lunes, 24 de octubre de 2011

EFESÉ-MURCIA FIESTA, EN LUGAR DE DUELO REGIONAL

Y así debería ser, y puede serlo, salvo que ‘esos’ se empeñen en aguarla.

Yo le diría a ‘esos’, casi ‘abonico’, para que entendieran que gritar no es de sabios, que un partido de fútbol debe ser un espectáculo festivo, porque para ello pagan su entrada. Y ya de paso, que insultar a los aficionados contrarios, que también son ‘paganos’, es de imbéciles, cuando no de cobardes, pues se suele hacer amparados en una multitud informe que berrea sus bazofias en cuanto les dan suelta en su casa; si al tontucio que insulta se le dejara solo y sin amparo, es seguro que no abriría la boca para insultar, sino  para tomarse unas cervezas con los otros. Así de descerebrados son ‘esos’.

Y también les señalaría, que recuerden el continuo trasvase de futbolistas que ha habido históricamente entre el Efesé y el Murcia . Y que tantos unos como otros, murcianos aquí, o cartageneros allá, han gozado del aprecio especial de las aficiones contrarias, ésas a las que insultan gratuitamente en cuanto les quitan el bozal. ‘Esos’, de uno y otro lado, deberían haber visto a más de veinte mil murcianistas en la vieja Condomina aplaudiendo a rabiar a Añil, o a García Murcia, futbolistas cartageneros de pro que fueron de aquí para allá, por citar sólo un par de ejemplos; o a miles de cartageneristas haciendo lo propio en el viejo Almarjal con Pepe Barrera, Pedro Cuenca (q.e.p.d.) o al menor de los Mompeán,  peloteros murcianos que hicieron el trayecto contrario. Estos futbolistas, y otros muchos, defendieron ambas camisetas con idéntico ardor y entusiasmo. Pero claro, a ‘ésos’, estos magníficos ejemplos les suenan a ñoñería; lástima de hijos, son tan cenutrios que la idiotez y la cobardía, repito, arma sus lenguas.

Y a ésos’, de quienes casi todos tenemos un ejemplo cercano, normalmente con apariencia corderil y  amigos en el otro campo, también les añadiría que muchos hemos sido testigos de cómo en la Condomina se han aplaudido goles del Efesé cuando se señalaban en el marcador simultáneo; pongo como testigo al que pasa por mejor futbolista cartagenero de siempre, Perico Arango, que lo vivió alguna vez en persona. Y que, en otro sentido, muchos cartageneros residentes en la Trimilenaria, con permiso del irrepetible Tomás Martínez Pagán, fueron socios del Murcia cuando éste tenía buenos equipos en primera o en segunda, y más aún si algún cartagenero vestía de pimentonero, como ocurrió con Juanmi hace poco.

Viene esto a cuento del partido del próximo fin de semana en el Cartagonova. Se van enfrentar acuciados por los regulares o malos resultados cosechados hasta ahora jugándose algo más que tres puntos; seguramente el tanteador marcará el devenir de la temporada para ambos. Es una lástima que esta fiesta del fútbol se viva con el Efesé y el Murcia tan desvaídos. En algunas épocas, en divisiones inferiores, la pelea fue por los puestos de cabeza. Pero es lo que hay. Un Efesé diseñado con ambiciones de ascenso cerrando la tabla y un Murcia, con chocante y desnaturalizada modestia de principio, tratando de navegar en aguas tranquilas. Ambos con mejores plantillas  de lo que señala su clasificación. Y una pena compartida: sin apenas jugadores canteranos. ¡ Qué gozosos tiempos cuando jugaban muchos buenos futbolistas de la tierra ¡

Como Presidente del Murcia me tocó vivir una de estas fiestas del fútbol en la primavera del 93 en el Cartagonova. Ganamos uno a dos y he de decir que hubo un comportamiento exquisito hacia nosotros. José Luis Belda, su Presidente, y Florentino Manzano, fueron unos señores. Y las aficiones de ambos equipos estuvieron fenomenales. Recuerdo que aparcamos mi coche en el Paseo Alfonso XIII y fuimos sin problemas varios dirigentes murcianistas a pie hasta el estadio rodeados de cartageneristas. El Efesé llevaba buen equipo pero ese año ascendimos nosotros a 2ª A.

Finalmente les diría a ‘esos’ que animar a su equipo y desanimar al contrario es la salsa de este juego. Y una fiesta más del fútbol, buena para el espectáculo. Pero que insultar o agredir es lamentable. Además suele haber muchos niños.

Como murciano y murcianista de nacimiento y vocación,  cartagenero de  adopción devota y como futbolero de afición, deseo un buen espectáculo deportivo.

Y ésos’, que vayan al campo a disfrutar, a cantar, a reír o emocionarse con el juego de su equipo. Si no,  que cojan un zurrón y al campo, pero al de las cabras; como borregos.

LAPORTA: FUTBOL, POLÍTICA Y TRINQUE

Llegó a la Presidencia del Barsa liderando una plataforma, ‘el elefante Azul’, que pregonaba, como tantos han hecho en otras cosas, la rectitud, la honradez, la laboriosidad y el trabajo en equipo como bandera. Hablaba de hacer grande y limpio a un club de fútbol que representa no sólo mucho más que un club para muchísimos catalanes y para Cataluña, sino al que también llevan en su corazón futbolero centenares de miles de españoles.

Y empezó con decisiones en lo deportivo que a la postre le han llevado a ser el Presidente más laureado en la historia del Barsa; sin duda, el mejor desde ese punto de vista. A veces, como ocurre en tantas otras facetas de la vida, el detalle de una decisión acertada marca para siempre el destino y la trayectoria de una persona; y al revés, uno puede ser bueno en cualquier cosa y si te equivocas en una elección importante acabas ‘pregonao’, que se dice por ahí. Y puede ocurrir también, y esto es muy común, que aciertes en lo fundamental y que lo emborrones todo con  comportamientos cotidianos erróneos. Y aquí podemos encasillar al Sr. Laporta.

En sus últimos años, con la elección de Guardiola en 2.008, y su apoyo puntual en momentos delicados al principio – sólo un punto de seis habiendo echado a las vacas sagradas de la plantilla- y dándole autonomía para que enraizara su idea del fútbol de cantera que se venía gestando en La Masía, consiguió que el Barsa llegara a ser considerado el equipo que mejor fútbol jugaba del mundo. Ese año ganó todos los títulos, seis, a los que optaba. Y de esa importantísima decisión nació el mejor Barsa de la historia; un equipo ya legendario. Y no sólo eso, sino que de su estilo de juego bebe nuestra selección, Campeona de Europa y del Mundo. ¡Casi nada! Cuando pasen los años nos acordaremos de esta época como la mejor en la historia del fútbol español a todos los niveles.

Pero, del otro lado de la moneda, nos encontramos con un Laporta que se empeñó en pasar a la historia como un pícaro, haciéndole un favor, usando su poltrona para medrar en la política y en lo económico personal, hundiendo en fangos muy oscuros su trayectoria en lo fundamental.   De pena.

Con su catalanismo irredento y fuera de lugar, deportivamente hablando, ha conseguido que docenas de miles de aficionados culés de toda España se borren, al menos en público, del cariño a sus colores de siempre. Y, paradójicamente, con aquella decisión que supuso reforzar los valores futbolísticos de la cantera del Barsa, ha conseguido que las distintas Selecciones Españolas de fútbol sean hoy la envidia de todo el planeta futbolístico mundial imitando su juego. ¿No querías caldo catalán?, pues toma seis tazas españolas, ‘tontolpijo’; denominación caritativa que le dedican muchos aficionados bondadosos. Otras son irreproducibles.  

De su ramplona vocación política da cuenta que al poco de debutar en el Parlamento catalán, donde consiguió todo un éxito obteniendo cuatro escaños amparado en su condición de ex presidente del Barsa, desertara de su grupo y se fuera a mamar en otras ubres independentistas todavía más montaraces por oportunistas. Todo un ejemplo de vacuidad política que abunda, desgraciadamente, en la pésima imagen que tiene hoy en España la que debiera ser una noble dedicación a la cosa común de todos. Si definiéramos al Laporta político en términos taurinos diríamos que es un  ‘chuflas’.

