jueves, 29 de octubre de 2015

EL REAL MADRID DE BENÍTEZ

EL MADRID DE BENÍTEZ

Como todo proyecto, tiene una base lógica. Un equipo se hace en función de la plantilla disponible y en el Madrid nunca escasea; es la ventaja de ser un grande.
En cualquier deporte lo primero es el equilibrio, y en el fútbol se empieza a construir por atrás. Hay que valorizar el gol como logro más preciado y difícil, y para eso hay que evitar sobreesfuerzos asegurando en lo posible que los rivales marquen pocos. ¿Una buena defensa? Sí, pero es mucho más que eso. Porque como decía Cruyff —¡mucho ánimo, por cierto!—, y ejercían los Di Stéfano del mundo, aparte de una buena zaga, la mejor defensa es tener el balón; cuestión harto difícil. 
Vimos al Madrid en París casi todo el partido y contra el Celta la primera parte. Como los rivales también juegan, Berizo —bastante mejor entrenador que Blanc— cambió el sistema celtiña tras el descanso y evitó atacar por el centro para hacerlo muy abierto. Así esquivó al gran Casemiro con el que Benítez, al fin, ha asegurado el medio centro madridista. ¡Ya era hora! Algunos llevamos tiempo señalando su carencia como el gran problema blanco. Ancelotti se empeñó en poner ahí a Kroos, excelente volante derecho, y ante los rivales de postín el equipo hacía aguas hasta vaciarse en esfuerzos baldíos y quedar varados en la orilla —en Lisboa ganó la décima al Atlético por el postrer suspiro milagroso de Ramos, sin Alonso en el campo  —.  En su descargo, es cierto que  Xabi estaba suspendido y se marchó de improviso en la pretemporada siguiente, pero también es verdad que se quedó Illarra y vendieron a Casemiro; decisión cuya paternidad desconocemos aunque todo apunte al palco. Para don Florentino, la valía de los futbolistas empieza por su coste.
Benítez construye sus equipos desde el medio centro y el Madrid lo notará esta temporada, igual que su Valencia lo notó con el mejor Albelda. Junto al brasileño, canterano madridista y ex del Oporto, sitúa en sus flancos por delante a Kroos y Módric, quienes deben ganar en continuidad. El teutón llegará pronto a ser el que deslumbraba en el Bayern y con Alemania y empezará a marcar goles decisivos. Además, uno de los tres de arriba se encaja con ellos para formar el clásico cuatro, uno, tres, dos, que tanto gusta al técnico madrileño. Así se explica su predilección por Lucas Vázquez, que en principio apuntaba al ostracismo; James e Isco son los llamados a ese puesto.  Ronaldo queda libre para entrar al área por donde quiera, y el otro delantero debe adaptarse a él, lo que creará problemas cuando Bale esté disponible. El mejor Benzema y Jesé desempeñan bien ese papel, aunque el canterano, al ser barato, tendrá que salir al final de temporada para intentar volver con algunas decenas de millones de costo en su currículum. ¡Ah!, y para aprender idiomas y ganar ese lustre cosmopolita extranjero que tanto gusta por la planta noble del Bernabéu; cuestiones básicas para triunfar de blanco que algunos, pobres ignorantes y romanticones del fútbol, desconocemos.  Es lo que les faltaba a Hierro y Del Bosque o al mismo Raúl, que ha enmendado tarde, y que, a destiempo, también ha iniciado Casillas.
Hablando de porteros, el debate está en criticar a Ancelotti por no haber apostado por Keylor, y de paso, ¡ay lastimosos descamisados!, en censurar al presidente que lo tuvo vendido al Mánchester para traerse a De Gea.
Navas es un buen portero y lo está haciendo bien, pero, como decían por Argentina, aún no ha empatado con nadie. Ya veremos cuando lleguen los momentos clave que marcarán la temporada del Madrid. Compararlo con Casillas es un ejercicio de desmemoriados, por cierta que sea su irregular trayectoria en las dos últimas temporadas, enmarcada en la tensa situación que vivió tras el tsunami Mourinho.
El otro acierto de Benítez es que la defensa ha recuperado la anticipación, y juegue quien juegue no se resiente la seguridad atrás. Varanne y Nacho cumplen perfectamente, junto al emblemático Ramos, con Pepe en la recámara. Y los laterales, el otro punto fuerte del madrileño, como lo eran en el Valencia o en el Liverpool; son dos flechas alternativas. Nunca atacan a la vez, y Marcelo sobre todo, Carvajal o Danilo, son el cuarto centrocampista o el tercer atacante con licencia de gol.

Benítez ha cambiado al Madrid en dos meses y a los madridistas les aguarda una temporada exitosa. Si lo dejan, claro.         

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