lunes, 31 de marzo de 2014

SUÁREZ, UN ASIDERO PARA LOS NEUTRALES DE ENTONCES

Unos dirán que fue un personaje o un eslabón imprescindible para nuestra historia moderna. Otros que una desgracia y algunos que un traidor. Benéfico o venéfico — del castellano viejo referido al veneno —. Ángel o demonio, bueno o malo, según sus pasiones. Pero para la mayoría de quienes vivían en aquella apasionante época tratando de salir adelante sin prejuicios políticos ni orejeras de parte, fue un hombre que les sirvió de agarre personal para jugar a la política, votando en libertad muchos de ellos por primera vez en su vida e intuyendo que de su mano se podían evitar males mayores.

Adolfo Suarez


La perspectiva histórica

Hay que situarse en aquellos años para comprender la repercusión de su dimensión humana en millones de españoles. Los que le dieron la razón y su confianza, y por lo tanto su victoria electoral  en sucesivas elecciones. Hablamos de referéndum, elecciones locales y regionales, y generales. Su invento de la UCD —Unión de Centro Democrático—, desde la presidencia del Gobierno, fue el refugio aglutinador de quienes no querían aventuras políticas que sonaban a guerracivilismo ni tampoco una continuidad del franquismo.

Por aquellos entonces, España salía de una larga siesta política con gran actividad social, sin embargo, en la que los afanes fundamentales eran hallar un lugar en la sociedad para empinar la olla, levantar el techo y cubrir las necesidades básicas saliendo adelante con la familia. Aparte de pasarlo bien en los ratos de ocio y procurar un futuro mejor para los descendientes. Nada extraño ni ajeno a la realidad actual, por otra parte.

Muerto Franco en la cama de un hospital, para duelo de muchos, oprobio de tantos  y normalidad para los más, por mucho que ahora se quiera decir desde la engañifla histórica de que era muy odiado por la sociedad española, el futuro no pintaba halagüeño para quienes querían vivir conscientemente al margen de lo que entonces se decían politequerías.

Primera Transición

Y en ese momento apareció Adolfo Suárez de la mano del Rey Juan Carlos I, con el muñidor Fernández Miranda entre bambalinas, hablando a los españoles con una cercanía humana y una proximidad comunicativa tan mundana y normal que hizo a millones de ellos confiar fundamentalmente en su imagen y sus palabras. Aquello de hacer normal a nivel político lo que era normal a nivel de calle caló en la gente, dicho con voz y mirada frescas, casi juveniles, en millones de hogares a las diez de la noche gracias a la tele; hasta el punto de hacer una legión mayoritaria de votantes sin partido político al uso que galvanizara a las masas.

El único secreto fue la receptividad de la mayoría social que deseaba seguir viviendo con tranquilidad y en paz, a despecho de los cantos de sirena a un lado de la balanza política y los augurios tenebrosos al otro lado. De hecho, hasta la presentida desmembración de la UCD  por las ansias personalistas de muchos de sus barones, y la enorme presión en contra del abulense por parte de los poderes fácticos de entonces — banqueros, militares, iglesia y similares —, con la ductilidad del monarca, Suárez siguió contando con el aprecio político, y yo diría que hasta personal sin haberle tratado, de la mayoría de sus votantes.

Dimitió, y con él se dio término a la primera y más importante etapa de la Transición, y cuando quiso volver, pasado un tiempo, ya se había pasado el suyo. El pueblo español es de mirar hacia adelante, como ya ha demostrado suficientemente a lo largo de su historia, y conducen su vida mirando siempre al frente. Para el pasado están los retrovisores, que solo sirven para comprobar si alguien quiere pasarnos.

Segunda época

Y aparecieron en escena, dejando los segundos planos, personajes como Felipe González, Fraga y Calvo Sotelo dando inicio a la segunda y última etapa de la Transición. En la primera quedó Suárez, con Carrillo en la tramoya, que ya nunca fue el mismo; y las esperanzas consolidadas de ningún salto en el vacío de millones de españoles.