Y qué decir de algunos comportamientos públicos; otra contradicción casi enfermiza. Al principio, algunos medios internacionales llegaron a denominarle como el Kennedy del fútbol español. Presidente joven, 41 años, ilustrado, simpático y liderando una pléyade de jóvenes ejecutivos brillantes que llegaron al Barsa con la bandera de  la transparencia. Luego fue capaz, por ejemplo, de quedarse en pelotas en un aeropuerto dando ‘bufíos’, o de fichar a una actriz porno, con mis respetos, para dar lustre a su precampaña política. Impresentable.

Finalmente llegamos al tema del trinque. No sabemos lo que dictaminará la Justicia, pero reconocer que ha cobrado diez millones de euros por asesorar a un empresario extranjero que estaba interesado en negociar asuntos con el Barsa de por medio, siendo Presidente, por muy legal que sea la factura, que ya veremos, pues … ¡ coñóooo!

 “¡Seamos sinceros! -decía uno desde una tribuna, con antifaz el muy ‘jodío’- Bla, bla, bla….. Al final se le escapó por lo bajini: … me voy a hinchar…”.  ¿Les suena de algo?   

NUESTRO FÚTBOL, HOY COMO AYER

Es asombrosa la escasa memoria que reina en los voceros de nuestro fútbol y tan raquíticos como sesgados sus análisis. Se rasgan las vestiduras plañideramente quejándose de la dualidad Real Madrid-Barsa en lo más alto de la clasificación olvidando que eso ha sido una constante en la historia de la Liga. Súmense sus títulos y atesoran más de la mitad de los campeonatos disputados.

Otra cosa es que esporádicamente hayan surgido equipos que, a veces, les han discutido las victorias y en ocasiones les han arrebatado los títulos. Recordemos el Bilbao de Zarra y Gainza, en los años cuarenta, y el posterior de Clemente; el Sevilla de la delantera Stuka con Arza; el Valencia de Mundo, en una etapa, y el Di Stéfano y Cúper y Benítez en otras; el Zaragoza de los cinco magníficos con Marcelino y Lapetra; el Atlético de Adelardo, Luis y Gárate entre los sesenta y setenta, y el muy posterior de Gil y Antic;  la Real Sociedad de Arconada y Zamora; o el Deportivo de Lendoiro con Bebeto, Mauro Silva o Fran. Y ahora, sin embargo, parece que no hay ninguno que ose disputarles nada.

También ocurre que coincidiendo con la época de Di Stéfano y Kubala, ahora Cristiano y Messi destacan demasiado por encima de cualquier otro futbolista no sólo de los equipos españoles sino del mundo, y esto es otra dualidad que nunca antes había ocurrido en nuestro fútbol. Recordemos que en los años de aquellos fenómenos había jugadores como Garrincha, Eusebio o Boby Charlton, entre otros, que eran tan determinantes, o más, que ellos, por no hablar del mítico Pelé, y ninguno jugaba en España. Ahora los dos mejores están aquí y doblan la media de los máximos goleadores que nunca tuvieron el Madrid y el Barsa. Si dejásemos en la mitad sus registros goleadores sus equipos no estarían por los cien puntos, sino por veinte menos, y entonces sus perseguidores podrían discutirles la Liga.

Viene lo anterior a que contrariamente a lo que dicen algunos el reparto de los dineros de las televisiones no es la explicación exclusiva de lo que viene ocurriendo en las últimas temporadas. Por  poner dos ejemplos, cuando el Sr. Roig llegó al Villarreal poniendo miles de millones de las antiguas pesetas durante varios años, y Llaneza acertaba, además, con los fichajes, nunca le oímos quejarse; o cuando Monchi hacía juegos malabares con sus excelentes fichajes a cuatro perras y la cantera producía futbolistas extraordinarios,  pudiendo vender después algunos de esos productos por muchos millones de euros, tampoco se les escuchaba quejarse. No hace falta poner nombres propios porque son muy recientes. Lo que ocurre es que ahora el Sr. Roig ya no los pone tanto, y hace bien, y trata de que el equipo subsista con sus ingresos, y al Sevilla los ratones no les paren conejos, y ahí empiezan los problemas.

Es decir, que cuando el dinero de los dirigentes flaquea, cuando el de la Administración y las Cajas o las grandes empresas locales ya no está ni se le espera en mucho tiempo, que le pregunten al Depor o al Valencia, y cuando no se acierta en los fichajes o las canteras no producen, entonces nos acordamos que los dos grandes se llevan la parte del león de la tarta televisiva. Pero antes, que ocurría casi lo mismo, se nos llenaba la boca de decir que el Madrid y el Barsa eran nuestros rivales directos. ¡ De locos! Y entonces algunos se negaban a traspasarles futbolistas por ‘no reforzar al rival directo’: el Valencia sin ir más lejos con Mendieta. O el inefable Del Nido presumiendo de tener el mejor equipo de Europa.

Seamos serios, a todos nos gusta una Liga más equilibrada, pero en España siempre ha habido dos equipos muy por encima de los demás, luego un grupo de cinco o seis a rueda, y los demás, pues del montón. Y eso no depende sólo del dinero de las televisiones, que también, sino de muchos otros factores. Sólo con dinero no se hace un equipo campeón. Que le pregunten a D. Florentino, que lleva gastados más de 700 M  sin conseguirlo, y a otros muchos. En el fútbol juegan el azar y tantos factores que es lo que precisamente le hacer ser un deporte tan grande. Habrá que espabilar.

 A Messi, Iniesta, Xavi, Pujol, Busquet, Valdés, Thiago o Pedro no los compró Guardiola con el dinero que reparte Mediapro. ¿ O sí? 

MADRID & BARSA, ALGO MÁS QUE CUATRO PARTIDOS


No es sólo una confrontación a cuatro partidos con tres puntos, una final europea y un título en juego. Es mucho más que fútbol. Es la confrontación de dos ideas diferentes deportivas. Por un lado un club, el Madrid, con la mejor historia del fútbol a sus espaldas pero que descubrió con el Sr. Pérez en los fichajes de relumbrón su nuevo “El Dorado”, siendo infiel a lo que fue siempre su trayectoria, con escasos y carísimos resultados deportivos, por cierto.  Por otro el Barsa, que siempre fichó a los jugadores más famosos,  con  magros logros hasta hace unos años, logrando por todo bagaje ser un histórico segundón de lujo del anterior. Y que ahora, desde la llegada de Guardiola, escogió una filosofía deportiva basada en la cantera con algunos retoques foráneos. Hay quien dice que eso empezó antes, pero los datos demuestran que no es así. Es verdad que con Cruyff se empezaron a poner las bases de una filosofía futbolera muy singular empezando desde La Masía, y que los entrenadores que le siguieron disfrutaron de algunos frutos, pero ha sido con el actual entrenador, quien dijo que no quería tantas figuras dando el mando a Xavi, consolidando en el equipo a Iniesta, Messi, sacando lo mejor de Pujol y Valdés, repescando a Piqué, y subiendo a Pedro y Busquets, con el que el Barsa ha logrado ser el mejor equipo del mundo en los últimos tres años, tal y como es generalmente reconocido. Si a eso le unimos que ha incorporado a jugadores contrastados en la liga española y que tiene en cartera, dándole oportunidades reales, a varios jóvenes canteranos con una calidad incuestionable, obtendremos el retrato robot de lo que es el Barsa actual. Sin perder de vista, como factor concluyente, que comparte la columna vertebral de su equipo con la laureada selección española. Por el contrario, el Madrid actual es una buena copia de lo que siempre fue el Barsa de antaño: cada verano seis o siete fichajes, entre ellos los mejores futbolistas del mundo sobre el papel, cambio de entrenador  por temporada y con la obsesión de ganarle a Barcelona año tras año. Es decir, la antigua historia pero al revés. Incluso, y esto para los madridistas es muy triste, con el factor imagen de los neutrales en contra; antes el equipo más querido en general, aparte del local, era el Madrid, ahora se aplaude a los jugadores del Barsa.

Lo realmente paradójico de toda esta historia es que la mayoría de aficionados blancos aplauden este cambio de tornas tan flagrante.  Por poner un ejemplo, el Sr. Pérez tiene una aceptación popular entre sus filas de la que no ha disfrutado ningún presidente desde Bernabéu. E incluso más que aquél; basta pensar que a D. Santiago lo zarandearon dentro de su coche algunos seguidores madridistas. Claro que el actual se marchará antes de que le pase; ya se fue una vez antes de que salieran los pañuelos. Y esta realidad habla de lo listo que es D. Florentino. Por no hablar de aquello de que quién lo conocía y quién era en el 2.000. Éste sí que es un crak.

