lunes, 26 de septiembre de 2016

LOS CUENTOS DE NEYMAR Y MODRIC


No se me alarmen culés y merengues, que no va de negar que son grandes jugadores. Se trata de señalar dos lugares comunes recurrentes entre demasiados periodistas deportivos y comentaristas varios. La diferencia entre Messi y Neymar es tan evidente que difícilmente puede suplir el brasileño la importancia del argentino en el Barça, que es el cuento al que aludíamos. No es lo mismo marcar dos o tres goles cuando tu equipo manda y ya gana claramente, como es la casuística mayoritaria del “gambetero” carioca – en Gijón fue la última muestra-, o adornarte con las provocaciones absurdas que decíamos la semana pasada, que echarte el equipo a la espalda desde el principio y abrir el camino de la victoria como suele hacer el  mejor jugador del mundo, o cuando los azulgranas se atascan. Corolario: el Barça puede aspirar a todo con Messi, pero no sin él y con Neymar de estrella. Y eso que ambos tienen una media y una defensa de lujo a su servicio, con Piqué y Busquets al frente, junto a un delantero centro de la excepcionalidad goleadora de Suárez, por muy deslenguado y marrullero que pueda ser a veces.
El cuento de Modric viene por la supuesta insustancialidad del Madrid sin él, según algunos. El excelente jugador croata es un medio importante para cualquier equipo, por descontado, pero no es el eje sobre el que ancla su juego el equipo de Zidane, ni tampoco su selección. Para que este futbolista luzca en todo su esplendor debe tener un guardaespaldas; esto es, un mediocentro de garantías. Y no solo él, sino otro extraordinario volante como Kroos. Y en el Real ese ancla se llama hoy Casemiro, como antes lo fue Xabi Alonso. Esto venimos escribiéndolo aquí,  hasta machaconamente, desde que el donostiarra se fue, con Ancelotti en el banquillo, y hubo que ubicar al teutón de medio centro mermando la capacidad de maniobra de los blancos. Algunos de los opinadores que decíamos se han dado cuenta de esto hace un cuarto de hora, justo desde que Zidane le dio el mando delante de la defensa, que es lo que no tuvo bemoles de hacer Benítez y ahí empezó su despedida; pero a pesar de eso siguen ninguneándolo. Que si no saca el balón jugado, que si solo sirve para aguantar el juego, etc. Y no se dan cuenta de su importancia en el esquema merengue, como es su puesto específico en cualquier equipo. Que aún tiene mucho que mejorar, por supuesto, ni todavía es Mauro Silva, Redondo ni Makelele, pero es el actual medio centro titular de Brasil y del Madrid. Y no hablamos de equipos menores. La falsedad del cuento de que con Modric el Madrid podía respirar tranquilo, que es lo que decían, se vio el sábado en Las Palmas; la manija de Roque Mesa, como aventuramos, y la ausencia de Casemiro, fueron la clave de los amarillos y del partido. La lástima para los blancos es que dejaron ir a Marcos Llorente, que las está dando todas en el Alavés, y no tienen un sustituto de referencia para el brasileño. En el Castilla ya apuntaba las maneras que ahora luce, pero desgraciadamente el director deportivo Pérez necesita que triunfen fuera para dar oportunidades a los canteranos. Una pena grande, por generalizada.
 En Segunda se vio eso mismo en Elche el sábado. El Levante tuvo un medio campo, con Campaña de figura, que pudieron con los ilicitanos comandados por el ex murcianista y ex bético Matilla, un medio centro que juega para atrás. Y desde esa posición clave se llevaron los tres puntos con suficiencia para seguir líderes. El Levante es el mejor segunda que hemos visto hasta ahora.

Si el UCAM mojara en Mallorca, que bien pudiera ser, se colocaría entre los seis primeros. Equipo tiene para eso desde que Salmerón dio con la clave de su medio campo. La dupla TitoJuande manda romana, con Kitoko de comodín, y desde delante de la defensa no solo controlan el juego sino que se proyectan de cara al gol con éxito; Tito ya lleva dos. Si volvieran de las Baleares con los puntos nos van a hacer soñar. He visto todos sus partidos  y la progresión de nuestros universitarios es muy notable. Otra cosa es que las rotaciones mermen la capacidad que apuntan, que también sería normal, aunque hay buenos mimbres en la plantilla: Remón, Basha, Imaz, Nono, Juanma o Morillas lucen cuando juegan.   