Ahora, cuando todos le recordamos después de que él mismo perdiera su memoria hace un decenio largo, el mejor homenaje que podemos hacerle es echarle a nuestra vida un poco, al menos, de la mucha imaginación que él le echó entonces al futuro de España.

Gracias Presidente

Bueno, malo o regular, según los gustos, pero nadie podrá quitarle ya el lugar en la historia que le corresponde, por haber anidado en el corazón de tantísimos españoles la ilusión por un mañana sin sustos ni continuidades huecas. Desde mi modestia, solo me queda agradecerle en nombre de muchos cercanos que confiaron en él, y ya le esperan al otro lado de la vida, su extraordinaria aportación al bienestar común. Gracias, Presidente. Aunque no acabaras un libro en tu vida, según algunos de tus detractores cercanos, que de todo hay.    

lunes, 24 de marzo de 2014

CON LA COPA DE EUROPA EN EL HORIZONTE

Escribo estas líneas antes del partido Real  Madrid-Barça pero su resultado no será determinante, salvo que ganen los blancos, para lo que llevan todas las papeletas.



El Real llega al tramo final de la Liga con más carburante y mejores ruedas que su rival. Y también, como hace tiempo no pasaba, con un juego definido. Los barcelonistas siguen con el suyo de siempre pero han perdido demasiado tiempo en hacerle un sitio a Neymar, desperdiciando por ello la mejor aportación de su verdadera estrella, aparte de Messi: Iniesta. Ya dijimos que jugar por la banda izquierda con Alba o Adriano, el brasileño y el manchego era apostar por el atasco. Y de eso parece que se dio cuenta su técnico argentino y ya en la última aparición del capricho de Rosell lo hizo por la derecha.

Si el Barça continúa con tal sensatez puede plantarle cara a los blancos en el Bernabéu, e intentar la victoria para que la competición doméstica llegue con incertidumbre hasta el final. Contra el  Osasuna se vio algo de lo que digo, con Neymar en el banquillo. Ahora bien, si vuelven a las andadas se pueden llevar algo más que el disgusto de decir adiós a sus posibilidades.

El Madrid es una fábrica de goles basada en una defensa excelente, una media rocosa y jugona y un ataque demoledor. Como hacía años no tenía. Y con una condición que  han elevado a la categoría de arte: la velocidad. Justo la que le falta a los barcelonistas; ahí puede estar la clave no solo de la Liga sino de la Copa de Europa; en donde ambos tienen puestas muchas esperanzas esta temporada.

Y con esa meta en el horizonte inmediato se enfrentan en España. Para mí que los de Ancelotti tienen el título nacional en el bolsillo y mayores posibilidades también fuera. Salvo el Bayern de Guardiola, no veo ahora a ningún equipo a su altura. Y, además, han tenido la suerte de cara en el sorteo enfrentándose al club menos poderoso de los que quedaban. Por lo tanto, tendrán también menos desgaste. Lástima de la lesión de Jesé, que estaba llamado a tener un protagonismo relevante en estos meses, también con otro objetivo en su horizonte: el mundial de Brasil.

A ver si con esa desgracia le llegan más oportunidades a Isco y a Morata, dos auténticas joyas en su vitrina. El malagueño puede ser un jugador de época a poco que le den, y se dé el mismo, las oportunidades necesarias, porque debe apretarse más los machos para ser titular en un equipo en el que las partituras están fijas en manos de sus mejores solistas. Y el delantero canterano explotará, sin ninguna duda, en el equipo que le asigne ese número fantástico que es el nueve. Cuando juega ahora, dadas sus escasas apariciones, lo hace con demasiada precipitación, sin el sosiego y la calma que tan necesarias son para adquirir seguridad en el juego. Si le llegaran podría ser otro futbolista legendario

En el Barça, por el contrario, carecen ahora de canteranos en su plantilla que amenacen a sus titulares, y eso se nota. Con el mal negocio que hicieron con Thiago, de lo que los bávaros del Bayern se están aprovechando bien; su hermano Rafinha en el Celta, para gozo de los celestes; y Delofeu en Inglaterra, solo los fugaces destellos de los jóvenes a los que Guardiola dio oportunidades: Pedro, Busquets, Piqué y Tello, ya consagrados los tres primeros, hablan de su apuesta por la cantera. Y el canario, desgraciadamente, no juega lo que debería precisamente porque hay que hacerle hueco a quien ha costado, que se sepa, más de cien millones de euros.

