácilmente cuantificable y el segundo tiene una medida más difícil pero quizás más relevante en cuanto al costo que supuso.

PEP GUARDIOLA BAYERN MUNICH

Guardiola ha fichado por el Bayern de Munich por la astronómica cifra de 17 millones brutos de euros al año, lo que le reportará según cuentan unos 9 netos. Y hay quien con toda lógica humana se echa las manos a la cabeza. Con lo que llueve, esas cifras escandalizan y llaman a la crítica fácil. Pero habría que hacer algunas consideraciones para medir la realidad de tal desembolso para el equipo bávaro. Si el extraordinario técnico catalán fuera capaz de hacer una mínima parte de lo que hizo en el Barsa a los alemanes le saldría muy rentable el fichaje. Y no me refiero sólo a los títulos obtenidos, con ser ellos la medida más sencilla y básica, sino al patrimonio que les dejaría en forma del valor de los jugadores importantes que imagine e invente

Desconozco lo que  Pep cobraría en sus años como técnico del Barsa, pero suponiendo una cantidad muy relevante afirmo sin ninguna duda que los culés saldrían ganando mucho con sólo vender a uno de los futbolistas que él sacó de la cantera apostando de verdad por ellos. Eso es hacer patrimonio para un club y lo demás son cuentos. Ahora algunos dicen que la cosa viene de atrás, que Guardiola se lo encontró hecho, etc. Pero pocos recuerdan que cuando cogió las riendas blaugranas exigió puerta para las figuras del equipo: Ronaldinho, Deco y Eto’o – a éste le sacó su mejor rendimiento mientras lo tuvo-,  justamente para darle los galones a los canteranos que ya estaban en el equipo; los Xavi, Iniesta y Messi. Y que en sus tres primeros partidos sentó a Touré, a Keita y al todavía deslumbrante promesa argentino – recién salido de una lesión-, y puso en el campo como titulares a Busquet y a Pedrito, provenientes del filial de tercera división que acababa de ascender a 2ª B con él mismo como técnico, y dándole cancha a un jovencísimo Piqué repescado del Manchester. Con esos mimbres perdió en Soria, empató dentro con el Racing y ganó en Gijón. Y entonces pudo decir bien alto que los recién llegados desde abajo eran tan titulares como los demás. Y ahí empezó su leyenda. Se la jugó con un par de narices para ganarse el respeto del vestuario siendo fiel a su indudable apuesta por la cantera y después vino todo lo demás.

Creo que ha elegido el club alemán porque está regido por futbolistas y ellos saben del asunto. En Inglaterra hubiese estado al albur de algún ruso o árabe grotescamente millonarios para quienes el escaparate es más más importante que la trastienda. Y en ella es donde mejor trabaja él. Si le dan la confianza necesaria, y todo apunta a ello por el contrato de tres años que le han firmado en contra de su propio criterio de ir año a año, Guardiola puede hacer historia con mayúscula en el Bayern. Ojalá lo consiga por el bien del fútbol. De ese modo demostraría que hay vida tras las bambalinas de la búsqueda del éxito fácil a golpe de talonario, que si alguna vez se produce rara vez perdura, por cierto.

Mucha suerte y ánimo, tío grande.      

jueves, 17 de enero de 2013

COMO LA HIJA DEL ‘YIYO’


Como Maite, la hija de Narciso- el ‘Yiyo’- y Maite que regentan un magnífico restaurante en Los Belones, hay cientos de miles de aficionados en toda la geografía nacional y en gran parte del mundo que no se merecen las vergüenzas que pasan viendo jugar a su equipo.

Resulta que esta adolescente tuvo el coraje, con mayúscula, de pasear por el Nou Camp y sus entrañas con una camiseta del Real Madrid este fin de semana sin que le inquietara lo más mínimo lo que pudieran pensar quienes la vieran. Eso sí, azul en lugar de blanca, que es como parece que últimamente quieren sus dirigentes que se vea al de siempre equipo blanco. Aunque más bien deberían ser grises, a tenor del juego que despliegan los de Mourinho. Como diría el castizo, ¡qué disparate!

Mourinho

El sábado, en el antiguo Sadar de Pamplona, un solo disparo a puerta y cuando ya se bajaba la persiana del partido. Enfrente el animoso Osasuna, que no es precisamente uno de sus rivales más característicos. Que no asusta a nadie, vamos. Pero claro, ahora resulta que al no jugar Ronaldo todo se justifica. Pues mire usted, ¡no! Un equipo con tres campeones del mundo, algún balón de oro, y media docena más de internacionales de diverso pelaje, más un técnico que se tiene o lo tienen sus corifeos por ser el número uno del mundo, no puede hacer el ridículo en un campo que se conforma año tras año con que su modesto equipo permanezca en primera.