martes, 20 de septiembre de 2016

EN EL FÚTBOL CABE TODO

Desde la belleza y la plástica al esperpento o la tontuna, pasando por el esfuerzo, la suerte, la emoción, la generosidad, la economía, el aburrimiento y hasta la lealtad eterna. Es su grandeza. Lo que hace que su popularidad, lejos de menguar por flaquezas y debilidades que también le asolan, se amplíe a escala mundial sin dejar de ser un juego. De ahí los locos horarios que padecemos en la Liga.
Decía la presidenta del Leganés que opinaba con libertad porque de fútbol no entiende nadie. Y no le falta razón a esta señora que presume de un equipo en Primera que lo van  a conocer hasta en la Cochinchina. Y se dio a conocer este club recién ascendido queriendo jugarle al Barça de tú a tú  con solo tres defensas frente al trío diabólico Messi, Suárez y Neymar, que jugaron al futbolín en el justito estadio de Butarque. Un suicidio deportivo con la galanura por bandera, en lo que también supone una ensoñación de grandeza de un pequeño frente a un grandísimo. Y como parte de esa amplitud de registros que antes decíamos, en esa hora impropia para lo que acostumbramos en España también hubo lugar para la tontuna, de la que sin embargo no andamos faltos. Laudrup, aquel elegantísimo jugador que ahora comenta partidos, lo señaló sin ambages: “cuando vas ganando cuatro a cero no es necesario provocar al contrario”. Pero a ese tan buen futbolista como gilipollas esférico – por donde lo mires-  que atiende por Neymar no lo va a cambiar nadie. Ni tampoco su cara sobrada de niño tonto. A más de uno, cuando se pone a dar toquecitos humillantes frente a cualquier rival que ya carga con un saco de goles, le sale aquello de “ a ese imbécil le partía yo el alma”.  Algún día se la partirán, y entonces quizá salgan otros tontos grandiosos inventándose cualquier campaña anticulé, por ejemplo, sin reparar en que seguramente deberían haberle inculcado antes ciertos valores deportivos que otros azulgranas de verdad, como Xavi o Pujol, tanto han lucido por todo el mundo.
Y dentro de ese calidoscopio gigantesco que es el fútbol, hemos podido disfrutar estos días la belleza estética de la sinfonía de goles que le endosó el propio Barça al Celtic de Glascow y de la emoción que supuso el final del partido del Madrid frente al magnífico Sporting de Lisboa. Pero ambas realidades futboleras se superaron en el derbi de Manchester entre los de Guardiola y Mourinho en la Premier. ¡Qué partidazo de fútbol grande!, que vino a ser el preludio de lo que los del City están haciendo también en Europa. Este año hay otro invitado en el exclusivo club de los aspirantes a la corona continental. Al Madrid, Barça y   Bayern, junto al mismo Atleti o a la Juventus,  se les ha colado un quinto en escena; que se aprieten los machos, igual que sus estrellas. Silva, De Bruyne o Agüero pueden ponerles los pavos a la sombra.
A Zidane y Luis Enrique les sobran artistas donde elegir, y Simeone parece que ha encontrado el ungüento para engrasar la mejor plantilla que le ha puesto el Atlético. Este año habrá más competencia en el campeonato doméstico. Y más diferencia entre esos tres grandes y el resto, que puede ser abismal. En realidad, se jugarán dos competiciones. Una por arriba entre ellos  y otra por en medio y abajo con el resto de primeras.
Y en Murcia, por fin el UCAM ganó su primer partido en Segunda. Tan importante victoria en Valladolid, que puede marcar su temporada por lo que supone de afianzamiento, fue en el partido más inesperado por el juego desigual ofrecido dentro de su clara progresión, con algunos jugadores como Tekio, Tito y Juande que lo evidencian.  Dos caras distintas con el mismo fondo lucido hasta ahora. Uno recordando la sobriedad del año anterior, y otro con aisladas jugadas de ataque con la partitura que se estila en la categoría: juego rocoso atrás y en medio y acciones esporádicas arriba con una o dos individualidades que marcan pequeñas diferencias.
Tras ver al meritorio UCAM jugar con el Zaragoza, Córdoba, Elche o Valladolid se evidencia esa falta de calidad generalizada, y uno añora al antiguo Real Murcia, el auténtico, con futbolistas legendarios que hicieron grande La Condomina, llena, mandando en segunda contra equipos más notables ¡Qué tiempos!
¿Cuándo se enterarán algunos murcianos que es hora de sumar y no de restar? 

