miércoles, 26 de septiembre de 2018

HIPÉRBOLES, CENUTRIOS Y RAMPLONES


HIPÉRBOLES, CENUTRIOS Y RAMPLONES
A veces el presente nos reconcilia con el pasado. Es indiscutible que el Real Madrid hizo un partidazo contra el Roma y  que los madridistas y los buenos aficionados disfrutaron hasta la añoranza por los equipos que tanto nos hicieron disfrutar. Pero pontificar que el de Lopetegui es el mejor Madrid de los últimos años o compararlo con escuadras legendarias como el Barça de Guardiola es una hipérbole. Una evidente exageración producto de la euforia transitoria porque acaban de iniciar el camino; el partido contra el excelente Español de Rubí lo manifiesta.
Sin embargo, muchos de esos aficionados sí empiezan a distinguir el trigo de la paja. Nada más acabar el partido de Champions me dijo mi amigo Juan Ignacio, el Maestro Ibarra, que había disfrutado como hacía tiempo y que la proyección que intuía en el juego de los blancos le gustaba incluso más que el mejor de la quinta del Buitre. Y llevaba razón, porque al núcleo esencial de este Madrid le avalan tres Champions consecutivas y a aquel que reinó durante cinco años en la Liga con fases exquisitas de juego le faltó la guinda de coronarse también en Europa. Otro futbolero añejo, Antonio Sánchez Carrillo, señalaba, no obstante, que la falta de efectividad ante el gol, porque pudieron ser seis o siete goles en lugar de tres, era preocupante. Y le asistía también la razón. 
A ese respecto, Julián Fernández, vecino  y amigo de las Bojadillas de Nerpio, menos ducho en temas futboleros, me comentaba acertadamente el sábado viendo el partido contra el Español que el Madrid jugaba más como equipo sin Ronaldo. Es lo que apreciamos desde que el luso no acapara la finalización del juego blanco y lo que da valor y lustre al trabajo de Lopetegui. Realmente es un juego más atractivo por mucho que la sombra de Cristiano seguirá siendo alargada hasta que el rejuvenecido y españolizado equipo merengue empiece a cuajar en títulos lo que ofrece y promete en vistosidad.  
Creo que esas tres opiniones reflejan la realidad del Madrid. Como también la subraya que al margen de tropiezos puntuales y fases grisáceas, que son consustanciales a todos los equipos del mundo a lo largo de la historia, es muy atrayente para el aficionado; engancha.
Como engancharon en su momento y ya no hay quien las pare algunas tontunas que ciertos cenutrios pusieron de moda hace años. Por ejemplo, eso de llamar hat-trick en lugar de triplete a hacer tres goles,  que ya lo dicen hasta los niños en las escuelas de fútbol o por la calle y lo repiten sin cesar desde demasiados comunicadores veteranos hasta quienes cogen una alcachofa radiofónica o televisiva por primera vez o quienes empiezan a emborronar cuartillas.  Con lo rico que es nuestro idioma para definir o adjetivar cualquier vicisitud diaria o futbolera, nunca faltarán  cenutrios que adapten anglicismos de fortuna debido a la ramplonería galopante que nos asola.  De pena.
Como lamentable es que otros lumbreras, seguramente por presumir, se arroguen sapiencias de las que carecen al hablar de jugadas de estrategia. Si ya es absurdo que quienes dictaron en su momento los manuales en las escuelas de entrenadores llamaran estratégicas a las jugadas ensayadas a balón parado, cuando en cualquier otra actividad nunca se entiende lo estratégico como puntual ni a corto plazo, desde la ciencia de la guerra a las organizativas, políticas o empresariales, por citar las más comunes; resulta tan hilarante como ridículo y desesperante que esos indocumentados llamen jugada de estrategia a cualquier saque de esquina, de banda, falta o golpe franco. Y citaré un ejemplo real que no hace mucho leí por ahí.
El titular decía: “Hat-trick de estrategia de Cristiano”. A saber, el goleador blanco había marcado una falta directa, tras desviar un defensa el balón;  había hecho el segundo de cabeza en un saque de esquina tras salir el portero a por uvas, cuando lo tenía todo a favor para agarrarla o despejar la pelota; y había hecho el tercero tras rechazar otro defensa una falta lateral botada por Kroos. Es decir, que todas esas circunstancias las había previsto en los entrenamientos el estratega de turno de Zidane para las jugadas ensayadas de balón parado.
Volviendo al principio, esperemos que el Madrid de Lopetegui no eche en falta los dobletes y tripletes de Cristiano, sean de mal llamada jugada estratégica, giliestrategia, tontiestrategia o lo que sea.
Y que los comunicadores enriquezcan su lenguaje y sean menos cenutrios y ramplones.     