En fin, que pase lo que pase esta noche –escribo esto por la mañana-  el Madrid continuará con todas sus opciones a todo y con un equipo muy engrasado y de toda fiabilidad, y el Barcelona, depende de cómo salga del Paseo de la Castellana, podrá continuar en la lucha doméstica o centrarse en Europa, donde, para colmo, le ha tocado un hueso con el Atleti de Simeone que se lo pondrá de todo menos fácil. Son unos gladiadores que no dan un balón por perdido y que también tienen sus opciones en todo; claramente menos en Europa. A los colchoneros les vendría muy bien un empate entre sus rivales, o una victoria azulgrana, para seguir con posibilidades.


Suerte para los mejores. Y goles.

miércoles, 19 de marzo de 2014

LA PUESTA EN VALOR

De fútbol hablamos todos sin cortapisas. Tanto los que hemos estado vinculado al llamado deporte nacional de cualquier manera – aparte del de la envidia –, como los que sin otras posibilidades ni obligaciones lo han hecho desde la grada o el sillón-bol, que es otra forma de ejercitar el cuerpo con menos riesgo para los meniscos.

Ayer domingo tuvimos la fortuna de poder charlar en una sobremesa con mi amigo Pedro Vidal en La Manga, con su entrañable Tina, maestra de verdad, a los mandos. Este cartagenero urbanita del campo, licenciado en ‘buscavidas’ y hasta maestro – máster, que se dice -, por la nada mentirosa ni endogámica universidad de la vida, con cuarenta y algunos años de experiencia laboral empinando la olla familiar, que se dice pronto, me dijo algo que excitó mis desgastadas neuronas: “Ancelotti ha puesto en valor el Real Madrid”

Venimos de una semana en la que se han evidenciado ciertas realidades. El Barça por fin ha encontrado una manera más sensata de rentabilizar deportivamente el ruinoso - por no hablar de desvergonzado - fichaje de Neymar. El conocido como Tata Martino, que vaya manía tienen los hispanos con apodar a sus deportistas con motes pretendidamente legendarios en cuanto empatan con alguien, tuvo el acierto de colocarlo en la derecha del ataque blaugrana. De ese modo, el chico pudo lucirse algo, que no es poco con lo que cae por la comanche Barcelona futbolera, pero sobre todo dejó que el mejor jugador culé junto con Messi, el manchego Iniesta, desarrollara su excelso juego ayudando a media parte de fútbol esplendoroso azulgrana. Ya era hora. En estas páginas venimos diciendo desde septiembre que la banda izquierda barcelonistas es una multitud improductiva con Alba o Adriano, Neymar y Messi; con dos, dada su calidad, bastan.

El Atlético tuvo su noche de gloria con el Milán, o Milan, que dicen los pretenciosamente ilustrados – deberían seguir hablando en italiano a continuación cuando lo llaman de esa manera, igual que los estultos del hat-trick en inglés -. Y bastó que sus legionarios jugaran a tope de sus posibilidades y un poco de suerte, porque de otra manera sería imposible dadas sus características reales. Los colchoneros cuentan con un medio que corre más que ningún otro del mundo, con el ‘metrónomo’ en la mano, Gabi, aunque no lo parezca. Y con dos ayudantes, Koque y Suárez, que aúnan calidad y fortaleza por igual, y unos medias puntas muy diferentes pero igual de efectivos como Arda y Raúl García, que unidos al ‘páncer’  Costa en estado de gracia y a la colaboración esporádica del eficaz goleador Villa, derriban las defensas enemigos a golpes. Si a ello le unimos una defensa rocosa en su centro y dos laterales aplicados que parecen saetas en cuanto pueden, los ex madridistas Philipe y Juanfran, con Courtois, uno de  los mejores porteros de mundo, hallaremos el secreto del bien ponderado Simeone. Todo un portento de equipo con escaso fondo de armario, vivo y con posibilidades en la Liga y en la Copa de Europa.

