sábado, 31 de marzo de 2012

LA TORRE DE BABEL

Una ventaja que tienen las actividades comunes de muchas personas es la enorme oportunidad que alumbran para poder compartir o contraponer opiniones coincidentes o discordantes, y eso favorece enormemente la comunicación social. El fútbol no es una excepción. Alrededor de este fenómeno de masas pululan todo tipo de criterios tan respetables como dispares. En España, especialmente, por ser el deporte rey, siempre se ha dicho que dentro de cada aficionado hay un técnico o seleccionador en potencia. Ahora mismo tenemos la gran dicotomía de los aficionados madridistas y barcelonistas en la que tercian todos los demás. Hay a quienes nos gusta más el juego que destilan los blaugranas como pacientes artesanos del balón y a quienes les subyuga el trepidante ritmo que imponen los blancos. Se podría decir que en el estilo de los de Guardiola el más rápido es el balón por la velocidad que le imprimen sus jugadores jugando a uno o dos toques y los de Mourinho, por el contrario, imponen su rapidez y pegada, pero ambos se basan en la enorme calidad de sus futbolistas. 

 Tenemos la suerte de poder seguir diariamente las vicisitudes de los que sin duda son hoy los dos mejores equipos del mundo y esto lo echaremos de menos cuando pase esta gloriosa época del fútbol español, refrendada y coronada por el gran momento de nuestra selección nacional que aúna las coronas de Europa y del Mundo. Nos guste más una forma de juego u otra lo más sabio es que disfrutemos del momento, pues somos las generaciones de aficionados actuales las únicas españolas que han podido hacerlo históricamente. Esto no va en detrimento de que sigamos discutiendo de fútbol en la menor ocasión que tengamos, sin pasarnos, claro, que es una forma de hablar de temas poco comprometidos entre amigos. Cuando las conversaciones derivan hacia otros campos más delicados, como la política, por ejemplo, el asunto puede caminar por sendas más espinosas y quebradas. Esta es otra de las ventajas que tiene el fútbol. 

 Es mejor, por lo tanto, subir por las empinadas cuestas de la Torre de Babel futbolística que por otras, que tampoco le van a la zaga en cuanto a disparidades seculares, pues en ese sinfín de lenguas veniales de todos los colores podemos hallar hasta momentos realmente divertidos. Sólo escapan a estas sanas contradicciones las posturas extremas que alberga el ‘forofismo’, y más aún cuando se les agregan ingredientes que no deberían dar sabor a este maravilloso guiso: temas políticos, prejuicios interregionales, etc. Dejemos el fútbol en su dimensión y olvidemos las otras cuestiones que para nada suman, sino todo lo contrario. Todos sabemos que son muchas veces los presuntamente ofendidos por esas posturas quienes en realidad son los culpables, por hacer banderías de temas con demasiadas aristas, pero en realidad no son sino complejos de inferioridad que manifiestan en el fútbol porque son incapaces de mantener con rigor histórico y verdadera dignidad esos asuntos en sus foros correspondientes. Me refiero, claro está, a ciertos especímenes vascos y catalanes que confunden el culo con las témporas. Pronto tendremos un ejemplo de lo anterior en la próxima final de Copa entre el Barsa y el Atlètic. 

 Es lamentable que ensucien la extraordinaria gesta futbolística de sus canteras en el fútbol mundial con posturas ridículas; el mérito indiscutible de sus jóvenes jugadores y de los técnicos que apuestan por ellos; y la gran aportación que hacen al fútbol nacional nutriendo nuestras selecciones. Y, lo que es peor, la gran división que generan entre los buenos aficionados españoles que otrora eran seguidores suyos. Muchos se avergüenzan de serlo por esas cuestiones. 

 Al respecto de esta bendita Torre a la que me refiero, me acuerdo cada día más de aquella ‘Conquista de la Cumbre’ que hacía el inolvidable Baldo en la prensa murciana hace ya demasiados años. ¡Qué lástima que no existiera siempre esa gracia en cuantas clasificaciones y opiniones futbolísticas se hicieran! Sería muy sano que todos nos diéramos cuenta de que el fútbol es sólo un juego para nosotros, los aficionados, y una profesión para quienes viven de él, y no un campo de batalla donde dirimir otros asuntos.

 He sacado hoy a colación este asunto porque andamos iniciando la recta final de todas las competiciones y se avecinan momentos de alta tensión. Ojalá que nunca más tengamos que lamentar cosas como en el pasado. Y estamos en puertas de partidos decisivos donde coincidirán miles de aficionados diversos. Haya cordura.

viernes, 23 de marzo de 2012

LOS IDUS DE MARZO

Se dice en la huerta que el agua siempre va a lo hondo y no pide escrituras.