Y eso ocurría mientras nuestra corajuda aficionada blanca lucía a pecho descubierto   el escudo  del club de sus amores en corral ajeno con unos pocos amigos y amigas. Eso es orgullo blanco, y no el que manifiestan los vocingleros ultras que gritan madridismo en el Bernabéu o en cualquier grada amparados en la masa. Y tampoco el que deslucen los futbolistas blancos esta temporada por esos campos de Dios, con más pena que gloria, ni el que desbocan Mourinho y sus paniaguados tratando de justificar lo injustificable cuando les vienen mal dadas. Es la tercera temporada del luso al frente del Madrid y aún no sabemos a lo que juega. Una liga y una copa no justifican en ese tiempo la pérdida de identidad que ha sufrido el otrora nombrado mejor club del siglo XX.

A ver si D. Tancredo toma decisiones, que ya está bien, y quita a su valido de en medio. A ése que se ha cansado de repetir que es el número uno y que ahora tendrá que despacharlo ya veremos cómo. Usando sus palabras, tendrá que cebar la bomba una vez más porque este motor tiene ya poco recorrido. Me consta que tiene pesadillas con una pañolada que está pronta a producirse, y eso es algo que ‘su soberbia majestad’ no puede permitirse. Pero mal pájaro tiene en la bardiza. Justamente el que él encumbró dándole más poder que nunca tuvo nadie en la casa blanca y de la que saldrá echando pestes. Al tiempo.

Y en la acera de enfrente – sin malentendidos- también bajan las aguas de los cientos de miles de aficionados no catalanes bastante revueltas. Hace poco tuve la ocasión de comprobar cómo un padre y un hijo murcianos, culés de toda la vida, se avergonzaban de la deriva política independentista que han tomado los dirigentes blaugranas. El padre trataba de explicarle a su hijo que el fútbol es una cosa y la política otra, pero el chaval no entendía que sus ídolos futbolísticos no fueran otra cosa que españoles, cuando defendían sin ninguna duda los colores de nuestra selección. ¡Qué pena de espectáculo!

Y así, unos buenos aficionados por una cosa y otros por otra, sufren en silencio los desvaríos de una gentucilla que hacen bueno aquello de que ni ellos podían llegar a más ni sus clubes a menos.

Menos mal que mientras tanto hay voces y figuras en nuestro panorama futbolístico que ennoblecen su desarrollo. Cuando el otro día pudimos observar a Del Bosque y a Guardiola juntos en la gala de los Balones de Oro, muchos españoles futboleros nos sentimos orgullosos de ver a dos de los mejores técnicos del mundo, si no los mejores sin discusión, compartiendo escenario, ideas e identidades en pos de la grandeza de nuestro deporte. Uno madridista y otro barcelonista, los dos de pro,  que siempre han hecho gala de la misma elegancia en todo momento. Tomen nota los mediocres.

viernes, 11 de enero de 2013

LAS ALEGRÍAS DE LA LIGA


Empecemos el año 13 del tercer milenio por alegrías. Y con nuestra querencia por lo humano antes, y a veces al margen de lo puramente futbolístico, hablemos de personas.

Tito Vilanova ha vivido en la primera fase de la competición la gloria deportiva y el infierno personal. Al frente del Barsa no sólo ha sabido gestionar estupendamente la herencia que le dejó quien le sacó del anonimato, su maestro y referente de tantos Guardiola, sino que ha mejorado su rendimiento en cuanto a resultados en liga; será difícil que nadie iguale la marca del listón donde la ha dejado. Ya veremos si en cuanto a títulos ocurre lo mismo; lo tiene muy difícil porque tampoco será fácil que nadie le haga en el fútbol español y en el mundial. Y ha conocido el infierno de la recaída en su grave enfermedad. Pero tal vez como un signo de esperanza del cielo para todos quienes están o podemos estar en su situación ha tenido una recuperación rápida y satisfactoria, en principio. Ojalá que sea definitiva.

Y ha tenido el técnico culé el precedente de Abidal, el polivalente y buen defensa francés internacional del Barsa. Otro rayo de luz para quienes sufren o sufran desde el silencio, a la sombra de los focos o bajo ellos. El mismo deseo de que tenga un buen final su lucha. En su caso, además, se da el admirable ejemplo personal de la increíble superación para seguir compitiendo al máximo nivel en un deporte tan exigente en todos los sentidos como el fútbol.