Y luego está lo del factor económico. Dicen en algunos foros que el Madrid es el equipo más rico del mundo, porque es el que más ingresa, sin pararse a pensar que también es el que más gasta. Habría que mirar bien sus balances, pero esto sólo lo sabremos cuando la actual dirección del club lo deje. Entonces veremos, pero de momento la deuda viva es astronómica. Mientras rule no es chamba, que se dice en la huerta. Ahora bien, ya no hay ciudad deportiva en la Castellana que vender.

Cantera y bemoles contra dinero, camisetas y nombres. Esta es la cuestión. Yo de algunos no lo tendría tan blanco. Tal vez un blanco segundón tirando a hueso.

MADRID&BARSA; CABEZA, TRONCO Y EXTREMIDADES

Ya hemos visto en columnas anteriores las diferencias tan notables que separan a los dos mejores equipos españoles y del mundo en la actualidad. Versiones diferentes de dos entidades  unidas por una pelota y por muchos intereses, demasiadas veces espurios. Sus dirigentes, que quizás en el fondo sean iguales, se aplican en sus funciones de un modo distinto. A sus entrenadores sólo les iguala su pasión por el fútbol, y a sus jugadores lo mismo, sin olvidar lo tocante a la ‘pela’, en la que todos son iguales, aunque unos más iguales que otros. Sus canteras también son de lo mejor del mundo, sólo que los salidos de la Masía tienen oportunidades y los del Madrid, no. Y las aficiones andan por un estilo. Pero ahora llegamos a unos partidos en los que, como señalábamos, aparte de un trofeo, una semifinal europea, y la honrilla en la liga, se enfrentan dos conceptos muy diferentes de discutir con un balón de por medio.

Los blaugranas son como una orquesta perfectamente engrasada que suena eufónicamente sobre el pasto, que diría D. Alfredo. Los blancos son como una banda donde sobresalen casi todos sus músicos mirando quien se luce más para ocupar la portada de As y Marca al día siguiente, y con un director que, a su vez, la dirige sobre zancos para sacar la cabeza por encima de todos. Pero como al final este juego es, también como diría el mítico Di Stéfano, jugar once contra once y meter la pelota en la portería del arquero que menos conoces, pues al final resulta que es una cosa donde el material humano es imprescindible y, en estos momentos, este factor juega a favor del Madrid. Lo primero porque la plantilla blanca llega casi al completo al tramo final de la temporada, aparte de ser bastante más amplia que la de su rival, y, en segundo lugar, porque a la del Barsa le faltan dos piezas fundamentales en su defensa. Pujol y Abidal no son factores menores en la parte de atrás; Piqué, que es un gran futbolista, no es el mismo sin un compañero veloz a su lado, y precisamente por ahí es por donde los velocísimos futbolistas blancos le pueden hacer mucho daño. Que se te vaya un velocista un par de veces en un partido es de esos pequeños detalles de los que tanto se hablan cuando se dice que son los que marcan la diferencia en partidos clave. Luego ahora sí veo yo que el Madrid tiene una posibilidad de llevarse el agua a su molino. Por otra parte, los delanteros del Barsa no andan demasiado finos últimamente, aunque esto es cuestión de rachas. Villa hace tiempo que no acierta, Messi no lo puede hacer todo él sólo, y Pedro, que es el jugador más rápido con ambas piernas que se pasea por los campos españoles, anda renqueante tras salir de una lesión traicionera. Enfrente tendrán, además, a una gran defensa.

De todos modos a un partido siempre puede pasar cualquier cosa, hablo de la Copa, y casi siempre gana el que va de menos favorito. Otro tema es la liga, con todo el pescado ya vendido. Y en la Copa de Europa es donde el Barsa, al contar con dos oportunidades, lo puede tener más claro.

En todo caso, aunque ahora le veo ciertas posibilidades reales al Madrid, a mí me gustaría que un tal Javi García o Borja Valero estuvieran con Alonso en la media, que Albiol,  Arbeloa o Granero fueran indiscutibles, que algunos de los Jurado, Mata, Negredo, Parejo, Callejón o Morata estuvieran junto a Cristiano, por no hablar de un tal Raúl. En fin, que hubiera de verdad dos conjuntos de españoles frente a frente, reforzados por dos o tres figuras mundiales. Pero claro, esto sería otra historia, y quizás muy diferente.

Hoy me preguntaban mis amigos Pepe Cano, Puzi y Pedro Conesa, en nuestra comida de los miércoles en Cartagena, que cómo veía el asunto. Y me he acordado de lo que tantas veces he pensado compitiendo por ahí en cien frontones diferentes. Que cualquier deporte, como tantas otras cosas en la vida, es cuestión de jugarlo con cabeza, tronco y extremidades, pero por ese orden, como nos enseñaban en la escuela. El Barsa juega así, y el Madrid lo hace con tronco y sobredosis de extremidades. Por eso, tal y como hacen con nuestra campeonísima España, los Xavi, Iniesta, Busquet, Piqué, Pujol, Pedro o Villa, más unos tales Messi y Alves, con  el portero más en forma del fútbol español actualmente, Valdés, juegan de memoria. Y, los blancos, con todas sus figuras, tiran habitualmente de corazón y piernas. Y cuando asoma algo de cerebro, parece que con un turco-alemán hemos descubierto la calidad; aun siendo diferentes, ¿cuántas jugadas hacía Guti de ésas? Ya se sabe, de fuera vendrán, que bueno te harán. Y D. Florentino dando saltos cuando uno de sus fichajes mete la bola. ¡ Anda y anda, que no andas ‘na’!

LA DOBLE RUINA DEL FUTBOL ESPAÑOL

No sólo la ruina económica amenaza a nuestro fútbol, existen otra latente que en cualquier momento puede hacer saltar por los aires el mayor espectáculo que se puede ver en España. Ésta por la generación de una  violencia de dimensiones muy peligrosas motivada por la intransigencia de algunos a admitir que en el fútbol, como en cualquier otro deporte, una veces se gana y otras se pierde y no por ello hay que cargar contra el adversario, que no enemigo, argumentando cuestiones políticas u oscuras tramas federativas y arbitrales nunca demostradas.

De la primera hay diversos actores que son a la vez causantes y víctimas de la misma. De un lado están los dirigentes de los clubes que generalmente gastan más de lo que pueden en aras de conseguir objetivos deportivos para su mayor gloria personal fuera del alcance de la verdadera entidad de su club. A la presidencia de un club se llega por tres razones básicas: vanidad, promoción personal o por expectativas de hacer negocios con ello. Pero claro, en la ambición va el engaño. Un equipo de fútbol es deporte pero no sólo eso, es espectáculo pero tampoco sólo eso y es empresa pero en la que la planificación juega bastante menos que el azar. Y todo ello junto hace que dirigir un club de fútbol sea de las funciones más difíciles que se puedan acometer, y mucho más en equipos con escasa capacidad de generación económica; la mayoría. Salvando dos o tres equipos españoles todos los demás son una fuente inagotable de problemas de toda índole, de expectativas no satisfechas y de situaciones límite en las que se pone a prueba la fortaleza física y psíquica de sus dirigentes. Si a la ingravidez del azar, cuestión fundamental, le sumamos la exposición permanente a los focos de los medios de comunicación y al juicio permanente de la afición, tenemos el hemocultivo ideal en el que crecen, se desarrollan y fructifican todo tipo de bacterias. Tan difícil que se pueden contar con los dedos de media mano quienes han salido indemnes de tal prueba en la historia del fútbol. Claro que a nadie obligan a meterse en ese campo de minas.

Otros actores fundamentales son los futbolistas y técnicos, con sus dos sindicatos y normas establecidas. A un futbolista hay que pagarle todo lo estipulado en su contrato juegue más o menos, mejor o peor, se gane o se pierda, se suba o se baje. Y a un entrenador no se le puede echar y fichar a otro si el primero no firma su conformidad. ¡Tremendo! Precisamente el origen de la última huelga es que los clubes convertidos en S.A.D. han acudido, como cualquier otra empresa, a la protección económica que la Ley Concursal les otorga y estos profesionales se niegan a aceptar que cuando una empresa va mal no puede pagar. Así de sencillo.

Luego está el poder omnímodo de la Federación y Organismos Internacionales. Si tratas de defender tus derechos fuera de sus propios tribunales y acudes a la justicia ordinaria pues te echan de la competición y a otra cosa. Cuando pasados unos años te puedan dar la razón ya me dirán ustedes. Conclusión, que nadie se sale del tiesto.