Lo del Madrid en Villarreal fue un sainete esperpéntico. En el club amarillo D. Fernando ya no las pone y bastante hacen sus jugadores con evitar, de momento, los puestos del tembleque, y la ‘mouchachada’ blanca pensó que jugaban contra un equipo mayor. Con Senna de mariscal de campo; ¡qué partidazo hizo, a medio gas, quien fue clave en la conquista de Europa por España! y con muy poquito más, los amarillos le birlaron dos puntos. Con Borja Valero, canterano blanco, tendríamos roto en lugar de descosido. Y todo en gran medida por el rácano planteamiento táctico de D. Xosé. Pero es mejor echarle la culpa a un árbitro que pasaba por allí y le vino el partido grande. Este buen señor perjudicó a los dos equipos pero sobre todo al más débil: dos penaltis escamoteados con empate a cero. Quien perjudicó al grande fue su propio técnico con la división acorazada que plantó en el centro del campo para tapar al medio pensionista Senna, y con la crispación que día sí y día también insufla a sus jugadores al calor de sus propios complejos entre quejicas y narcisistas.

Seis puntos, que de haber liga serían tres por la visita al Camp Nou, es una distancia inquietante que en manos de alguien con poso y sabiduría serían suficientes para encarar el tramo final con inteligencia; máxime con el ‘plantillón’ que hay. Pero me temo que se desatarán de nuevo todos los males que ya conocemos: irascibilidad, culpas a todo el mundo, expulsiones, mal juego y peor educación, victimismo, etc. Sólo la gran categoría de jugadores como Casillas, Alonso o Ronaldo podrán salvar la situación y hacer que se cumpla la gran promesa de las segundas temporadas de su técnico. Pero si por los azares del fútbol estuviéramos al final entre división de opiniones, bronca y gran bronca, el numerito de algunos sería de pasmo. Empezando por D. Florentino, que observa impávido, como un D. Tancredo, la conducta impropia de su valido luso. De no revertir los nervios en el Real se avecinan efemérides luctuosas para el madridismo. Quien siembra viento recoge tempestades.

Por cierto, el otro día tuve la enorme fortuna de ver en directo en Sevilla cómo los magos del Barsa hacían chico a otro equipo. Lo de Xavi, Iniesta, Messi, Fábregas y Alves no es fútbol, es magia ¡Mira que es difícil jugar así de bien y qué fácil lo hacen!

Y es que, en los dos casos anteriores, el agua no pide escrituras y busca los hondos. El Madrid, que goza del mayor presupuesto de su historia y ha gastado lo indecible para hacer una plantilla campeona, quizás no ha puesto al frente al director ideal. Manejar el juego y la imagen del mejor club del Siglo XX no es para un ‘niño terrible’ por muchos títulos que tenga, que muchos más tiene el club, sino para un caballero con sabiduría futbolística y carisma social.

En el caso del Barsa, mientras esté Guardiola, el agua seguirá buscando el paradigma de un juego excelente con la filosofía de su cantera. Cuando no esté, serán otros ‘llorares’; que todo llegará.

Mientras, los Páramies, Godall y cía., ‘boquerones’ mitad loros y mitad mofetas, esparciendo su basura. Y lo que nos espera.

Por la región tampoco andamos huérfanos de tormentas. El presidente del Cartagena hablaba de ascenso y, ahora, de pegar fuego al estadio con los jugadores dentro si se consumara el descenso. Quizás tendría que pensar en exorcizarse por algunos de los vientos que sembró, como echar a Juan Ignacio Martínez y creer demasiado en ciencias alternativas; por no hablar de brujerías. A su favor hay que decir que si no fuera por él el Efesé no habría conocido sus mejores años futboleros con varias temporadas en lo más alto de segunda con casi ascenso incluido A cada cual lo suyo, pero creo que ya está el hombre harto de usar su cartera para dar lustre al Cartagena y más pronto que tarde dejará de ponerlas. En este caso el agua también irá a lo hondo: descensos, impagos...desapariciones. Ojalá me equivoque.

En el Murcia dicen que la próxima será la del ascenso obligado ¡Joder, y ésta qué era! ¿La del bacalao? Aunque no engañaron, dijeron que la meta era mantenerse y en ello están.