Hablando de otras cosas, igualmente alegres y esperanzadores, tengo una enorme satisfacción viendo la trayectoria encomiable de Juan Ignacio Martínez al frente del modesto Levante. Y es que, para quienes creemos en los valores más que en los nombres, el triunfo de alguien que se lo ha currado desde muy abajo y sin padrinos hace que reafirmemos nuestra fe en el esfuerzo y el talento. Si además se adorna con el talante de la sencillez y la prudencia,  es doblemente encomiable. Y, aunque no lo he tratado, por lo que me dicen quienes sí lo han hecho son virtudes que también atesora. Enhorabuena para el excelente técnico alicantino.

Otro que ha demostrado talento y talante es Casillas. No entro a valorar la oportunidad o no de su suplencia. Es derecho y trabajo de su técnico hacer las alineaciones y, por ello, totalmente respetable para mí. Pero sí valoro la actitud del reciente y reiteradamente galardonado como mejor portero del mundo. Ha dicho que él se ve bien pero que su trabajo es superarse constantemente y que eso hará para recuperar la titularidad. Eso significa profesionalidad, espíritu deportivo, humildad y respeto hacia sus compañeros y técnicos. Algo de lo que muchos sin su trayectoria y palmarés deberían tomar buena nota. Dejo al criterio de los amables lectores de esta columna el ejercicio de poner nombres y apellidos a quienes se empeñan semana sí y semana también en demostrar todo lo contrario. No es muy difícil porque hacen gala, además, de ello.

Otro que también ha ennoblecido el discurso futbolístico ha sido Valdano. Un madridista confeso y convicto como él ha dicho una verdad como un templo que le honra como  profesional y deportista que ha sido. “Es mezquino- efectivamente- no reconocer los méritos y la enorme personalidad de un equipo como el Barsa” que no sólo ha elevado a categoría su apuesta por la cantera ganando todo lo ganable en los últimos años siendo absolutamente fieles a esa filosofía, sino que lo ha hecho poniendo el nivel de la exquisitez futbolística tan alta que difícilmente será igualada por nadie en el mundo en muchos años.     

Y, finalmente, es necesario referirse de nuevo a Del Bosque. Mira que le han enseñado capotes desde el burladero para que rematara en ellos poniendo a prueba su bravura y querencias, pero él ha respondido siempre desde la distancia elegante y el sosiego reflexivo. Les ha venido a decir a quienes querían tentarlo que la bravura hay que demostrarla en el campo y en la pizarra, gestionando recursos con sapiencia estratégica y no dejándose arrebatar por los inevitables calentones competitivos. Y tampoco por los caprichos transitorios de una pelotita, que ahí manda la diosa fortuna, o de los egos desmedidos de quienes creen por momentos que han descubierto el fútbol.

Y con este canto a las alegrías de la hombría de bien empezamos el año. Esperemos que perseveren.  

LO MEJOR DE LA CRISIS Y LO PREVISIBLE, SIN EMBARGO.


Al margen de los miles de análisis técnicos  sobre las causas económicas de la descomunal crisis que nos arruina desde el 2.007, aparte de las propias estructurales de nuestro país, hay entre los analistas más preclaros un punto de encuentro común: estamos ante una profunda crisis de valores en nuestra sociedad.

Supuestas culpabilidades

Según a quien se lea o escuche, los políticos en general, la herencia de Zapatero,  las recetas de Rajoy, la Constitución, las AAPP, los banqueros, los sindicatos, el euro, los mercados, EEUU o la Merkel, entre otros, son quienes ocupan las primeras posiciones en la clasificación de responsabilidades, variando sólo el orden,  la intensidad y los acentos en tan insidiosa lista.

Pero se olvida con frecuencia – olvidamos- que la mayoría de esos entes o personas y sus comportamientos, sobre todo los más cercanos,  son producto  de nuestra sociedad; no nacen por generación espontánea.

Es muy humano, aunque poco inteligente, señalar culpabilizando  a  especímenes alejados o referirnos a   oscuros arcanos cuando no sabemos realmente lo que está pasando. Nos auto disculpa pensar que hay alguna fuerza oculta que está siempre detrás de nuestros males o se busca el consuelo en la responsabilidad ajena, a ser posible en el de enfrente,  cuando no a la mala suerte.

Supuestos déficit democráticos;  los reales y algunas consecuencias.