lunes, 10 de septiembre de 2018

LA VELOCIDAD POR BANDERA, MAGISTERIOS FUTBOLEROS Y ARCANOS MURCIANOS



Asegura Juan Manuel Asensi, quien fuera jugador importante del Barça y de la Selección un decenio largo en la década de los setenta del siglo XX, que su mejor entrenador fue Rinus Michels. Y eso que los tuvo de mucho relumbrón, como Di Stéfano en el Elche, quien lo ubicó de interior desde el extremo izquierdo en que jugaba de juvenil, y Kubala en el Barça y en el combinado nacional. Y cuenta el desgarbado y excelente futbolero alicantino que el técnico holandés les obligaba a jugar en el centro del campo a uno o dos toques; uno para cortar o controlar y otro para pasar.  El que no lo hiciera así, relata divertido, jugaba poco. Eso es velocidad tanto mental como física, que es el camino más directo hacia la portería contraria cuando se hace vertical. Y, también, lo más complicado  del fútbol. Por eso, solo los futbolistas privilegiados son capaces de interpretarlo y, como en todo deporte, es lo que diferencia a los buenos de los aparentes.
Viene a cuento de lo observado en el Real Madrid de Lopetegui y lo que mostró a ratos en Londres la Selección de Luis Enrique, sobre todo en el primer tiempo. El Barça, construido en torno a Messi, es otra historia porque dispone del mejor del mundo y con la velocidad por bandera.
Algunos recordamos con nostalgia y pesar el juego español antes y durante el mundial de Rusia. Tengo pocas dudas sobre lo que hubiera resultado de aplicar el marchamo de la velocidad y la presión alta, aparte de salir con dos puntas y prescindir de jugadores que nos hicieron jugar con uno menos: estaríamos hablando de laureles reverdecidos.
Luis Enrique ha comenzado con tan buen pie que no tengo reparos en corregir la presunción negativa que hice sobre su nombramiento. Si de verdad persevera, tanto en el juego como en la elección de nuestros internacionales, se habrá ganado mi humilde aplauso junto con el que de verdad importa: el de la esperanzada afición española, aunque tiene una ardua tarea por delante; en lo deportivo lo tendrá más fácil que en lo personal. Y es que, a las malas, que ojalá no lleguen, el pasado siempre vuelve y algunas palabras y actitudes suyas fueron tan desafortunadas como evitables.
El juego rápido es sinónimo de gol, que es la finalidad del fútbol, y perderse en adornos,  ruletas y regates en el centro del campo todo lo contrario. Como muestra, Isco, uno de nuestros mejores jugadores, es útil al borde del área contraria y una rémora demasiadas veces cuando baja al centro o a campo propio. Lopetegui parece que lo tiene claro. Prefería a Thiago atrás y al malagueño de media punta. Y Luis Enrique también, con el hijo de Macinho y el ilicitano Saúl detrás, a quien Simeone descubrió para el fútbol grande.
 A ese respecto, cuando un jugador cuaja o empieza, los mejores técnicos son quienes consiguen su mayor eficiencia acoplándolos adonde pueden ser más eficaces. El técnico atlético es un consumado maestro, como lo demostró también con Juanfran, bajándolo del extremo a defensa lateral derecho, y con Lucas Hernández, a quien ha hecho un defensa izquierdo campeón del mundo. Antes hemos comentado a Di Stéfano y a Asensi. Y podríamos seguir con Cruyff y el vasco Goicoechea, haciéndole lateral internacional desde el extremo, o apostando por el que decían medio centro enclenque Guardiola. O Emery y Alba en el Valencia, y tantos otros.
EN MURCIA TAMBIÉN HUBO MAESTROS
Cuenta el gran capitán murcianista Vidaña que José Víctor, el mejor técnico de juveniles murciano con el maestro Fernando Vidal, lo reconvirtió en defensa central desde el extremo izquierdo cuando vino desde Padules. Y que lo enseñó a saltar de lado para ir de cabeza, anteponiendo el hombro en lugar del pecho frontal. Eso es magisterio.
Ahora andamos buscando un interpretador de arcanos. A ver, si De la Vega muestra escrituras y Gálvez poderes, ¿ejercitó realmente la opción de compra que le otorgó Moro, con sus supuestos condicionantes, y el oriolano  una compra incauta de las que ya estaban vendidas, lo que implicaría  la consiguiente estafa, o actúa solo como apoderado del extremeño y confía en la ampliación de capital para quedarse con el club? Otras dudas, como expusimos, son si don Mauricio pagó algo de verdad y, en su caso, cuánto desembolsó el paisano del llorado Miguel Hernández.
 Y mientras, amigo murcianista, el balón sigue rodando. ¡Ay! “compañero del alma, compañero…”        