¿La liga? Uf, ahora soplan iracundos los idus de marzo.

viernes, 16 de marzo de 2012

DE ‘BOQUERONES’, PÚAS Y ALCAYATAS

Volvió a moverse el patio del tema arbitral y salió un ‘boquerón’. El Sr. Godall, directivo del Barsa con el inefable Laporta, tan buen presidente en lo deportivo como nefasto en lo demás, sacó a pasear su lengua afirmando que con su baranda los árbitros se portaban mejor con los culés; tremenda revelación para goce de los profetas del manoseado ‘villarato’, pues viene a darles la razón en su tesis de que bajo el manto de Villar perpetró el incombustible Sánchez Arminio, a la sazón cacique de la banda arbitral, tropecientos atentados contra la integridad blanca, y de ahí la justificación de los numerosos éxitos recientes blaugranas. Y se gustó el hombre haciendo alardes para mayor demostración de sus conocimientos del tema. Afirmó sin que le temblara la lengua que cuando Laporta apostó por Villar en las famosas elecciones de 2.002, frente al candidato amadrinado por Florentino, empezó a poner las bases del reinado culé en España. Remató su ‘faena’ enarbolando el tótem de la mafia federativa en el fútbol diciendo que Laporta había ganado muchos puntos en los despachos; no se puede destrozar más en menos. Lástima del trabajo de Guardiola.

Comulgando con el desenfreno verbal del otrora directivo barcelonista llegaríamos a la conclusión de que Messi, por ejemplo, no es Lionel, el argentinito que fichó Rexach para el Barsa siendo un niño ‘mal crecido’, sino Laporta travestido de futbolista azulgrana sobre impecable traje celeste con barretina, aunque mal llevado y peor lucida; porque al hombre no le da la percha para buen corte.

Siendo facilón, con amigos ex directivos como Godall no necesita el Barsa más enemigos. Y todo con el silencio cómplice del propio Laporta y la ayuda del jefe de la cosa económica con él en el Club, el vistoso Martí de las chaquetas multicolores y corbatas a juego, terciando con aquello de que a Rosell le tiemblan los labios cuando se le nombra al antecesor. Lo que le tiembla a éste es la honestidad cuando se le vincula con algunos mandamases del fútbol brasileño en asuntos de cierta turbiedad, y a los ‘Laporta boys’ la cartera y el alma por haber dejado el provechoso palco azulgrana.

Los árbitros, generalmente, siempre han acunado a los grandes en decisiones dudosas, cuando no en flagrantes ayudas en casa y a domicilio, al margen de torpezas como la del Sr. Pérez cuando quiso mangonear a la Federación con un candidato de su confianza y le salió mal la jugada. Porque ahí Laporta fue más sibilino, dejándole con el culo al aire después de haber pactado con el madridista y otros presidentes de su cuerda la laminación de Villar, cambiando el voto en el último momento a favor del vizcaíno. Obviamente no sabemos cuánto le daría el equipo directivo de la Federación al Barsa a partir de eso momento, pero lo seguro es que no le quitaría nada.


Cambiando de tema, se acaba de conocer que los clubes de fútbol le deben al Estado más de 700 M. de Euros y que las correspondientes púas abarcan todo el espectro futbolístico profesional español más los lacerados de 2ªB. Parece que el único club grande que no debe nada de esto es el Real Madrid, que con D. Florentino al frente y con su cabeza ha devenido en institución seria en lo económico ¡Chapeau por él! aunque ya veremos cómo queda cuando lo deje.

El fútbol español es brillante en lo deportivo y un desastre en lo económico. Lo primero es reciente y lo segundo recurrente desde hace unas décadas; recordemos los sucesivos planes de saneamiento. Y esto es así desde que los clubes segundones de primera quisieron destronar al Madrid y al Barsa del podio y comenzaron una locura de gastos que bien merecería algún sainete de los hermanos Álvarez Quintero. Algunos presidentes encajarían bien en sus patéticos personajes. En Valencia, como ejemplo, olvidan su realidad histórica echando periódicamente a buenos técnicos porque ser terceros no les vale; mientras, en la ruina. Otro asunto son los equipos de tercera línea. Olvidaron la cantera y la mesura, justo por donde pasa el futuro, y ahí les duele crónicamente.