Es otro ejemplo de la puesta en valor que decíamos. Por el contrario, el técnico argentino del Barça ha menguado el del equipo que pusieron en sus manos. Sobre todo al del espíritu Guardiola, que como bien dice Xavi será siempre incomparable a ningún otro. Con el entrenador catalán Neymar difícilmente hubiera venido, y lo que es más grave, a Thiago nunca lo hubieran vendido. Al hijo de Mazinho se lo llevó él a Munich para hacerlo figura por 15 M de euros; poco dinero en comparación con lo que se mueve en esas alturas; sabiendo lo que podía esperar de su juego y dejando al listillo Rosell ‘enjugascao’ con el brasileiro, sus oscuras comisiones – por decir algo - y sus cosas.


Enfrente, como bien decía mi amigo Pedro, el italiano ha puesto en valor al Madrid haciéndole jugar a campeón, dando cancha a canteranos como Carvajal y Jesé, más su apuesta de futuro por Illarra e Isco, al que tiene que pulir ciertos desmayos; encontrando su sitio al excelente Modric y sabiendo marinear el tirón con el inicialmente lesionado Bale, y con los valores que ya tenían los blancos: su mejor goleador de la historia, Cristiano, el ‘guadiana’ Benzema y la brújula de Alonso, apoyados en el espléndido Ramos, en Marcelo y en sus seguros porteros, Diego y Casillas, más el contundente y alocado Pepe – qué lástima de cabeza, por cierto-. ¿Y para cuándo Morata?  

viernes, 14 de marzo de 2014

MÁS ESCUELA Y MENOS UNIVERSIDAD

Ya sé que el título puede levantar sarpullidos en algunos y sonrisas en otros, pero también razonamientos paralelos en bastantes.  Entre los primeros estará los severos defensores de la universidad para todos, como paradigma de una sociedad avanzada e imprescindible dentro de la engañifla general que hemos dado en llamar progreso, y entre los segundos aquéllos que, además, tildan de anticuados los valores que antaño constituían la base de la educación. Afortunadamente, entre los terceros habrá muchos de los que todavía caminan por el mundo con la urbanidad, el respeto, el saber estar a las buenas y a las malas, la generosidad solidaria, la honradez personal y la conciencia por banderas.

El adorable dinero

Mucho se habla de la pérdida de valores como la piedra angular perdida de nuestra estructura social, pero pocas veces caemos en que esos valores son en buena parte los descritos. El dinero se ha convertido en el norte de la brújula humana de nuestra sociedad. No hay nada más importante que correr tras él como meta, olvidando que en el mejor de los casos es sólo un medio para andar el camino con mejores posibilidades de alcanzar lo que de verdad merece la pena en la vida: ser un hombre en el sentido que Kipling le daba en su poema ‘If’; ¡qué gran lección de humanidad!

El sentido de la vida

Cuando se ha pisado la escuela, como todos; cuando se han pasado muchas horas amarrado al mullido banco universitario, como tantos; y, además, se ha trabajado, como la mayoría, teniendo la suerte como los menos de  hollar máster, miércoles, jueves, seminarios, cursos, jornadas y demás cuentos y cuentas sin fin en escuelas de todo tipo; algunas de negocios dirigidas y pontificadas demasiadas veces por quienes no han hecho un negocio privado en su vida, que ya tiene tela; se tiene un panorama, o escenario, que queda más in, para poder opinar. Y siendo todo ello valioso para quien realice estos estudios con verdaderos sentido: aprender cosas nuevas y, sobre todo, analizar dónde se encuentra cada cual dentro de lo que le rodea y a lo que aspira; se echa en falta también demasiadas veces el fallo por su base. Me refiero a que difícilmente se estudia con las materias necesarias las básicas. Ésas que deberían hablarnos del compromiso social como personas que se forman, se desarrollan y trabajan en un entorno de otras personas a quienes deben ser útiles. Como diría Víctor Frank, y trascendiéndolo socialmente, el hombre en busca de sentido.