martes, 4 de septiembre de 2018

OCTUBRE ROJO



El Real de Lopetegui juega muy bien y golea. Ya gustó en la Supercopa de Europa aunque no ganara por desafortunados detalles defensivos, al margen del repaso que le dio el Atlético en la prórroga con un acertado Simeone en ciertos argumentos tácticos.
Parece que el primer título europeo de la temporada genera síndromes contradictorios. El Barça salió trasquilado el año pasado frente al Madrid y, sin embargo, empezó tan enchufado en la Liga que antes de Navidad ya la tenía en el bolsillo. Y este año se repite el comienzo con el perdedor europeo hecho un cohete y el vencedor pasando penurias. El Madrid juega súper engrasado y al Atlético le chirrían las bisagras. Advertimos que los colchoneros no deberían caer en la euforia porque el partido lo perdieron los merengues; Simeone ha podido comprobarlo en cuanto ha empezado a competir. Dos goles a favor y tres en contra en tres partidos de liga y la espesura por argumento le marcan el camino. Con ese plantillón  debe reflexionar. Además, es contradictorio con la esencia de su pasado.
Lopetegui, cara de la moneda anterior, está convenciendo a todos. Reconozco que a mí el primero. Y no por el juego atractivo, que ya lo conocíamos de su paso por la selección, sino porque está consiguiendo lo que muchos negábamos: que Benzema y Bale encuentren la continuidad de su mejor vena goleadora desde que visten de blanco. Al paso que llevan cualquiera puede optar al Pichichi, o los dos, aunque aún sea pronto. Y más que por sus goles por la facilidad con que los hacen y la cantidad de oportunidades que tienen y tendrán con sus surtidores de juego: Isco, Kroos, Asensio, Marcelo, Carvajal y Ceballos son capaces de darles varios balones de gol por partido, aparte de los que pueden facilitarse entre ellos o a sí mismos. Un espectáculo este Real Madrid de tan nuevo cuño y éxito que nadie se acuerda de Cristiano Ronaldo, lo cual es paradigmático de lo que pueden hacer esta temporada por mucho que también sea cierto que todavía no han llegado las cuestas. Enseguida llegarán y será cuando podamos contrastar lo que ahora apuntan. Octubre será el mes rojo de los blancos. Si lo superan con éxito será difícil pararles porque, sumada a la calidad, su confianza  subirá exponencialmente. Otro logro importante de Lopetegui es hacerles jugar rápido a uno o dos toques, como tanto hemos anhelado, y desahogar los atascos con cambios de juego constantes. Da gusto verles jugar y presionar. Y nadie nombra a Zidane con nostalgia; ¡para descubrirse!
Y llegamos a Luis Enrique. Al margen de lo acertado o no de su primera lista, de la que es muy dueño, empezó queriendo hacerse el simpático, pero la bufonada de preguntar a sus colaboradores si empezaban con el himno, marcándose un amago de la posición de firmes, es sencillamente lamentable. Además, a los sobrados antipáticos les queda feo impostar cercanía y sencillez; parece que quisieran reírse del personal. Más le vale empezar con buen pie ante Inglaterra y Croacia porque si pintan bastos necesitará casco de acero.
Desde el punto de vista deportivo, me parece tan acierto la selección de Marcos Alonso como error la ausencia de Aspas. El nieto de Marquitos es para mi gusto el defensa español de más personalidad junto a Ramos y Carvajal. Y el gallego es, con diferencia, el goleador español de más calidad.  No obstante, parte de la grandeza del fútbol es la cantidad enorme de opiniones que genera, con o sin argumentos y más o menos apasionadas, pero a todas les llega su San Martín. Los resultados y el tiempo dan y quitan razones aunque a veces no aparece ni estaca.  
TRAS EL VERANICO DE LOS MEMBRILLOS
El Murcia, el Cartagena, el UCAM y el Jumilla también tendrán su octubre decisivo. Entonces sabremos a qué aspiran en realidad y qué Liga jugarán. Los dos primeros tienen el ascenso como objetivo ineludible, los universitarios son una esperanzadora incógnita y los vinícolas han empezado con buen tono.
También sabremos si al Murcia le llegan los dineros, si logra Gálvez los apoyos que demanda, si sale o no del embrollo legal que lo nubla y si cuajan o no las expectativas deportivas que ha generado.  Y, en la ciudad departamental, con buenos mimbres, si echan de menos o no a Monteagudo, un técnico excelente al que la suerte abandonó; y si han superado la orfandad mediocampista que padecen.
¡Suerte a todos!


         

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