Las alcayatas donde han colgado algunos equipos sus ambiciones se están oxidando. Ya no ‘las ponen’, y poco a poco vuelven a su sitio. Muchos quieren ser lo que no pueden y el agua siempre va a lo hondo. Para seguir derrochando habrá que buscar alcayatas rusas o árabes. Mal pájaro en la bardiza.

sábado, 10 de marzo de 2012

DE ÉMULOS, COMPARACIONES Y AUSENCIAS

El otro día me quedé pasmado escuchando a un comentarista hablando de Messi. Decía el hombre que el argentino ‘había hecho un hat-trick y dos goles más”. Quizás ahora en las escuelas deberían enseñar a sumar de esa manera. ¡Qué disparate!, con lo fácil que es decir que ha hecho cinco goles en un partido. Y es que la gilipollez de los modismos en el fútbol engancha. A alguien se le ocurrió copiar a los ingleses y denominar como hat-trick el hacer tres goles en un partido y se quedó tan pancho. Luego vinieron los imitadores queriendo emularlo y ahora ya es común entre los periodistas y futboleros. Y todo por incorporar dándose importancia la lengua de Shakespeare al lenguaje futbolístico. Es verdad que en el uso del inglés tienen la ventaja de la economicidad de letras y palabras para diversas definiciones y matizaciones pero en español también se puede hacer. ¿No queda más bonito decir que ha hecho un tres en uno? O en el caso citado hablar de un cinco en uno. Sólo tres palabras cortitas en lugar de las cuatro usadas por aquél más el anglicismo compuesto. Lo más triste es que estos émulos se creen por ello más cultos deportivamente hablando.

Ocurre lo mismo con otras acepciones. Por ejemplo con el uso del término de estrategia para hablar de jugadas ensayadas. Ahora, cuando un equipo marca un gol en el saque de una falta y otro a la salida de un córner dicen que ha ganado con dos goles de estrategia. Y ya, en el colmo del absurdo, hasta a un gol de falta directa o a un penalti le llaman jugada de estrategia. El otro día, en un programa de una televisión regional, afirmaba un  sesudo experto futbolero que la estrategia en el fútbol es muy importante. ¡Joder, claro!, y en todo. Pero lo pobre de su reflexión no era esa obviedad, sino que se refería exclusivamente a simples jugadas ensayadas. Hombre, yo creo que la estrategia debería ser otra cosa por aquello de la importancia que tiene en su origen como planificación inteligente en la ciencia militar; concepto luego incorporado a otros campos como la empresa y diversas actividades humanas. Todavía, si sólo hablaran de estrategia cuando se coordinan varios jugadores para llevar a cabo diversas acciones, tendría pase, pero tirar una falta junto al poste o ajustada a la escuadra es habilidad y no estrategia. Pero amigos, esto no hay quien lo pare y lo peor es que crean hábito entre muchos emuladores; ya digo que la tontuna es muy contagiosa.

Hablando de Messi, debido a sus magníficas actuaciones ya le llaman el mejor jugador de la historia. Y puede llegar a serlo pues sólo tiene 24 años. Pero compararlo con fenómenos como Di Stéfano o Pelé ya es otro cantar. D. Alfredo no ganó ningún mundial pero fue el mejor como jugador total, pues lo mismo sacaba un balón jugado desde su área  organizando a su equipo que lo hacía  recibiendo en el centro, era rapidísimo y un gran goleador. Aparte ganó cinco copas de Europa consecutivas siendo el alma del Madrid y muchas ligas en Argentina, Colombia y en España. Pelé supero ampliamente los mil goles oficiales y ganó tres mundiales maravillando con su juego. Son diferentes.

 Son más comparables Cruyff y Di Stéfano, por ser todo campistas de gran carácter, rapidísimos y muy goleadores, salvando las distancias  en favor de D. Alfredo; y Pelé con Maradona y Messi por jugar  de medias puntas, con clara ventaja, todavía, del brasileño.

Puestos a comparar, entre Cristiano y Puskas, los dos mejores goleadores que recuerdo en el Madrid, el luso es más completo: golea con las dos piernas, iguala la fuerza del cañón húngaro en el golpeo, es más rápido y va muy bien de cabeza.

En cuanto a ausencias, ¿alguien nos puede explicar dónde están los futbolistas murcianos? Hay media docena por ahí. Antes, recuerdo al Murcia o al Cartagena con la mayoría de sus plantillas nutridas de jugadores de la tierra, sobre todo en segunda. Cuando coincidieron con el Ciudad de Murcia tenían entre los tres no más de media docena. Con buenas instalaciones, muchos equipos y tantas escuelas, ¿no salen?

¡Ay! los Tatono, Juan Antonio,  Silvio, Borja, Sergio, Barrera, Cuenca, Herrero, Macanás, Pelegrín, Angelín, Mompeán, Joaquín, Vidaña, Murciano, Ruiz Abellán, López, Canito, Ruiz, Amorós, Sebas, Sánchez, Eugenio, Juanma, Egea, Añil, García Murcia, Arango, Melenchón, Cordero y tantos otros… ¡si volvieran!  