      

lunes, 12 de septiembre de 2016

DEL BLOQUE Y EL SISTEMA AL DESABORÍO



Hablábamos de la importancia de los conjuntos y de los sistemas de juego por encima de las individualidades, y esta jornada hemos tenido ejemplos en Primera, en Segunda, en la Premier y en la Selección.
El equipo de Lopetegui, aunque ha introducido cambios de seleccionados, mantiene el sistema de juego que tanto nos dio. Ha llamado a algunos jugadores que ya triunfaron con él en la sub 21 y son  compatibles con el toque y el control del balón. Aun no se pueden extraer consecuencias porque no se ha enfrentado a rivales de nivel, pero se intuyen variaciones para mantener la esencia. Un centro del campo con Busquets y Silva en la brújula, y Thiago a la espera de Iniesta, con el apoyo del todoterreno Koque y Javi Martínez, e Isco o Asensio al fondo, son argumentos para la esperanza. Si sumamos la versatilidad de Vitolo y Nolito en las bandas y la garra de Costa o Morata arriba, que también meten la pierna, podemos albergar ilusiones aunque no soñemos, de momento, con llegar a la excelencia de las selecciones de Luis y Del Bosque; pasarán generaciones para ver algo parecido, si es que lo vemos.
Ya dijimos que no nos gustaba el cariz que estaba adquiriendo el Barça de Luis Enrique. En la alineación que presentó el sábado frente al recién ascendido Alavés, muy meritorio en su sistema y en el rendimiento del bloque dirigido por Peregrino, hallamos lo que intuíamos. Hay que remontarse al año 2002 para encontrar un equipo titular con un solo canterano. Y ese desatino supone un juego irreconocible. O vuelve a sus esencias o atravesará un desierto que traerá años oscuros por can Barça, salvo que Messi sea incombustible y resuelva siempre las incontables trabas que encontrará. Sin bloque ni sistema propio no puede haber juego ni resultados acorde con sus exigencias.
Y el Madrid a lo suyo. Su sistema es golear y no le pidamos exquisiteces;  las virtudes que atesoran sus jugadores son de cañón grueso. Por eso, el día que no tienen su día los Cristiano, Bale, Benzema, Morata y compañía, deben acudir los defensas para conseguir margen en el marcador. Y cuando eso no sucede, peligran. Los blancos necesitan espacios para correr como búfalos hacia el portero rival, o machacas como Ramos que atronen las metas  contrarias por las bravas. Un juego espectacular, sin duda, pero con los altibajos que le han ocasionado ganar solo una Liga de las últimas ocho. Su sistema es golear o golear, y ahí debería poner orden Zidane para exhibir también otro tipo de juego, que jugadores de clase contrastada tiene para ello. El modesto Osasuna le hizo dos goles y gracias a su sistema – meter cinco- sacaron adelante el partido. Con otro rival veríamos.  
El Atleti de Simeone, por fin, encontró el ritmo de su bloque, que es el mismo del año pasado también, como el del Real; y ganó con holgura y mando en Vigo, ante un Celta que como no encuentre pronto el suyo las pasará canutas. Y el Sevilla, como también aventuramos, no termina de adaptarse al vistoso sistema del tándem Sampaoli-Lillo y se aferró a la épica para ganar al ordenado Las Palmas de Setién, que tiene en Roque Mesa la brújula del medio campo que todos los equipos desean.  En el Sánchez Pizjuan recordaron al legendario equipo de Germán, Guedes y Tonono que maravillaba hace decenios.
En segunda, el UCAM de Salmerón y Reverte sigue progresando (cuando escribo esto no ha jugado contra el Elche) y tuvo el desahogo de eliminar en la Copa al Oviedo del insigne Fernando Hierro con el internacional Michu de estrella. Y lo hizo con un sistema adaptado a sus posibilidades y jugadores que hasta ahora habían jugado poco.  Pero, por lo visto, tiene  sistema y afina su bloque, en incluso individualidades apreciables, lo que invita al optimismo. Desde la modestia, sin alharacas y en silencio, que más parece conventual que sufrido por las extrañas circunstancias murcianas que denunciábamos, están logrando un digno lugar en el panorama futbolístico nacional.
Con sistema y bloque, ese pasillo de seguridad que defendía Luis Aragonés, llegan los éxitos. El delicioso derbi de Manchester es un ejemplo. El sistema de Guardiola pudo brillantemente con los arreones e individualidades del de Mourinho, que sigue culpando a árbitros y jugadores de sus fracasos. Luis Enrique, por el contrario, apechugó con todas las culpas del sábado. Ese señorío tapa al desaborío.