Pero ese sentido hace años que se ha convertido en el de ganar dinero a costa de lo que sea. A eso se enseña en un porcentaje altísimo en todo lo citado. Así, vemos a infinitos y estúpidos licenciados en cualquier materia viendo dónde meter mano para obtener éxito rápido, que suele ser equivalente a ganar dinero igual de urgente y rápido para saciar el ansia de ser alguien en la sociedad. Porque, lamentablemente, todo ello es un reflejo de esa misma sociedad que así lo demanda en casi todo su conjunto. Y en el casi hay que contar con quienes todavía, pocos, entienden su vida de otra manera. Dinero sí, claro, porque si no se tiene es difícil poder hacer nada; pero no a costa de lo que sea ni para lo que sea. Dinero, sí, por supuesto, pero para andar el camino haciendo un mundo más habitable para todos. Dinero para un empresario como modo de hacer más empresa y crear más puestos de trabajo sirviendo eficaz y eficientemente a la sociedad. O igual para un profesional. Dinero para un trabajador como modo de sacar a su familia adelante dignamente. Dinero para cualquier persona con el fin de que pueda cubrir a satisfacción sus necesidades básicas. Dinero para las Instituciones públicas como materia prima de su equitativa contribución al bienestar general, etc. etc.

El bolsillo lo carga el diablo

Pero no dinero para ser cada vez más guapos, más rubios, más altos, más brillantes, más importantes y pertenecer a la media humanidad que deslumbra a la otra media. Ni para aprovecharse de ello pisando cuellos, vivir en golfo, apretar sogas de ahorcado, enchufar y ‘paniaguar’ a amiguetes y todos los etcéteras que se quieran poner. No sé si se me entiende.

El respeto de los Maestros de verdad

Y acabo por el principio. El otro día un amigo presentaba a otro  en un acto diciendo que era un maestro a la antigua usanza. De los que aún enseñan en su escuela desde la urbanidad o cómo alimentarse bien, a las materias escolares que tenía asignadas. Y uno se queda pensando en la utilidad de saber muchas matemáticas cuando se llega a la universidad, idiomas o lengua, por ejemplo; si se carece de lo básico: de saber el verdadero sentido de la vida. Ése que nos enseñaban antes de ser un hombre de provecho. Ya sé que a muchos les sonará a antiguo, y tal vez los sea, pero nadie podrá decir en serio que por ello sea malo,  inútil o trasnochado. Seguramente es mucho más importante de inicio que todo lo anterior.


Y es así porque lo académico se puede aprender en cualquier edad, ahora bien, lo básico, o se aprende de niño y jovenzuelo o ya no se alcanza nunca. Y luego tenemos lo que nos merecemos. Empecemos por el respeto. Miren a su alrededor.

martes, 11 de marzo de 2014

DE CARDENAL A LA SELECCIÓN ESPAÑOLA CON MURCIA AL FONDO

El Secretario del Estado para el Deporte ha propiciado esta semana un gran debate en la España futbolera y deportiva haciendo una loa al Fútbol Club Barcelona. Y se puede criticar la oportunidad o no de su irrupción comunicativa, incluso es muy discutible su apoyo directísimo a unos personajes que lo dirigen con más sombras que luces, pero lo que dice es incuestionable.

Hay pocos ejemplos, si es que los hay – Cardenal dice que no -, que muevan tanto deporte bajo su marca, ni que sus equipos sean más laureados, si salvamos al Real Madrid en fútbol y baloncesto o al antiguo Liceo Caixa Galicia en hockey sobre patines. O que apoye tanto como sus equipos a sus canteras. Otra cosa es que pague más impuestos que nadie, que eso habría que verlo.

Ahora bien, lo de que pertenece a la marca España es bastante matizable. Efectivamente lo es por cuanto en el mundo compiten como equipos españoles, pero muy a su pesar por culpa precisamente de sus dirigentes y muchos de sus aficionados catalanes, bien cebados por los políticos oportunistas de turno.