El CAJICIDIO, OTRA PÉRDIDA DE VALORES

Como en otras realidades sociales, el acoso y derribo a las Cajas de Ahorro también hunde sus raíces en una pérdida de valores.

En España había después de la crisis de los noventa  más de sesenta Cajas Confederadas de larga tradición con razonables balances y resultados cada año, y tanta raigambre social y económica que encabezaban los índices de popularidad y buena imagen en sus zonas operativas. Desde que nacieron las primeras en el S XIX para amparar al pueblo llano ante la usura y hacer obras benéficas sociales y asistenciales con los beneficios que obtuvieran, vertebraron social y económicamente a las clases medias y bajas españolas prestando un servicio decisivo al desarrollo social y a la economía nacional.

Tras el estallido de la crisis actual el panorama cambió radicalmente. Por diversas razones y con el denominador común de la pérdida de sus valores de origen, quedaron  una docena de Cajas en buen estado financiero y económico, varias decenas razonablemente regular pero con perspectiva estable con apoyos puntuales, y sólo otra  docena en situación complicada que habría que haber aislado para evitar contagios y acabar absorbidas por  entidades financieras de mejor balance.

En esa situación, el Banco de España intervino con debilidad inicial ante las presiones políticas periféricas, básicamente, y flagrantes improvisaciones y desatinos, como los difusos SIP, cambios de criterio sobre capital recurrentes, y algunas inspecciones nunca bien esclarecidas; recordemos ‘el peor de lo peor’ de F. Ordóñez respecto a la CAM cuando estuvieron dos años sin salir de ella. Y, paradójicamente, se desataron los demonios que han llevado a su desaparición bajo un gobierno nominalmente socialista, aunque no único culpable.  Unas entidades creadas para el pueblo más necesitado  desaparecen dejando  un rastro de damnificados en algunos casos enorme y con una imagen tan desastrosa como inmerecida  en general y, lo que es peor, desamparando, como el tiempo demostrará, a millones de españoles que quedarán a merced de una docena de entidades financieras de ámbito nacional y  fácil entendimiento oligopólico para oprobio de su inerme  clientela. A quienes nieguen este infeliz desenlace, o lo hacen interesadamente con aparentes razones para tapar errores o ambiciones inconfesables, que los hay; o no tienen más remedio que hacerlo pues el que paga manda; o no se enteran mucho de esta película.

Desde mi doble perspectiva de antiguo empleado y directivo y después empresario y cliente, proclamo mi indignación por su injustificada desaparición. Y  denuncio que objetivamente, por mucho que hayan tratado de explicar la necesidad de su laminación tanto desde fuera como desde dentro de las mismas, a muchos que las hemos vivido con diversos grados de conocimiento y responsabilidad no nos podrán convencer  de que era inevitable. Y menos enarbolando la falta de tamaño, por aquello de sus necesidades de financiación y competitividad, que para nada justifica la realidad ni el cambiazo asesino que le han dado al valor originario de su verdadera función social y financiera.

Lo del tamaño es una engañifa  porque para  captar ahorros de sus clientes  y prestar dinero a otros que lo demandaran y después, con sus beneficios, hacer Obras Sociales y Culturales, no hacía falta más tamaño  del que ya tenían en su mayoría. Había Cajas que marchaban muy bien con cuotas de sus mercados de hasta el 30% o más, y otras que con menos cuota también funcionaban perfectamente. En Murcia, por ejemplo, entre CajaMurcia y CAM pasaban del 55% del total de recursos financieros regionales y hasta hace pocos años las dos estaban, una por eficiencia e imagen y otra por implantación y capacidad, en el grupo de cabeza de las Cajas españolas. Atendían a sus clientelas y competían entre sí y con el resto de entidades financieras  de un modo razonable y rentable. Las grandes dotaciones económicas que hicieron durante decenios a su  Obra Social lo demuestran. En el resto de España sucedía parecido. Y además, precisamente dentro de su tamaño cada una encontraba sus ventajas competitivas.  No nos engañemos, la mayoría de Cajas no estaban para financiar obras ni proyectos faraónicos, sino para atender a la clientela de sus mercados minoristas donde eran imbatibles; que le pregunten a los grandes bancos. Otro asunto es que hayan querido ser utilizadas para esas cosas por los políticos regionales de turno, ‘como caja de mano’; o por ambición desmedida de sus dirigentes como ‘caja de resonancia personal’.