lunes, 5 de septiembre de 2016

DE JAMES Y ALCÁCER AL UCAM

De James y Alcácer al UCAM

05.09.2016 | 10:17
De James y Alcácer al UCAM
De James y Alcácer al UCAM
Siempre ha habido jugadores y equipos a medio hacer. El colombiano Jameses el caso típico de quien es figura antes de llegar a un gran equipo y le cuesta adaptarse. Para ser titular en el Real Madrid no basta con ser muy bueno. Lo mismo ocurre en el Barcelona. Podemos recordar a multitud de figuras indiscutidas en sus equipos y fracasados en un grande. Didí, por ejemplo y para no ser exhaustivos, había sido campeón del mundo con el Brasil de Pelé y no halló hueco entre Di Stéfano y compañía. Suele ocurrir, además, con futbolistas que ocupan posiciones ambiguas. El media punta es el más común, y en el Real Madrid hay barullo.


James, como algunos de su estilo, puede deslumbrar en momentos y pasar desapercibido el resto del partido. Y eso, en un equipo que tiene la exigencia de ganar siempre porque opta a todos los títulos, con el añadido de tener que ser tan exquisito como deslumbrante y eficaz en todos ellos, es un problema añadido para los jugadores intermitentes. Isco, el propio Benzema y ya veremos si Asensio, tienen idéntico hándicap. Hasta Kroos lo sufre desde que lo retornó Zidane del impropio lugar de medio centro que le encasquetó Ancelotti cuando se marchó Xabi. Muchos opinan que juega porque es alemán, pero olvidan que de interior es como brilló en el Bayern y en su selección, y sigue readaptándose. James tiene sus peores enemigos entre sus cercanos: los que piden a gritos su titularidad, tachando de injusta su suplencia, sin reparar en que tiene la suerte de estar donde está y con quien está. Como dijimos, el Madrid hubiera acertado cambiándolo por un segundo medio centro.

Alcácer ha preferido ser cola de león a cabeza de ratón, aunque nunca llegó a ser indiscutible en el Valencia. Suena a esas eternas promesas que nunca alcanzan el lugar al que parecían predestinados. También podemos recordar multitud de ejemplos. Iván de la Peña o Guti, siendo tan enormes jugadores que apuntaban a figuras mundiales, nunca llegaron a ser indiscutibles en el Barça y en el Real Madrid. Y el valenciano, sin llegar a la extraordinaria clase de los anteriores ni a sus expectativas, me temo que pasará en el Barça con más pena que gloria; máxime siendo delantero y con lo que tiene delante. En el fondo, creo que hay un problema añadido: falta de carácter. Un futbolista de 23 años que tiene la posibilidad, por fin, de ser líder del equipo de toda su vida y la desprecia por ser suplente en otro, apunta en esa dirección. Y más si ya es internacional y se trata del Valencia, que aunque sea desde la tercera línea siempre es un puntero en nuestra Liga. Por otra parte, el delantero valenciano no es un futbolista que destaque por otra cosa que por su oportunismo goleador y por sus buenos desmarques, y eso no es una excepción mundial; cualidad que debe tener quien quiera ser titular en un grande.

Y llegamos al único equipo murciano en segunda división. He visto al UCAM en directo en Zaragoza y en La Condomina y por televisión en Sevilla, y nunca más oportuno el calificativo de que progresa adecuadamente. En la Romareda, aparte de la novatada pagaron el no meter la pierna con determinación, con jugadores como Basha que con la forma precaria apuntaron las buenas formas que empiezan a lucir ahora. El equipo de Cani y Zapater, como el Córdoba que vimos en Murcia, son equipos obligados a ser punteros; otra cosa es que lo consigan. Con todo, lo mejor de los universitarios fueron diez minutos en el Sánchez Pizjuán hasta que echaron al albanés, quien es el llamado a llevar la batuta de los azulones. También gustaron los que salieron en los últimos minutos y quienes mantuvieron durante todo el partido la seriedad táctica y la sobriedad física que debe caracterizar a un equipo que aspira a mantenerse. Además, el gol de Imaz a pase de Remón fue una jugada a primer toque ilusionante. Lo peor: otro gol encajado de chilena en el área pequeña. Y lo raro, la rácana atención mediática que se le presta en Murcia.

Los cainismos son malos, e informar del decano Real Murcia, del Cartagena, el Lorca o el Jumilla no está reñido con hacerlo proporcionalmente sobre quien es hoy el referente profesional del fútbol murciano, y con mucho mérito, aunque tenga menos historia. ¡Mucho ánimo!

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