Y, finalmente respecto del responsable del deporte español, es impresentable que insinúe la existencia de una conspiración anti Barça con el epicentro claro en Madrid. Menos mal que no ha dicho en el Madrid blanco, pero eso parece desprenderse de sus palabras.   

Cuestión distinta han sido sus diferentes deportistas que han competido sin nada que reprocharles, sino todo lo contrario, con las distintas selecciones españolas. Y como ejemplos tenemos los éxitos del hockey, waterpolo, baloncesto y fútbol, sobre todo. A nadie se le oculta que la gloria de nuestros futbolistas internacionales en los dos últimas Eurocopas del 98 y 2.002, y en el Mundial del 2.000, se basó en gran medida en el estilo de juego del Barça y en sus jugadores. Los Xavi, Iniesta, Pujol, Piqué, Busquets, Pedro, Cesc, o Alba así lo atestiguan. Con su técnico detrás, claro. Y de eso se dio cuenta Luis Aragonés, en primer lugar, y Del Bosque le siguió a pie juntillas. Y dentro de esos deportistas catalanes que han hecho bandera de nuestra selección no podemos olvidar a los baloncestistas actuales Gasol y Navarro, o antaño Epì, que lo dan y  dieron todo por los colores españoles, incluso presumiendo de nuestra nacionalidad en todo el mundo.

Otro vocero habitual y respetado del fútbol, como Valdano, ha dicho que cuando se habla bien del Barça o de alguno de sus futbolistas ejemplares, tipo Pujol, parece que en Madrid hubiera que hacerlo en voz baja. Y en esto, aunque en otros temas sea también perfectamente criticable, lleva más razón que un santo. Y lo hace con algo tan sensato como la grandeza de reconocer los méritos del adversario. Y eso, sin ninguna duda, es patrimonio de los fuertes; de quienes no van por la vida con complejos, vamos. Hacerlo es hacer aún más grandes tus propios éxitos, al tiempo que un ejemplo de excelencia deportiva y hasta humana.

Me emociono cuando veo a Raúl halagando a Guardiola, o cuando éste dice que aquél ha sido el mejor futbolista español. Como  cuando el único balón de oro patrio, el gallego y ex barcelonista Luis Suárez, dice que Di Stéfano es el más grande de la historia. O cuando el atlético  Luis hablaba maravillas de su amigo madridista Paco Gento. Ejemplos hay para todos los gustos, pero éstos son los buenos. Los productos del extremismo forofo son la grasa que le sobra al deporte.

Y llegamos a nuestra Región.  El ‘Efesé no anda muy allá, pero los blanquinegros parece que han encontrado el modo de enderezar su rumbo económico, con Gómez  por fin en el estribo. Pero el Real se encuentra en fase terminal. Ahora sí, su centenaria historia está llegando a término.

Al señor Samper parece que no lo quedan conejos en la chistera, y salvo milagro de algún grupo inversor valiente, pero mucho, su final llegará con ‘la calor’ del próximo verano. Demasiados millones en la gatera  oscura ‘samperiana’ para tan escasos recursos. Al final, el otrora todopoderoso mandamás de la Liga de Fútbol Profesional, que en los años noventa, tras el ascenso del 93 a 2ª A, no quiso meter al Murcia en el Plan de Saneamiento, será el enterrador póstumo del equipo grana.  Quien a hierro mata… Pero ya hablaremos otro día de este triste asunto, con sus palanganeros murcianos por medio. ¡Ay, Señor!       

miércoles, 5 de marzo de 2014

UN MADRID REAL

Ya teníamos ganas algunos de ver a un Real Madrid que hiciera honor a su trayectoria. Y eso es lo que está haciendo desde que Ancelotti dio con la tecla de su mejor juego. Porque ahora sí se sabe a lo que juegan los blancos. Y, además, con dos de sus mejores características: la calidad y la garra.