Todo ello ha hecho que tras dos planes de saneamiento en el pasado, con dinero de nuestros impuestos, y la fórmula moderna de S.A.D. la ruina sea la misma. E incluso en equipos como el Real Madrid, que ingresa más de 400 millones al año, ocurre que tiene una deuda de más de 600 y, a las malas, ni vendiendo su patrimonio inmobiliario, el estadio incluido, podría hacerle frente. Porque claro, ingresa mucho pero gasta más. Al tiempo.

Y finalmente llegamos a la segunda ruina, la violencia que se puede desatar derivada de mezclar el fútbol con otras cuestiones. Cuando uno ve a personas a los que el Señor no les llamó por el camino del razonamiento decir que la Selección Española es la Selección de Cataluña, o ignominiosos carteles diciendo que el dedo de Mourinho es el camino a seguir por el madridismo, pues apaga y vámonos. Hombre, descerebrados ha habido siempre, pero ahora, además, es que se lleva lo de excitarlos, como cuando de críos respondíamos a aquello de: “ ¿Suelto el perro?”, pues “¡suéltelo Ud ¡…”¿ y si ‘los’ muerde’?”, pues  “¡ déjelo Ud.!”.

Con bozal obligaba a ir yo a más de uno a un campo de fútbol, y a algunos a alguna que otra rueda de prensa. ¡Vaya tropa!, no llegan ni a banda, se quedan en pandilla. Y mientras los niños viendo el espectáculo. De pena.

FLORENTINO & MOURINHO: EL PRINCIPIO DEL FIN

Como en las tragedias clásicas, desde el principio se vislumbra el final. En el teatro es fundamental definir bien a los distintos protagonistas desde el principio, por eso se usaban las máscaras; desde el primer acto quedan claras las intenciones de cada cual. Luego es cuestión de adornar con matices y discursos a cada personaje para darle, aun en la maldad, una pátina  de brillantez y atractivo.  Y,  a continuación, de imprimirle a la trama un ritmo adecuado al final pretendido, de modo que en el transcurso del drama vayan apareciendo las conclusiones adecuadas a cada uno de los silogismos propuestos hasta llegar al éxtasis final donde su fundirán los diferentes papeles en la pira del sacrificio de la última escena ; el acto que justifica la obra y del que se extraen todas las consecuencias. En el Madrid se revive ahora un drama en el que repiten dos personajes principales y brilla un actor invitado por encima de todos los demás; incluso del mismo club laureado como el mejor del siglo XX. Insólito.

Como en la vez anterior, periodo 2.000/04, la muerte en escena del actor secundario, Valdano, preludia el malhadado final del personaje principal, D. Florentino, y queda el nuevo protagonista en escena, Mourinho, con el interrogante básico de cuándo hará mutis por el foro. Decían los ‘florentinistas’ irredentos que su líder había aprendido de los errores cometidos en su primera etapa y que en esta segunda oportunidad no volvería a repetirlos, y hete aquí que incluso antes que en la primera tragedia ha decidido adelantar la escena del acuchillamiento de su alter ego. Y no es eso lo peor, sino que lo hace para darle al actor invitado el papel principal de la obra, incluso por encima de su propio protagonismo.

Si no fuera porque el Sr. Pérez es listo de cojones, con perdón, se podría pensar que se empecina en hacer muchas tonterías y, lo que es más grave, en repetirlas, pero mucho me temo que la realidad responde a que no quiere líos inmediatos en su Dptº de Relaciones Públicas, es decir, el Real Madrid. Porque él sabe que en el fútbol casi todo es efímero y que su caso no va a ser ninguna excepción. En su primera etapa cumplió todos sus objetivos, que no eran otros que darse a conocer al gran público y, sobre todo, a quienes más le interesaban: aquellas autoridades que tenían que decidir muchas cosas, sobre todo obra pública y concesiones administrativas, en una España emergente incardinada en una Europa floreciente. Lo del fútbol era lo de menos. Y ahora, de vuelta, a las andadas, ya estamos bien situados en Alemania, y Turquía y otros lugares esperan. Luego el Dptº de Relaciones Públicas lo que tiene que hacer es conseguir algún triunfo relevante pronto y no darle muchos problemas, pero sobre todo facilitarle que en algunos países lo reciban con la alfombra roja, tal y como ya sucede en otros lugares desde su primera etapa: España, Inglaterra, Francia, etc. El fútbol vuelve a ser lo de menos. En el Real Madrid se trata de que todo vale para la causa, que no es otra que la brillante fugacidad de una presidencia que facilite la mayor gloria de su inquilino.

¿Cantera?, ¿gente del fútbol?, ¿señorío secular?, ¿valores y principios?, ¿historia?, ¿futuro deportivo?,¿Valdanos?, ¿Del Bosques?, ¿Mourinhos?, ¿árbitros?, ¿Federaciones?, ¿UEFA? Pero, de qué me habla usted.

Si hemos encontrado un personaje, D. Xosé, que ha domado a todos, empezando por quienes nos podrían sacar los pañuelos en el Bernabéu y en la prensa, y que dándole lo que quiera nos asegura una temporada más luciendo palmito, pues ¡adelante con los faroles!, que esta procesión se acabará y antes tenemos que hacer los deberes para conseguir nuestros objetivos empresariales. ¿El Madrid? Esto huele a final y hay que darse prisa. Una temporada más así y nos echan a todos. Vamos, vamos, que nos vamos, que diría Camacho. 

FINAL DE COPA: LA GRANDEZA DEL FUTBOL

Habría que buscar muchos años atrás para encontrar un espectáculo tan bello en un estadio de fútbol. Y esto es así porque se enfrentaron los que seguramente son los dos mejores equipos del mundo, que cuentan con los mejores futbolistas del planeta, con dos entrenadores muy buenos, quizás los mejores actualmente, y con dos aficiones que hoy han dado una lección fantástica de buen comportamiento deportivo. Realmente no se puede pedir más.

Si a ello le sumamos que el partido en sí mismo ha sido de una intensidad sólo al alcance de auténticos privilegiados físicos y técnicos, como muy pocas veces se ha visto,  con un ritmo trepidante y con tal igualdad e incertidumbre que los 120 minutos se pasaron en un instante, nos encontraremos con una fiesta deportiva sólo al alcance de un fenómeno social como es el fútbol. Es difícil hallar otro espectáculo que concite tanta pasión y belleza en tanta inexactitud. Apenas se vieron fallos, los defensas cumplieron a la perfección, los porteros estuvieron sublimes, los delanteros hicieron ocasiones para que hubiera habido varios goles, las medias, cada una en su papel, interpretaron fenomenalmente sus partituras. Y para qué hablar de los planteamientos de sus técnicos. Mourinho perfeccionó el del último partido de liga entre ambos y adelantando sus líneas veinte o treinta metros hizo que su equipo fuera mejor en la primera parte, y Guardiola, por la suya, salió fiel a su sistema de siempre y rectificó en la segunda abriendo más el juego y haciendo que jugaran el cuero más rápido, consiguiendo, merced a ello, ser mejor equipo en la segunda. Ya en la prórroga, con el enorme cansancio acumulado, todo era una lotería; quien marcara primero se llevaba el gato al agua. Toda una lección de fútbol, un partidazo de los que se ven pocos, y, encima, con sus estrellas dando la talla que atesoran. ¡Tremendo!

Y luego estuvo el señorío final de unos y otros, reconociéndose los respectivos méritos y dando al mundo una lección de buen comportamiento deportivo. Al final ganó el Madrid interpretando  una jugada de ensueño en lo que mejor sabe hacer, velocidad eléctrica y remate imposible para el portero. Por un instante Di María me recordó a Gento y Cristiano a Santillana, con Marcelo de Butragueño haciendo una pared de ensueño.  ¡Chapeau!

Ahora sólo cabe esperar que los dos próximos encuentros alcancen la misma intensidad, cosa harto difícil, y que sigan deleitándonos con tanta belleza. Y que la lección de señorío y deportividad dada no sea flor de un día.
Ya tiene D. Florentino su Copa, a ver si a partir de ahora, con menos urgencias, de verdad es capaz de señalar  el futuro al Real Madrid con una política más acorde con su grandeza, y en otras competiciones venideras, en lugar de ser ratón y el Barsa león, D. Alfredo dixit, vemos a un equipo verdaderamente campeón, como su historia reclama. El Madrid tiene que ser favorito siempre y jugar a campeón, que es lo que quería decir la Saeta Rubia. Lo demás está bien, si bien acaba, pero jugando de esa manera sonará la flauta un día, pero nunca será un equipo de época.