El acoso y derribo a las tradicionales Cajas empieza a primeros de los 80 pasados, con un poder socialista generalizado, cuando empiezan a propiciar con nuevas reglamentaciones que los presidentes de las Cajas, la mayoría de ellos políticos empezando por las de fundación pública, dejaran su función meramente institucional y pasaran a ser ejecutivos. Así, los directores generales que hasta entonces eran la máxima autoridad ejecutiva  y  con excelentes carreras profesionales en el sector, pasaban a ser meros ejecutores de lo que decidían los políticos metidos a grandes financieros, amparados en unos consejos de administración también politizados. Esos cambios levantaban pasmo y acojone general dentro de las Cajas.

lunes, 5 de marzo de 2012

LA SINFÓNICA DE ESPAÑA


Orquestas sinfónicas españolas habrá la tira, pero ninguna que sea capaz de congregar a millones de personas de todo el mundo delante de un televisor para disfrutar de su fantásticas interpretaciones y embriagarse de la magia sincronizada y  los acordes de cada uno de sus fabulosos componentes. En días como el pasado martes es cuando cualquiera se enamora de ese fenómeno social y deportivo que es el fútbol.

Hemos comentado muchas veces lo difícil que es jugar así a la pelota. Parece que nuestros seleccionados tuvieran imanes atrayentes del balón en las botas y otros ‘distrayentes’ de los contrarios, porque hay veces que tocan y tocan hasta aburrirlos sin que ellos sean capaces de interceptarles. Y todo ello con una verticalidad asombrosa, tal y como me corregía un fino degustador de buen fútbol, mi amigo Jesús Carave, excelente jugador y mejor monitor de pádel, cuando yo le decía que era como el juego del Barsa sustituyendo a Messi por Silva y, el otro día, Soldado; como antes  Villa o Torres.

Comentaba también con otros amigos lo que ya es de general aceptación en el planeta futbolístico, que desde el Brasil de Pelé en el 70, el Madrid de Di Stéfano, la Holanda y el Ajax de D. Johan, y algunas cosas del Milán de Sacci, sólo el Barsa de Guardiola se asemeja a la belleza del fútbol de la Selección Española en los últimos seis decenios. Y es lógico que sea así en el caso del club catalán, porque cuando Luis Aragonés reivindicó el juego de toque para nuestros seleccionados olvidándonos de la otrora y supuesta furia española estaba calcando lo que ya se venía practicando en la Masía culé desde sus inicios. Pálido reflejo de ello en comparación con el laureado Barsa actual fue el juego de su famoso precursor Drean Team de los noventa. Y, también, aunque sólo con relevancia a nivel doméstico y con otros esquemas, el también bello juego del equipo de la quinta del Buitre madridista.

Hay quien dice que al fútbol se juega bien de muchas formas, y no les falta  razón, pero miren amigos, equipos muy goleadores con estrategias de ataque o contra ataque ha habido muchos en la historia, tanto en España como en Europa y en Sudamérica, y con unas condiciones defensivas espectaculares, también, fijémonos en los italianos. Ahora bien, conjuntos como los citados anteriormente, donde se aunaban las capacidades goleadores con las defensivas, y además se disfrutaba con el catálogo interminable de pases en corto, en largo, paredes, caños, juego a un toque o  dos, regates sin aparente esfuerzo, muchas veces quebrando sólo con la cintura, o amagando con el tronco o la cabeza, triangulaciones en dos metros cuadrados, y marcando gol como si fuera un pase más, y todo ello sin dar un patadón, jugando al fútbol desde el portero y haciéndolo fácil, como hacen los grandes las cosas realmente difíciles, ha habido y son los que son. Actualmente nuestra Selección y el Barsa. Por eso ya forman parte, como los anteriores, de la leyenda del fútbol mundial.

Abundando en lo anterior, fijémonos en un par de detalles. Valdés en el Barsa lleva varios Zamoras seguidos con su equipo marcando goles a porrillo. Casillas en la Selección tiene un registro de partidos sin encajar gol, ganándolo todo también, impresionante. Y, además,  con sus equipos dando recitales de excelente juego por donde van y encandilando a todo el mundo, con raras excepciones en ambos sentidos, que de todo hay siempre. Porque no olvidemos que los futbolistas no son máquinas, que el fútbol es un juego donde el azar juega un papel decisivo muchas veces, y que no hay más ciego que el que no quiere ver. Todavía hay quien dice que el fútbol del Barsa o de la Selección les aburre, y es que la perfección y la belleza también cansan. Sobre todo, ¡Ay forofos! si quien juega así de extraordinariamente no es tu equipo.

Del Bosque tuvo la sabiduría de manejar la herencia de Luis, respetándola, y aportar alternativas, y esto habla bien de su enorme inteligencia futbolística, pero además lo hace desde la humildad y la buena educación, sin una palabra más alta que otra, lo que le enaltece aún más como persona.