Escudo Real Madrid


Aunque a mí personalmente me gustaría ver con más protagonismo a Isco y a Jesé, o a Morata, hay que reconocer que los que salen al campo lo hacen con las cualidades antes mencionadas. El técnico italiano prefiere a Di María en lugar del malagueño cuando la exigencia de los partidos hace que Cristiano necesite un escudero que baje a defender por su zona, caso del argentino, porque a él se le exigen otras cosas. Y lo del galo Benzemá es otro cantar. Es indiscutible su clase y el estado de gracia por el que atraviesa, pero eso debe agradecerlo a la paciencia que ha tenido el club con él, seguramente por ser un empeño personal del presidente Pérez. No recuerdo a ningún delantero centro que haya tenido sus oportunidades durante varios años. A cualquier otro, de tener su mediocre rendimiento hasta esta temporada, le hubieran largado sin más; casos de Negredo, Soldado o del propio Higuaín. Y no es que esté comparando, que son tan diferentes que sería absurdo, pero sí el puesto en el juegan y lo que cabe exigirle: el gol. En mi caso hubiese preferido al madrileño, ahora en el Manchester City. Y tiempo tendrá de demostrarlo en el próximo mundial, en el que será de la partida salvo contratiempos físicos.

Este Real sí es real porque el italiano flemático le ha dotado, además, de ese señorío que nunca debió perder. Y han sido tres largos años de hacer el ridículo fuera de los terrenos de juego con quien nunca supo en realidad dónde estaba. Aquel malandro lusitano, con la aquiescencia ‘tanqrediana’ de su desbordado presidente Pérez., más atento a sus negocietes palqueros derivados de la crisis económica  que al tema deportivo; se rebozó en la charca de sus propias inmundicias verbales y gesticulativas poniendo a los blancos contra todo el mundo mundial, incluidos muchos madridistas de siempre.

La otra noche en feudo ‘rauliano’ de Alemania y el domingo en la orilla del Manzanares, vimos las dos virtudes ancestrales merengues: el juego excelso y la lucha sin fin con una intensidad virtuosa en ambas, goles incluidos. En tierras teutonas dando una lección del mejor fútbol posible: dominio y llegada; y en Madrid con veinte minutos en cada parte de lo mismo, aunque con menos peligro porque la furia y el juego colchonero están a bastante distancia del de los mineros alemanes.

La Liga sigue como estaba, con los tres grandes clásicos en un pañuelo, aunque se me antoja que es difícil que se le escape a los madridistas porque son actualmente más fiables que sus oponentes, como ya decíamos hace algunas semanas. Arriba disfrutan de una capacidad goleadora sin parangón actual en el mundo.; tal vez sólo igualable por el Bayern de los españoles Guardiola, Thiago y Javi Martínez. Cristiano, Bale y el francés sólo necesitan media ocasión para golear. Y abajo tienen una defensa como hacía tiempo no gozaban, con dos porteros de las máximas garantías. Diego López y Casillas, junto con el barcelonista Valdés, deberían estar en la lista de 23 para Brasil. En el medio campo también andan bien, con Alonso de director de orquesta y Modric de solista amalgamador todoterreno. Y en la banda están Illarra y el citado Isco, que serían titulares en cualquier equipo de campanillas, para cualquier emergencia.

Llama la atención también la dualidad de sus cuatro laterales, dos muy ofensivos, Marcelo y Carvajal;  y los otros, Arbeloa y Coentrao, más defensivos.  Con los jóvenes y excelentes centrales Nacho y Varane,  y el medio Casemiro, esperando desde prometedora polivalencia.   

Un equipo  que ha encontrado la talla de su juego de siempre, y que enfila la recta final de la temporada con  sólidas garantías para aspirar a todo, teniendo en cuenta sobre lo señalado la excelente condición física que atesora; cuestión imprescindible en el último tercio de las competiciones para salir campeón. La hora de la verdad taurina. Cuando el brazo debe estar suelto para sujetar la espada con empeño y acierto, basándose en un corazón potente y unas piernas sueltas. Sin olvidar la cabeza, claro, que es donde anidan las otras virtudes. ¡Suerte!    
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