EL SEÑORIO DEL REAL MADRID Y OTRAS ESPECIES

Hubo un tiempo en que al Real Madrid se le recibía con palmas de admiración en la práctica totalidad de los campos de fútbol españoles, e incluso en los europeos. Hasta tal punto era esto último que en Europa era conocido como “El Real” y en España era el club que contaba con más adeptos, compartidos, eso sí, con los equipos locales de cada cual. De esos añorados tiempos para todos los madridistas hemos llegado a la esperpéntica situación actual en la que mayoritaria y desgraciadamente sucede todo lo contrario.


Un ejemplo de esto último sucederá cuando “el Real” visite la próxima vez La Rosaleda. Antes tenían ambos equipos, entre otras cosas, señas de identidad comunes. Basta recordar entre ellas al malogrado Juanito o a Fernando Hierro. Pero hete aquí que ahora ha llegado un señor al equipo blanco que ha menoscabado públicamente al club malacitano, y por ende a los malagueños sean o no aficionados, por un arranque de soberbia con el fin de significar que uno,  portugués, es más importante que otro entrenador, chileno prudente en este caso. ¡Vaya tela!.

Mi amigo Pepe Vidaña, que por cierto es el jugador que más veces ha vestido la noble y centenaria camiseta de nuestro Real Murcia, nos decía el otro día en la comida que los componentes de la entrañable peña del Pavo celebramos todos los jueves bajo la presidencia efectiva de Paco Dólera y el manto protector del irrepetible “ maestro Ibarra”, que esas cosas las dice el inefable portuense lusitano por la enorme presión que soporta de la prensa. Añadiéndole el calificativo tópico, de los muchos que han hecho fortuna en el fútbol, desgraciadamente, de que dice esas cosas porque se trata de un entrenador “ganador”. Y yo, a mi admirado Vidaña, le decía que no conozco a ningún deportista que en competición sea perdedor ‘per se’, que es de lo que se trata cuando alguien dice de otro que es un ganador. Una cosas es que se gane y otra que se trate de ganar a cualquier precio y que, cosa lógica en los de ésta condición, nunca se admita que uno pierde generalmente porque suele haber uno mejor. Y entonces vienen las consabidas excusas ramplonas de toda índole. Todos los que hemos competido, sea en la actividad y calidad deportiva que fuere, sabemos de triunfos y derrotas, y el que seguramente ha sido el jugador murcianista más rentable para nuestro club de todos los tiempos, lo sabe mejor que nadie.  

Y viene lo anterior a cuento de lo que desde todos los ámbitos del Real Madrid se ha dicho siempre, y que además está en el himno blanco, de que ha sido un club que lleva el señorío por bandera. Por eso, cuando ahora vemos a alguien que lo representa echándoles culpas a los árbitros o a los calendarios de los males del mejor club del mundo en cuanto a títulos conquistados, nos viene a la cabeza aquello de que a lo mejor ocurre que a ese señor “tan importante” le viene grande el escudo que representa. Y cuando ese alguien desprecia futbolísticamente a un club de los denominados modestos para darse él importancia, estando en el Madrid, nos reafirmamos mucho más en lo anterior. Y si ya le escuchamos echarle a los árbitros la culpa por su frustraciones, a todos los que llevamos viendo fútbol  varias decenas de años, si además somos seguidores blancos, que no forofos, nos produce sonrojo y vergüenza. Porque ocurre que además de madridistas somos aficionados ‘sufridores’ de otros equipos, y ya sabemos lo que nos ha ocurrido casi siempre que nuestros equipos menores se han enfrentado al Madrid, al Barsa, o a otros equipos de mayor cuantía. ¿O no?.

EL INTERNAZIONALE DE MADRID (ANTIGUO REAL MADRID)

Cuando pienso en el Real Madrid actual me vienen a la cabeza expresiones como aquella de que a “España no la va reconocer ni la madre que la parió”, o reverdezco principios lapidarios de la creación de la Legión Extranjera, con todos los respetos, como el que sólo había que dar un nombre para enrolarse en ella, sin tener ninguna importancia la vida anterior y vicisitudes del aspirante a convertirse en Caballero Legionario. En nuestro caso basta venir recomendado por alguna de las ramificaciones del ‘mourinhato’ inmisericorde que rige los destinos actuales del equipo blanco, que, cuando se marche, hará buena la frase inicial de este comentario.

Mientras, Don ‘Tancredo’ Pérez sigue a la suya. Ser futbolista español, para él, es sinónimo de decadencia, y ya, si además es canterano, es carne de cesión o traspaso. Eso sí, con prohibición expresa de enfrentarse a su equipo por si las moscas. Parece que  de la temporada pasada hemos aprendido bien poco. Que las diferentes selecciones españolas sean campeonas de casi todo en Europa y en el mundo no revelan nada para el de la jesuítica voz y empresario de éxito, porque como ya dijimos anteriormente a él el futbol parece que le importa poco al lado de su promoción internacional para mayor gloria de su empresa y de sus diferentes proyectos económicos allende nuestras fronteras. De lo contrario es inexplicable su gestión presidencial pues la inteligencia la tiene más que demostrada.

Vamos a ver, si entrar en debates demasiados técnicos, ¿qué jugador del Madrid actual, aparte de los que ya están o de Cristiano, serían titulares hoy en la Selección Española? ¿ Y cuál de los nuevos fichajes que se anuncian lo sería? Porque la mayoría de ellos no son titulares ni en sus selecciones, que en el mejor de los casos andan algunos escalones por debajo de las nuestras. Y otra pregunta, ¿ cuál de los actuales jugadores o de los nuevos fichajes son claramente superiores a los canteranos que el Madrid ha dejado ir en los últimos años? A lo sumo un par de ellos, y son los que todos tenemos en la cabeza que debieran estar sí o sí en su plantilla; ¿ los demás?, pues ochos y nueves y cartas que no ligan, que se dice jugando a la baraja española.  Y esto, que lo vemos la mayoría de quienes somos meros aficionados objetivos y lo han dicho, y lo dicen, hasta la saciedad los que de verdad saben de esto porque lo han demostrado sobradamente a lo largo de la historia del fútbol, ¿cómo no lo van a ver quienes mandan ahora en el Madrid?. Claro que lo ven, lo que ocurre es que los intereses son otros.

Ya dijimos también desde esta columna que mientras esté D. Florentino al frente del Real Madrid no triunfará un solo canterano en su equipo, y la razón es simplemente porque nunca le darán las oportunidades  precisas. Mientras, en la acera de enfrente seguirán ganando títulos con la potente base de su cantera, al menos mientras siga Guardiola al mando, porque éste sí le echa lo que hay que echarle para arriesgar con los chicos salidos de sus bases.

Ahora resulta que el portugués sabio va a darle la vuelta al Real Madrid porque es un desastre como organización; D. Xoxé ‘dixit’. Pero ¿no quedamos en que era el mejor club del mundo?.  Qué disparate!

Me pregunto si alguien del Madrid habrá visto el pasado campeonato de Europa de selecciones, o si, mucho más cerca, habrá reparado en la magnífica gestión de Fernando Hierro en la Federación Española. Quizás también sea dudosa su capacidad o su madridismo, como lo era el de Valdano o en su momento el de Del Bosque. Tal vez no sepan lo que es tener señorío y saber ganar jugando bien. A lo mejor deberían darle D. Tancredo y don Xosé algún seminario al respecto. ¡Vaya tela!

Llegado este punto sí sería oportuno preguntarse ‘por qué,…. por qué’. Por qué ocurre todo esto. Ustedes mismos.