Finalmente, para los que se aburren, el futuro lo llevan claro. En el banquillo estaban los Xavi, Mata, Thiago, Javi Martínez y cía; las selecciones inferiores arrasando y del juego del Barsa B para qué hablar. 

EL FUTBOL ACTUAL EN ALGUNOS NOMBRES PROPIOS

Quería empezar encabezando como “de hombres, hombrecillos, monicacos, monicaquillos y….”, pero por aquello de respetar la libertad de cada cual a catalogar como le parezca bien, o regular de bien, he decidido hacerlo con algo más liberalmente correcto. Al final motejen ustedes mismos.

Maradona, exilado en algún lugar de Arabia según el peculiar y notable ex cancerbero paraguayo Chilabert, acaba de señalar a Valdés como mal portero, diciendo que sus compañeros hacen al meta del Barsa menos malo de lo que es. El excéntrico guaraní ha dicho del astro argentino, tan gran ex futbolista como estrambótico personaje, que anda  por ahí, perdido, porque por aquí no le aguanta nadie. Y le ha recomendado al portero catalán que no le haga caso al otro porque no entiende de fútbol y que para él es el mejor del mundo.

Platiní acaba de declarar que Villar es el dirigente deportivo más exitoso del mundo. Desde  luego de los más longevos en el cargo sí que lo es, otra cosa es la motivación del halago del excelente ex futbolista gabacho. Seguramente no es casualidad que lo haya declarado en los días siguientes de los aciagos guiñoles franceses respecto a los deportistas españoles, ni de que el francés aspire a presidir la FIFA y quiera asegurarse los votos que el bilbaíno le pueda deparar. En cuanto a los larguísimos periodos de presidencia de los personajes que acceden a tales cargos en las más relevantes federaciones deportivas, debe ser  que va en la genética de sus poltronas, sueldos, golosinas y mamandurrias varias que les acompañan. Se dice que algunos no servirían, o sólo para eso, ni de auxiliares en cualquier otra función retribuida. Yo no sabría qué decir. Pero Villar sí tendría qué aclarar por qué le dice a Rosell, en privado, que ya no puede darle más. ‘Mami… ¡qué será lo que tiene el negro!’

Florentino Pérez acaba de hacerse fotos abrazado a sus baloncestistas tras ganar brillantemente la final de copa al Barsa. Lo que de verdad le gustaría, que para eso llegó, sería hacerlo así en el fútbol . Esperemos que este año pueda hacerse arrumacos con sus peloteros y con su valido portugués con el trofeo de la liga, ya que por indiscutibles méritos propios lo tienen a huevo. Otra cosa es que puedan sacar mucho pecho aludiendo a la grandeza histórica madridista, pues no olvidemos que sería la liga nº 32 que ganaría el mejor club del siglo XX; la tercera de D. Floren en diez años, lo que tampoco sería para tirar muchos cohetes sobre todo por la ingente cantidad de pasta, técnicos y jugadores puestos en ese empeño. Ganó sus dos únicas y una Champions a principios de la década pasada con el heredado técnico Del Bosque. Con  la copa reciente son 4 trofeos; un 5,5% de los 72 del Real.

Guardiola anda como personaje Shakesperiano espetando a la calavera aquello de ser o no ser, siguiendo sus inclinaciones literarias, mientras decide si seguir o no al frente de las huestes azulgranas, y tiene  al barcelonismo emulando la mística de nuestra Sta. Teresa viviendo sin vivir en él. No me extrañaría que dentro de unos días peregrinen a Sanpedor con el modernillo Rosell a la cabeza enarbolando un pendón de Laporta y se postren a los pies de D. Pep recitando el antiguo manifiesto persa: “ Aquí nos tienes señor, lejos de nosotros la funesta manía de pensar” Pero claro, en su favor hay que decir que ha ganado tres ligas, dos copas de Europa y una del rey, mas otros siete títulos oficiales, hasta trece, en menos de cuatro años; casi un 20% de los 72 que ha ganado el Barsa en su historia.  

Pensando un poco, ¿en qué altares no pondrían algunos a otros personajes también citados si hubieran conseguido lo mismo, o parecido, y además no dejaran de fabricar grandes jugadores ‘a por na’ sacándolos de la cantera? ¡Vamos! el Bernabéu ya hubiera cambiado de nombre, y hasta es probable que estuviera en vías de canonización y tuviéramos algún otro príncipe purpurado, con monaguillo y sacristán en la chepa. Y sin esos logros en ello están, buscando previamente el obligado milagro.