En España dicen muchos que hay  déficits democráticos, y es verdad. Pero no en lo más socorrido sobre que algunos toman decisiones sin contar con la mayoría o cosas por el estilo, sino en la falta de transparencia en muchísimas instituciones públicas. Y, también, en la ‘partitocracia’ que padecemos. Aquí organizan, gobiernan,  desgobiernan y se oponen cuatro: los que mandan en los partidos políticos. Los demás son meras comparsas o tiovivos puestos por ellos que en cuanto discrepen están listos de papeles.

Tenemos dos demoledores  déficits democráticos: la dictadura de las nomenclaturas partidistas y la irresponsabilidad y nula rendición de cuentas públicas de ellos y sus  miles de testaferros. Hacen lo que les da la gana con la sola reválida de las listas y las urnas cada equis tiempo. Así, salvo que alguno la haga muy gorda, lo pillen y no tenga donde agarrarse,  normalmente en negociaciones ocultas amparadas en tenebrosas razones o cartas en la bocamanga que haya guardado previsora y arteramente, o echando mano de  padrinazgos indeseables; se van de rositas y a otra cosa.

A veces hay suerte en alguno de estos casos y algún medio de comunicación independiente, dentro de lo que cabe, una encomiable actuación policial, un fiscal o un juez valerosos, hacen que afloren situaciones desvergonzadas y, aun así, demasiadas veces se quedan en agua de borrajas por la connivencia o fallos del resto o de parte del mismo sistema. Podríamos enumerar notables ejemplos de lo uno y de lo otro. Algunos gravísimos a gran escala y todavía en caliente: corrupciones económico-políticas en Andalucía, Cataluña, entidades financieras y otras  y organismos reguladores y lugares, por ejemplo; o hallar a los causantes de algunos de nuestros mayores infortunios recientes: los muñidores del 11-M, sin ir más lejos.

Y padecemos también grotescos excesos, supuestamente democráticos, que en otros países mucho más avanzados que nosotros en cuestiones de soberanía popular tienen superados por ineficientes y absurdos.

Algunas comparaciones recomendables

Leí hace poco, gracias a un amigo,  una conferencia que dio sobre las salidas de la crisis Jesús Fernández-Villaverde, compatriota y catedrático de economía en la Universidad de Pensilvania; que les recomiendo.  Entre otros temas, les ponía de manifiesto a miembros del ICADE en el Hotel Wellintong en Madrid  algunas diferencias entre nuestro país y EEUU. Vive allí en una ciudad de 60.000  habitantes y no tiene alcalde que la gobierne. La administra un gerente muy bien remunerado con los conocimientos y experiencia suficiente  como si fuera una gran  comunidad de vecinos. A la gente le importa de verdad que los servicios públicos básicos funcionen eficaz y eficientemente y no que su ayuntamiento se pronuncie a favor o en contra de determinada situación ajena al municipio; argumenta. Y la comparaba con una ciudad española de parecidas características. Desde las mismas páginas Web las diferencias eran muy notables. En la española mucho alcalde y pocos datos presupuestarios, y en la otra descripción de servicios y todos los detalles sobre cada dólar que gastaban. Esclarecedor.

Y también hablaba de la Universidad de California – la mayor del mundo- . La dirige un presidente elegido por su trayectoria profesional y no por los votos de nadie. Y la comparaba asimismo con una gran universidad española. Cuando en determinados ambientes explicó que en España los rectores son elegidos en las urnas pensaban que les estaba gastando una broma. Los resultados de unas instituciones y otras son tan diferentes como elocuentes. Ni una española entre las primeras 200 del mundo. Ahora, eso sí, sabemos si en tal o cual centro manda uno de derechas o de izquierdas. Lamentable.

Lo mejor, lo previsible y nuestra realidad

Aquí aún vamos en el viaje pendular hacia un extremo, o ya estamos en él, desde la transición de una dictadura – más nominal que otra cosa a efectos prácticos - a las conquistas democráticas. Y seguramente nos hemos pasado bastante. La democracia no tiene por qué ser irresponsabilidad pública,  derroche, ineficiencia, instituciones obsoletas, victorias de quienes más griten, corrupciones bajo tierra, sangrías a emprendedores, rapiña impositiva, medianía social generalizada o mediocres al poder; sino todo lo contrario.

Corregir todo ello sería lo mejor que le podía pasar a España aprovechando la crisis, que algo bueno debería traernos aunque fuera forzado por la ruina.

Pero, desgraciadamente, lo previsible es que todo siga más o menos igual. Porque quienes tienen el deber y la obligación de guiarnos, nuestros políticos, son los campeones de todas las deficiencias que nos lastran. Viven desde hace demasiados años instalados cómodamente en ellas.