EFECTIVAMENTE, NO CAMBIA …DON MOURINO

Lleva razón el ínclito técnico del Real, ahora reconvertido en ‘capo di tutti’ con permiso del  Sr. Pérez que ahora quiere jugar un desconocido papel de Don  Tancredo en su nueva refundación del mejor equipo del siglo XX. Y digo nueva porque con esta ya lleva cuatro. La primera al llegar a la Presidencia allá por el año 2.000 cuando no le conocía casi nadie en España, por cierto, de la mano del fichaje de Figo y con su inefable eslogan al año siguiente de “Zidanes y Pavones”. Aquella le duró poco, pero fue la mejor en cuanto  a resultados deportivos: dos Ligas y una Champions. A continuación inauguró aquella otra de un “Técnico moderno”, y echó a Del Bosque. Ahí empezaron sus males; tropecientos técnicos y grandes fichajes para no ganar nada y salir corriendo por la gatera antes de que le sacaran los pañuelos. Después cuando su reaparición estelar de nuevo con Valdano bajo el brazo, para más de lo mismo, con la pedrea de la Copa del Rey; meritoria, eso sí, por ganarla ante el mejor equipo del mundo actualmente. Y a partir de esta temporada  iniciamos el reinado con un valido en plan ‘Manuel Godoy’: D. Xoxé Mourinho, aquél extremeño y éste del otro lado de la raya, una vez puesto en la calle Valdano. Veremos cuando tiene D. Florentino, como aquél Carlos IV de triste recuerdo, su motín de Aranjuez y su posterior vergonzosa fuga a Bayona de la mano de Napoleón. Esperemos que cuando esto suceda, que barrunto que no será muy tarde si continúa el valido al mando, como le sucedió a aquel débil Rey, no le suceda un nuevo nefasto Fernando VII y aboque al club blanco a la peor etapa de su centenaria y gloriosa vida. Cuando se miran las deudas reconocidas en balance es para echarse a temblar, por mucho que se les llene la boca a algunos hablando de que es el club que más ingresa del mundo, sin reparar en que también es el que más gasta.

Decía al principio que el ‘Don’ Mourinho no cambia, y si no miremos lo que ha pasado nada más comenzar la temporada. “¡A mí no me calla nadie”!, dice en su primera rueda de prensa ante el primer embate oficial, la Súper Copa contra el Barsa. Y, a continuación, tras el magnífico partido del Bernabéu, no comparece ante la prensa porque el señor está enfadado con el árbitro. Entonces manda al bueno de Karanka para decir cuatro chorradas en plan de faena de aliño, y para soltar eso de que en el fútbol español no cambia nada. Realmente lastimoso.

Para empezar no concibo a ningún hombre de verdad importante diciendo eso de que a él no le calla nadie, porque en su caso, y ojalá para el bien del Madrid me equivoque, simplemente le callan los resultados, que, como los números, son inapelables en sus juicios. Y mucho menos es presentable tan desafortunada como soberbia e impotente afirmación en el máximo exponente de una institución  como la del Real Madrid que a fuer de verdaderamente importante no necesita ponerse flores, y mucho menos tan ridículas, para resaltar su valía y su gloria.

Y con respecto a su cabreo con el árbitro del partido, sólo me remito a lo que afirmó alguien tan poco sospechoso de poco madridismo como Sanchís cuando hizo el resumen del partido que había comentado en TVE: “ el árbitro no ha tenido influencia en el resultado”. Concluyente. Y el otrora gran jugador madridista no hizo sino decir lo que pensamos muchos   que no  somos forofos madridistas, aunque sintamos los colores blancos como el que más. Y que nos gusta el fútbol por encima de todo. El Madrid hizo un grandísimo partido, el mejor de todos los enfrentamientos de este año con el Barsa, y se mereció ganar sin duda, pero el fútbol tiene estas cosas, un equipo de circunstancias  que sólo jugó cercano a su nivel habitual el primer cuarto de hora de la segunda parte le llegó cuatro veces y le hizo dos goles; el primero bellísimo. Aquí se hizo realidad eso tan manido de la suerte de los campeones.

Quizás habría que recordarle a Mourinho que el fútbol español tiene a gala tener ahora mismo a los mejores futbolistas del mundo en todas sus categorías, resultados y éxitos nacionales mandan, mientras que él va camino de convertir al Real Madrid en la Legión Extranjera. Y ambas realidades sí que no van camino de cambiar.

sábado, 12 de marzo de 2011

CANTERAS: LA FÁBRICA VERSUS LA MASÍA

 A quienes nos confesamos amantes de la cantera a veces se nos llama románticos trasnochados del fútbol. Y como por el camino económico que lleva nuestro balompié, más pronto que tarde tendremos una pléyade de nuevos romanticones forzosos en los palcos y en los banquillos, conviene decir ahora alguna que otra rima al respecto.

El otro día señalaba que con el actual presidente del Madrid no ha cuajado ni un solo jugador de la Fábrica. Y con su filosofía y los técnicos que ficha se podría añadir: “ y lo que te rondaré morena”. Ahora sale el portugués “ganador” con que se va a cargar la liga poniendo el camión del ‘pescao’ contra el At. de Madrid, porque pocos días antes tiene que jugar con el O. de Lyon. ¡Oiga! ¿y cuando en el partido de vuelta contra el Levante no puso a ningún canterano con una ventaja de ocho goles qué me dice Ud.?. ¿Por qué no le dio descanso a sus siete magníficos?. Como diría aquél, tiene más cuento que Calleja. ¿ Y cuándo lleva tres goles de ventaja en cualquier partido y sólo le da tres minutos al chaval de turno?. Penoso.

Decía Guardiola que la única diferencia entre la cantera del Madrid y la del Barsa es que ellos los ponen de verdad y los blancos no. Y lleva toda la razón del mundo. Sólo un dato: del equipo del Castilla que subió a 2ª A tan brillantemente ni uno solo se ha asentado en el primer equipo directamente. En algún caso ha habido repesca y tienen un papel “guadianesco”. ¿ Será que han retornado a golpe de talonario por aquello de la cuota de canteranos que hay que tener para jugar la Champions?. Es más que evidente. Pero no siendo mal pensados, será porque según algunos iluminados con mando en Concha Espina los chavales tienen que demostrar su valía fuera para volver. Y claro, en este caso hay que concluir que los blaugranas saben más de fútbol que ellos, sobre todo D. Pep, cuando es capaz de debutar pasando a dos chicos del equipo de tercera división al primer equipo, Busquet y Pedrito, y a un casi juvenil repescado que se fugó en su día, Piqué, dejando en el banquillo en los dos primeros partidos de liga a los dos morenos, Touré y al recién fichado Keita, y a Messi,, que justo es decirlo salía de una lesión. ¡Pero era Messi¡, y si estaba en el banquillo era porque podía jugar. Y los aguantó perdiendo fuera y empatando dentro, ni más ni menos que en Soria y contra el Racing, y hasta que no ganaron el tercer partido, en Gijón, no salieron las figuras. O que sabe más que los blancos o que los tiene más grandes que el caballo de Espartero y se la juega con y por la cantera.

Cuando se analizan esas cosas algunos nos acordamos que Casillas salió de titular en Bilbao siendo juvenil, aunque era forzado por las lesiones del alemán Bodo y de Contreras; pero luego hubo un entrenador, Del Bosque, que lo consolidó de titular. Y también recordamos cómo a un tal Raúl, todavía juvenil, Valdano lo sacó de titular diciéndole que saliera y que lo pasara bien jugando. Y de cómo otros que seguramente ‘sabían muy poco de fútbol’, Amancio y D. Alfredo, subieron al primer equipo y cuajaron a la llamada “Quinta del Buitre”. Estamos hablando, como en la actual realidad del Barsa, de palabras mayores, pues un entrenador también de la cantera que atiende por Pep, sin ningún rodaje ni glamour de los que les gustan a los mandamases blancos de ahora, fue capaz de hacer campeón de la Champions al equipo de primer nivel más joven de Europa,  y ¡con ocho canteranos en sus filas!. Además de establecer el record de ganar todo lo ganable ese año. ¿Cuándo veremos eso los madridistas? ¡Auuuuh!. ¿Recuerdan aquél del abuelete y del lobo?. Con la filosofía futbolera de los actuales dirigentes nunca. Salvo que como Pable de Tarso se caigan del caballo y se conviertan en santos.

Al respecto de la Fábrica, me acuerdo de lo que decía un amigo cartagenero andaluz, José del Pino, cuando siendo director de Bazán Motores le señalaban que determinada Escuela Universitaria Técnica de Cartagena tenía fama de ser de las mejores de España porque suspendía mucho. Pepe, con una sensatez muy cáustica, argumentaba que eso era tan disparatado como si a él le premiaran por sacar el mayor número posible de motores defectuosos. Viene esto a cuento porque ahora se dice que la actual generación de canteranos del Madrid es de las mejores de la historia. A ver si al final resultara que los ‘motores’ son muy buenos pero que los técnicos e ingenieros que los montan son malos de solemnidad. Arbitrajes, calendarios, y otros equipos y técnicos, además de mil excusas de mal perdedor y de menor cuantía, al margen, claro.