Para finalizar, D. Paco Gómez ha puesto al Cartagena en almoneda y los madrileños ‘samperes’ dueños del Murcia aspiran a mantener la categoría, que no sería poco estando las cosas como están.

Y es que, ladrillos vamos a poner pocos durante algunos años. 

EN EL ECUADOR DE LA TEMPORADA

A estas alturas ya tenemos algunas cosas claras. La Copa se la jugarán el Bilbao y el Barsa, en la Liga el Madrid lleva una apreciable ventaja y en   la Copa de Europa los dos equipos españoles sobrevivientes son claros favoritos. Podríamos decir que en la Copa no hay nada nuevo bajo el sol; no en balde los culés y los leones son dos clásicos de esas finales y los que más trofeos tienen. En la Liga ocurre igual; los merengues han estado toda su vida así, aspirando siempre al triunfo y quienes más veces la han ganado, con los azulgranas a rebufo que son quienes más ligas recientes tienen. Y a nivel europeo  tampoco es extraña la situación; como en nuestra Liga, el Madrid es el que más veces la ha ganado y el Barsa el de más triunfos recientes.

Pero ello da pie a un somero análisis: salvo matices, ninguno de los actuales dirigentes, técnicos o jugadores han descubierto ni aportado nada a la realidad histórica del fútbol español. Sólo el hecho de que el Barsa sea en las dos principales competiciones el de triunfos recientes más sostenidos es relevante. Y no exclusivamente en lo que respecta a los números, cuestión fundamental, sino en la imagen que ha proyectado en todo el mundo. Se le reconoce como el que mejor juega y, con su técnico a la cabeza, lleva camino de leyenda. El mejor Barsa de la historia, sin duda, está ya en el crisol de los equipos legendarios del fútbol mundial. El Madrid de Di Stéfano es el único referente blanco en este tenor; lo digo por la amplia legión de seguidores blancos que para su desgracia sólo tienen en la retina al club de D. Floren de los mal llamados ‘galácticos’ y el actual del ‘pseudo’ inventor del fútbol, Mourinho, y, como mucho, en la lejanía el de la quinta del ‘Buitre’; referentes menores y muy modestos en la historia del fútbol.

Y también es de señalar el hecho de que a nivel doméstico sean los dos equipos que más decididamente apuestan por la cantera los que se disputen la Copa. En este asunto los vizcaínos representan la tradición y los catalanes la innovación. Precisamente el Madrid actual representa ahora el papel que siempre jugó el Barsa: fichar a los mejores jugadores del mundo y a los técnicos más mediáticos para andar siempre con la obsesión de ganarle a Madrid. Ahora es justamente al revés; marchamo ‘made in Pérez’: gastarse en las últimas temporadas 500 M. de Euros para desbancar al Barsa y hacer el ridículo más que menos. Y, para más ‘inri’, con el aplauso generalizado del madridismo más forofo, aunque parece que últimamente han sobrevolado por el Bernabéu los espectros de los antiguos buenos seguidores blancos y se oye algún pito que otro. Ya hemos recordado alguna vez que por mucho menos a D. Santiago Bernabéu le zarandearon el coche al entrar al estadio, con él dentro, y que, sin embargo, el actual presidente goza del beneplácito casi general siendo el peor mandatario blanco en cuanto a trofeos conseguidos y años en la poltrona; comprueben los datos, que son clarísimos, quienes opinen lo contrario. Y eso sin hablar de la relación gasto/triunfos, que ya sería de una relación tan mala como escandalosa.

Decíamos que el Barsa, por el contrario, representa la innovación  respecto a la política de cantera, justo desde que Guardiola asumió el mando. Y no sólo en España; ahora mismo encabeza la clasificación europea de los grandes equipos en ese sentido, con quince canteranos alineados el último año. Le sigue el Manchester United con catorce. Y hablo de innovación porque ha sido capaz de romper su modelo de siempre y con el de cantera alcanzar sus mayores glorias desde que lo fundaron. ¡Ahí es nada!. Pero es que, además, muy cerquita del Madrid, es el segundo club que más ingresa de Europa. Claro que esto no hay que confundirlo, como hacen algunos desde la simpleza informativa, como el segundo más rico, porque en esa misma lista aparece el Valencia en el puesto 19 y ya sabemos cuál es su realidad económica. No se trata de ingresar más, como es evidente, sino de que la diferencia entre ingresos y gastos sea lo más positiva posible

Pero como hablábamos de certezas, la verdad es que apostando por la cantera le va rematadamente bien y es reconocido como el mejor del mundo. ¡Qué grande!
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