El pueblo español deberá reinventarse sin que nadie de los que ahora nos pastorean - nuestros mantenidos-  tire del carro. Es nuestra puñetera historia. Nuestra lacerante realidad.               

jueves, 3 de enero de 2013

EL ESPERPENTO LUSITANO


En Portugal, entre nativos y asimilados, como en España, debe haber de todo. Hasta personajes esperpénticos. Y, como en todos sitios, desde  los anónimos a algunos muy ilustres en los diversos registros y actividades en que se manifiesta el ser humano. Y el fútbol no iba a ser ninguna excepción. Lo que ya es mala suerte es que se junten dos colosales especímenes de esa cuerda en un mismo club. Y esa desgracia es la que ha tenido el Madrid de Pérez.

Mourinho PEPE

La lotería del absurdo le tocó al club blanco por partida doble con un jugador que ensombrece sus buenas dotes futbolísticas con una idiotez galopante y un técnico que colecciona títulos y gilipolleces a partes iguales. Como a los caballos pregonaos, a Pepe se le calientan los suelos, a Mourinho la boca y a ambos la cabeza.

Dice el central, quien debía estar fuera de la plantilla madridista desde lo de Casquero si hubiese un presidente señor, que en España nunca hubo un jugador merecedor del Balón de Oro. Ya sé que pedirle a un personaje de su tamaño intelectual un ejercicio de reflexión es una quimera, pero al menos sí debería exigirse, dada su profesión, un poquito de lectura ilustrativa sobre  historia futbolera. Y se encontraría con un tal Zamora que pasó como el mejor portero de su época; un Suárez, que lo ganó a primeros de los sesenta pasados; un Paco Gento que debió ganarlo como mejor extremo izquierdo del mundo y único futbolista con seis Copas de Europa ; un Amancio que estuvo en un tris de ganarlo; un Butragueño que era el goleador más exquisito de su década y envidia de todos los equipos; un Raúl que sigue siendo el mayor goleador de la historia blanca y de la Champions,  – todos madridistas, menos el gallego de pasado blaugrana y que lo ganó en el Inter -; o cualquiera de sus compañeros actuales que son campeones de Europa por partido doble y del mundo con España, amén de atesorar más títulos por clubes que los que él pueda soñar en su vida, como Casillas, Ramos o Alonso. Por no hablar de sus ahora rivales barcelonistas con los mismos méritos que los anteriores y varios años ya en el pódium; Pujol, Xavi e Iniesta.

Y eso, sin nombrar a cuatro portentos como Di Stéfano – con dos en su haber- Puskas , Kubalao Cruyff , que aun siendo extranjeros fueron tan importantes para el Madrid y el Barsa que forman parte de los genes blancos y culés desde entonces de por vida, y del fútbol español.  Hasta el punto que incluso D. Alfredo y D. Ladislao vistieron la camiseta de la selección española. Se ve que a estos extranjeros no se les persiguió; como también dice el payo que hacemos en España. 

El tal Pepe, como brasileño y portugués de adopción, podrá presumir de muchos compatriotas ilustrísimos en la historia del fútbol, con Pelé a la cabeza. Pero de su querido Portugal la historia se resume en Eusebio, su mejor jugador de todos los tiempos, y en Figo, mejor futbolista en todos los sentidos que el sudo dicho ‘pateador’, además de más prudente y elegante, y menos ‘boqueras’.

De Mourinho me queda poco por decir. Y por eso, como ya señalé, la perezade reiterarme ahora cuando le sueltan estopa tantos; entre ellos muchos de los que antaño le halagaron o pasaban por alto sus tontunas, ‘lloreras’, mala educacióndeportiva y desplantes infantiles, atacados de su misma ‘titulitis’, sin reparar en el inmenso daño que le haría al Real Madrid. 

Pero sí diré algo concluyente. No le critico, como también todos ahora, la suplencia de Casillas; está en su perfecto derecho a elegir entre su plantilla y a equivocarse, como todos en nuestras decisiones profesionales y personales, pero sí en un hecho irrefutable que habla a las claras de su mediocridad como técnico. En su tercera temporada aún no sabe nadie a qué juega su equipo. El Madrid vive, sin discusión posible, de los goles de Cristiano y de los destellos de clase de la excelsa plantilla que el D. Tancredo blanco le ha puesto en sus manos. Nadie nunca tuvo antes los jugadores ni el poder que  acumula. Ni lo habrá cuando se largue. Pronto, espero.

¿Qué hubiera hecho Pellegrini – mejor técnico, durmiendo, que él -  con esos jugadores y poder  si Cristiano no le hubiera faltado, como ocurrió, en los momentos clave? “Virguerías, Titi, virguerías”.    
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