lunes, 6 de junio de 2016

UCAM Y REAL MURCIA

SUMAR ESFUERZOS Y UNIR PASIONES
Desde el punto de vista del aficionado, el fútbol es sentimiento y hasta pasión, por encima de gustos futboleros y modas. En mi caso, confieso que algunas veces todavía me despierto preguntando si ha ganado el Murcia. Y es así desde niño, por encima de otras querencias.
Ayer tomé un bocado con mi familia en “La Viuda”, ese excelente bar de  la Murcia profunda entre la calle Sagasta y San Andrés, y nos presidía una foto de aquel equipo legendario de primeros de los setenta cuajado de murcianos: Ponce, Herrero, Murciano, Ruiz Abellán, Canito, Añil y López, junto a los foráneos Ojeda, José, Vera Palmes y Juárez; que con algunos retoques logró subir de Tercera a Primera en dos años consecutivos. ¡Qué años! La pasión murcianista afloró por mis poros y el regusto por lo que bien que jugaban me supo casi mejor que las excelentes viandas que nos servían.  Pero después, disfrutando en la calle de las gotas de ‘perrogordo’ que nos caían del cielo, se me hizo presente la realidad del fútbol actual: en el fútbol manda el dinero por encima de todo lo demás.
Y pensé en lo leído estos días en la prensa nacional sobre la guerra civil que llega al fútbol de la capital murciana, con el muy meritorio ascenso del UCAM a 2ª A y el difícil trance que asola al Real Murcia al quedarse de nuevo en el pozo de la 2ª B.  Conozco muy bien lo difícil que es salir de ahí por haberlo vivido en primera persona, al caberme el honor de presidir al Real Murcia cuando lo logramos en junio de 1.993, siendo más difícil aún porque el campeón de la Liga regular, que fue nuestro caso, debía ser también campeón de la Liguilla a cuatro posterior. Por eso entiendo la angustia que estarán pasando sus directivos al afrontar una nueva temporada, y la liquidación previa de la actual, desde la ruina económica más absoluta, aparte de la desmoralización generalizada por la reciente frustración deportiva; es muy meritorio su esfuerzo.
La cara de esta situación es el exitazo del UCAM. Hace tiempo, cuando empezaba a cuajar la Universidad Católica de Murcia y todavía no era el referente universitario deportivo nacional y mundial en que se ha convertido por la inteligente y apasionada apuesta de su creador, José Luis Mendoza, escribí en este y en otros medios de comunicación que la UCAM representaba el hito social más relevante sucedido en Murcia en el último medio siglo, y quizás me quedé corto. Ciñéndonos exclusivamente a lo deportivo, este final de temporada hemos tenido una muestra de su importancia con la exitosa disputa del ascenso de su primer equipo de fútbol contra el Real Madrid, y la honrosa eliminatoria por el título máximo en baloncesto contra el mismo equipo; institución puntera y laureada en España, en Europa y en el mundo en ambos deportes, y a la que golea la universidad murciana en el resto de especialidades deportivas. ¿Alguien, al margen del magnífico visionario Mendoza, podía imaginar eso en Murcia, y llevarlo a la práctica con éxito junto a su extraordinario equipo de colaboradores? Ustedes mismos.
Con estas premisas es razonable llegar a la conclusión con la que encabezo esta columna: es el momento en Murcia de sumar esfuerzos y unir sentimientos, y de muchas más cosas. Decía, además, otra obviedad: en el fútbol manda ahora el dinero por encima de los sentimientos. La pasión se deja como migajas para los aficionados por quienes se han adueñado de los clubes. No sé ustedes, pero yo no me identificaría con un equipo en manos, con todos mis respetos, de un chino, un árabe o un ruso, o cualquier otro conglomerado económico que sirva a intereses que nada tienen que ver con el murcianismo. A la larga, lo venden, alquilan o prostituyen sin otros fines que los suyos propios; hay numerosos ejemplos. Pero es que tampoco me sirve que sea un inversor patrio, que, como también aventuré hace años en un libro dedicado al Real Murcia, ya sabemos a dónde nos ha conducido.
Si el sentimiento murcianista no puede estar basado en lo que fue antaño: los socios éramos los dueños del equipo, como se ha demostrado también, que sea una institución como la UCAM la depositaria de nuestra pasión futbolera. Además de aportar medios, trasciende para fines nobilísimos el mero interés monetario. ¡Aúpa Murcia, y esos murcianos tan excepcionales que están haciendo historia!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Web Analytics