¿Y cómo dice Ud. que se hace eso de la Masía? Pues con planificación, camisetas de las de sudar, no las de merchandising, y cojones. Con perdón, mi querido Watson. 

viernes, 4 de marzo de 2011

EL SEÑORIO DEL REAL MADRID Y OTRAS ESPECIES

Hubo un tiempo en que al Real Madrid se le recibía con palmas de admiración en la práctica totalidad de los campos de fútbol españoles, e incluso en los europeos. Hasta tal punto era esto último que en Europa era conocido como “El Real” y en España era el club que contaba con más adeptos, compartidos, eso sí, con los equipos locales de cada cual. De esos añorados tiempos para todos los madridistas hemos llegado a la esperpéntica situación actual en la que mayoritaria y desgraciadamente sucede todo lo contrario.


Un ejemplo de esto último sucederá cuando “el Real” visite la próxima vez La Rosaleda. Antes tenían ambos equipos, entre otras cosas, señas de identidad comunes. Basta recordar entre ellas al malogrado Juanito o a Fernando Hierro. Pero hete aquí que ahora ha llegado un señor al equipo blanco que ha menoscabado públicamente al club malacitano, y por ende a los malagueños sean o no aficionados, por un arranque de soberbia con el fin de significar que uno,  portugués, es más importante que otro entrenador, chileno prudente en este caso. ¡Vaya tela!.

Mi amigo Pepe Vidaña, que por cierto es el jugador que más veces ha vestido la noble y centenaria camiseta de nuestro Real Murcia, nos decía el otro día en la comida que los componentes de la entrañable peña del Pavo celebramos todos los jueves bajo la presidencia efectiva de Paco Dólera y el manto protector del irrepetible “ maestro Ibarra”, que esas cosas las dice el inefable portuense lusitano por la enorme presión que soporta de la prensa. Añadiéndole el calificativo tópico, de los muchos que han hecho fortuna en el fútbol, desgraciadamente, de que dice esas cosas porque se trata de un entrenador “ganador”. Y yo, a mi admirado Vidaña, le decía que no conozco a ningún deportista que en competición sea perdedor ‘per se’, que es de lo que se trata cuando alguien dice de otro que es un ganador. Una cosas es que se gane y otra que se trate de ganar a cualquier precio y que, cosa lógica en los de ésta condición, nunca se admita que uno pierde generalmente porque suele haber uno mejor. Y entonces vienen las consabidas excusas ramplonas de toda índole. Todos los que hemos competido, sea en la actividad y calidad deportiva que fuere, sabemos de triunfos y derrotas, y el que seguramente ha sido el jugador murcianista más rentable para nuestro club de todos los tiempos, lo sabe mejor que nadie.  

Y viene lo anterior a cuento de lo que desde todos los ámbitos del Real Madrid se ha dicho siempre, y que además está en el himno blanco, de que ha sido un club que lleva el señorío por bandera. Por eso, cuando ahora vemos a alguien que lo representa echándoles culpas a los árbitros o a los calendarios de los males del mejor club del mundo en cuanto a títulos conquistados, nos viene a la cabeza aquello de que a lo mejor ocurre que a ese señor “tan importante” le viene grande el escudo que representa. Y cuando ese alguien desprecia futbolísticamente a un club de los denominados modestos para darse él importancia, estando en el Madrid, nos reafirmamos mucho más en lo anterior. Y si ya le escuchamos echarle a los árbitros la culpa por su frustraciones, a todos los que llevamos viendo fútbol  varias decenas de años, si además somos seguidores blancos, que no forofos, nos produce sonrojo y vergüenza. Porque ocurre que además de madridistas somos aficionados ‘sufridores’ de otros equipos, y ya sabemos lo que nos ha ocurrido casi siempre que nuestros equipos menores se han enfrentado al Madrid, al Barsa, o a otros equipos de mayor cuantía. ¿O no?.

En cuanto a que el referido sujeto “ganador” está muy presionado por la prensa, añadir que así han estado siempre todos los pertenecientes al club banco, ocupen el puesto que ocupen, y eso habla de dos cosas: por un lado de la importancia del Real y, por otro, que para estar en él hay que estar a la altura. No todos sirven para vestir de blanco, por muy buenos que sean con el balón, con la pizarra, o vistiendo un palco. Y de esto también ha habido muchos ejemplos. Y tampoco sólo ser bueno asegura triunfos. El máximo rival se ha hartado docenas de temporadas de tener a los mejores futbolistas y entrenadores del mundo, supuestamente, y ganar muy poco. Cosa que, paradójicamente, ocurre en el Real Madrid desde que el actual presidente inaugurara la nefanda égida de los mal llamados galácticos. Buenos también eran los del otro lado:  D. Johan,  D. Bernardo, Maradona, Laudrup, Romario, el mejor Ronaldo, etc., y salvo en el caso del holandés, como entrenador, ya me dirán lo que ganaron de azulgranas. Ahora vestirían de blanco, y lo mismo.

Yo me quedo con la Saeta Rubia y con los Muñoz, Gento, Butragüeño, Raúl, Del Bosque, Suárez, Guardiola, Iniesta o Xavi, por citar algunos de los más destacados  en fútbol y señorío. Cuando aquellos ganen, y otros del Madrid actual por el estilo, y de la forma como lo hicieron los títulos que estos ostentan, que se luzcan. Y mientras, sería bueno que aprendieran a competir, a ganar y a hablar de acuerdo con el historial y el señorío del brillante escudo que les dignifica. Y no al revés, en el doble sentido.

viernes, 11 de febrero de 2011

coec a croem: estamos ambunos

Esto parece que le han dicho, o lo van a hacer próximamente si la sensatez no lo remedia, los empresarios cartageneros de la COEC a sus homónimos regionales de la CROEM, y todo por un ‘silloncico’ en el Consejo de la Autoridad Portuaria. Y mientras, entre ‘gorgueles’  de contenedores e impactos ambientales por un lado,  y cánticos y campanillazos de madrugada con sus auroros huertanos por otro,  el ilustre murciano de Murcia Adrián Ángel, es decir, la Autoridad Portuaria, estará rebozándose de inquieta satisfacción en sus magníficas dependencias del puerto de la Trimilinaria, que diría el irrepetible Tomás Martínez Pagán. Y digo lo de satisfacción porque se rifan, incluso riñas de por medio, un ‘puestesico’ a su vera, y lo de inquietud porque en el fondo no le debe hacer ninguna gracia que en lugar de aunar voluntades e intereses con el interés general los empresarios armen un belén, con él haciendo de Herodes, por calentar periódicamente el cuero de un sillón. A saber quién o qué será el perseguido niño en este entuerto.

Y digo yo que los empresarios a la gresca, mis representantes porque yo también soy empresario, deberían estar en otras cosas en lugar de andar en el viejo ‘quítate tú para ponerme yo’, que parece más cosa de ciertos políticos no precisamente ejemplares. Y digo lo anterior porque tal vez nos interesaría saber a todos qué diferencias habrían en cuanto a criterios o aportaciones positivas diferenciales para el puerto entre los Srs. Illán y Del Toro, haciéndoles el favor de pensar que sus disputas no responden tanto a intereses meramente monetarios personales, como a sus respectivas capacidades para colaborar en algo de tanto interés económico público local y regional, si es que de verdad tienen influencia efectiva en las decisiones de la Autoridad Portuaria.

 Y desde aquí apunto que tal vez alguien les podría decir con bastante razón que se ocuparan de influir positivamente en la maltrecha economía regional y nacional, al margen de fotogénicos anuncios de propuestas de pactos locales, que más bien suenan a humo por reiterados, empezando, entre otras muchas cosas, por pedir explicaciones a nivel de CEOE sobre para qué necesitamos los empresarios, por poner un ejemplo, a más de 35.000 empleados a nivel nacional entre todas las organizaciones de representación empresarial, al margen de las Cámaras de Comercio; ¡que manda huevos!, que diría D. Federico. Y señalo este punto porque a veces olvidamos que los problemas no sólo están en los sindicatos y la financiación pública que reciben, siete de cada diez euros que manejan, amén de sus liberados, que primordial y lacerantemente también, ni en el tema de los más de tres millones de funcionarios, algo de verdad ruinosamente inexplicable, e  insoportable económicamente, si se tiene en cuenta que hace poco más de treinta años eran setecientos mil para sólo cinco millones menos de españoles, ni tampoco en exclusiva en el asunto de la cantidad de  políticos que supuestamente nos representan, con un coste  desmesurado en demasiados casos, dejando aparte sus  gravísimas erróneas  medidas como las referidas a la crisis actual, sino que nosotros mismos, los empresarios, partiendo del hecho incontrovertible de que de cada diez euros de presupuesto que maneja la CEOE en su conjunto, casi 600 M. de euros, siete provienen asimismo del estado, algo se podría ahorrar, digo yo.

Finalmente, volviendo al asunto de la disputa, habría que preguntarse si es relevante el origen de quien represente a los empresarios en la Autoridad Portuaria teniendo en cuenta que en Cartagena hay una alcaldesa gallega de reiterada aceptación popular, en Murcia un alcalde nacido en Orihuela que sólo conoce victorias en las urnas, y en ambos casos por  algo será, y que, por citar otro y esclarecedor ejemplo, fue el murciano Ramón Luis Valcárcel quien propició el nacimiento de la esperanzadora Universidad Politécnica de Cartagena desgajando de la de Murcia las facultades técnicas, aunque habría que añadir, justicia obliga, que a ello no fue ajena, sino todo lo contrario, la excelente labor, al decir de casi todos, del alcalde cartagenero José Antonio Alonso.

Y ahora lo curioso. Que el murciano Illán, en nombre de los empresarios cartageneros, le diga al asturiano Del Toro, al frente de los murcianos, que está ‘ambuno’ con él, es, cuando menos, para hacérselo mirar, que diría un catalán. Por cierto, y para quien no lo sepa, que estar ‘ambuno’, según mi amigo y cartagenero de pro Pedro Puzi, viene a decir en ‘aladroque antiguo’ aquello de ‘no me junto’, que decíamos de críos.

Todo esto me recuerda algunas cosas huertanas que recitaba mi buen amigo, tristemente fallecido hace años, y celebrado escritor y radiofonista murciano Antonio Segado del Olmo, como aquello de: “Ahora sí que estamos bien, tú ‘preñá’ y yo en la cárcel, tú no tienes quien te meta y yo no tengo quien me saque”; con perdón¡. Vaya tela!.

José Luis Ortín

Florentino Pérez manifiestamente mejorable

Vaya por delante mi reconocimiento como gran empresario, que lo es, y como persona educada, formada y brillante, que me parece. Y mis disculpas por el atrevimiento de hacer una crítica a su gestión habiendo sido presidente de un humilde, a su lado, pero centenario club de fútbol: el Real Murcia. Y lo hago, como aficionado y madridista de siempre, con ánimo constructivo; no le quepa a nadie ninguna duda.

Desde D. Luis de Carlos hasta aquí y con los datos en la mano su presidencia es la más ineficiente en la historia del mejor equipo del siglo XX, dejando a salvo a quien todos reconocemos como el mejor: D. Santiago Bernabéu; honor obliga.

El Sr, de Carlos estuvo ocho temporadas, desde la 1.978/79 a la 84/85 y obtuvo dos ligas, dos copas del Rey y una UEFA, cinco títulos con un doblete incluido, con cuatro entrenadores: Molowny en tres ocasiones, Boskov, Di Stéfano y Amancio.

D. Ramón Mendoza estuvo diez temporadas, desde la 85/86 a la 94/95, y consiguió nueve títulos: 6 ligas, 2 copas del Rey y 1 UEFA, con un doblete, y siete entrenadores: Beenhaker en dos ocasiones, Toshack, Di Stéfano, Antic, Floro, Del Bosque y Valdano. Además hay que señalar que bajo su presidencia cuajó la quinta del Buitre y debutaron Raúl y Guti. No es casualidad que a todos les dieran la alternativa entrenadores que habían sido grandes jugadores madridistas.

D, Lorenzo Sanz estuvo cinco temporadas, llegó en la 95/96 y lo dejó tras la 1.999/2.000, consiguiendo tres grandes títulos: 1 liga y 2 Champions, con cinco técnicos: Capello, Heynckes, Hiddink, Toshack y Del Bosque. Con el Sr. Sanz, de la mano de otro gran madridista, Del Bosque, debutó Casillas, además de cuajar Raúl, sobre todo, y Guti, amén de darle también oportunidades reales a otros canteranos.

D. Ramón Calderón estuvo dos temporadas y media y obtuvo 2 ligas, con dos técnicos: Capello y Schuster, dándole oportunidades reales a canteranos como Torres y Soldado. Eso sí, al margen de vicisitudes impropias de un club señor, se gastó en fichajes casi 300 millones de euros.

Y, finalmente, llegamos a D. Florentino Pérez. En sus dos etapas lleva casi ocho años y ha conseguido tres títulos: 2 ligas y 1 Copa de Europa, utilizando ocho entrenadores: Del Bosque, heredado afortunadamente del Sr. Sanz, Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Pellegrini y Mourinho, además de tener algunos escuderos ilustres como Valdano y Butragueño, entre otros.  

Ahora bien, en su primera etapa no cuajó ningún canterano a pesar de aquello de “Zidanes y Pavones”; sólo un slogan de intenciones que algunos de sus técnicos se encargaron de  liquidar. No quiero acordarme de aquél lumbrera portugués que encargó a un proyecto de buen central, Rubén, marcar en Sevilla como lateral al mejor Reyes, cambiándolo a los veinte minutos con llantina televisada incluida. Ni de aquel brasileño de postín que a Pavón le llamaba “Pavor”. Si D. Santiago hubiera sido el presidente, y esto es sólo una opinión en medio de muchos datos, es muy probable que al primero lo hubiera cesado en el mismo AVE de vuelta y el segundo nunca hubiera sido “Real”.

 En la segunda ha repescado mediante talonario a Granero y Arbeloa, vendiendo, por el contrario, a Javi García, Negredo, Torres, Parejo, Callejón o Torres, sin que alguno de ellos tenga mucho que envidiar a ciertas estrellas actuales, según opiniones cualificadas.

Y para tres títulos en sus tres primeras temporadas, con una plantilla base, heredada, que acababa de ganar alternativamente una liga y dos Champions, guindas aparte, D. Florentino se ha gastado 750 millones de euros. Es decir, más de cuarenta mil millones de las antiguas pesetas por título. Cualquier análisis comparativo es tan escandaloso como evidente.

 Aunque también sea cierto que en su primera etapa salvó al R. Madrid de una mala situación económica con una brillante gestión urbanística, uno de sus indiscutibles méritos, habría que mirar bien, sin creatividad contable, la situación actual del balance.

La pena de todo esto ha sido, por un lado, que no perseverara en su primera política deportiva, aquello de cantera y figuras mundiales, que siempre fue emblema en el club blanco, y, por otro, que en esta segunda etapa siga por los mismos derroteros, aunque se haya españolizado, pero poco,  y deje que el técnico de turno marque las pautas fundamentales; y yo diría que fundamentalistas. Que el portugués actual es un buen técnico nadie lo pone en duda, pero eso de que mande callar a quien no comulgue con sus ideas no tiene un pase; y menos en un club señor.

Afortunadamente para quienes nos gusta el fútbol, y desgraciadamente para algunos forofos, se ha encontrado con el mejor máximo rival de la historia. Y, mira por donde, con una política deportiva basada en muchos de los mimbres que siempre hicieron grande a nuestro Real Madrid, que ahora, desgraciadamente, parece el Barsa de antaño.

Seguro que tendrá el Sr. Pérez la sabiduría de verlo a tiempo, o algún amigo que se lo haga ver, pero por este camino algunos olfateamos efemérides luctuosas, que diría el inolvidable Dr. Ripoll. Y tiene la oportunidad de hacerlo hablándole claro a los madridistas, menos ansiedad de títulos y más planificación estratégica deportiva. El señorío blanco, y esta es otra, nunca fue patrimonio de zascandiles, sino de deportistas y aficionados ejemplares. D, Florentino es el presidente de mayor aceptación popular en el madridismo de toda la historia; recordemos que hasta  D. Santiago fue zarandeado en su coche. Si con ese apoyo no cambia enseguida se habrá ganado, más pronto que tarde, una segunda y última espantada. Porque ahora, como ayer tampoco, una pañolada en el Bernabéu no la aguanta. Y si los números y los datos son cabezones, los aficionados de aluvión son veleidosos. ¡Ah!, y si sólo se trata de marketing, modestamente, si alguien quiere, hablamos otro día. Ánimo y suerte, amigos blancos, que la vamos a necesitar.

José Luis Ortín Sánchez
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