IDEAS PARA UN CAMBIO REGENERADOR
A
veces, puesto a pensar sobre las soluciones que tanto se reclaman a quienes
alguna vez criticamos el sistema, se me ocurren cosas. Y alguna hemos expuesto
desde este blog. Pero la que más me ha gustado fue la de un sueño que tuve una
siesta de estas.
Una reunión imprescindible
Fue
un duermevela lúcido que recuerdo más o menos así. Resultaba que Rajoy y Rubalcaba habían decidido ser estadistas de una vez y se habían
reunido para arreglar el asunto de España. Y, al acabar, salieron juramentados
en coger el toro por los cuernos y dar la batalla del futuro de verdad. Habían
acordado dejarse de reproches y de refriegas estériles y hacer un grupo de trabajo
conjunto que hallara soluciones a los problemas que nos acucian.
Un grupo de héroes
Puestos
a la obra, designaron a algunos de sus colaboradores más preclaros y a
personalidades relevantes de éxitos reales medidos en diferentes sectores del
panorama nacional que no tuvieran nada que ver con ambos partidos. Incluso
buscaron algunos asesores internacionales de prestigio indiscutible, sin cargas
ideológicas redentoras de nada, para que
ayudaran en la metodología y contribuyeran a la mayor efectividad del grupo sin
ostentar voto en sus conclusiones. Y así, tras un periodo razonable de tiempo,
este grupo dictaminó lo siguiente:
Algunas conclusiones, no excluyentes
- Reformar el sistema electoral para que se cumpliera de verdad lo de una persona un
voto, lo mismo uno de un partido nacionalista en cualquier región que otro en el lugar más remoto de España, y
estableciendo listas abiertas en todas las ocasiones.
- Que ningún cargo electo ganara más en sus
responsabilidades políticas que lo que ganara con su trabajo habitual. Salvo los máximos ejecutivos y con limitación de
tiempo en el puesto.
- Que todos los componentes de los diversos órganos del
poder judicial fuesen elegidos únicamente por los juristas profesionales en
sus diferentes especialidades.
- Suprimir la palabra subvención de todos los presupuestos públicos, salvo para los
programas de asistencia social a personas dependientes sin recursos.
- Suprimir todas las sociedades y fundaciones públicas elevando el
nivel, la responsabilidad y el trabajo
del funcionariado. Quitando también el carácter vitalicio de los empleados
públicos y retribuyéndoles según su productividad real.
- Que sólo tengan carácter de empleados públicos
profesionales específicos en cada una de sus funciones, subcontratando con empresas privadas todo el trabajo
auxiliar de la Administración, y que ningún
empleado público pudiera ser removido de sus funciones por ningún poder
político desde el tercer nivel de los mismos hacia abajo. Es decir, que
sólo pudieran ser nombrados a dedo por la confianza de los ministros, alcaldes o presidentes de Comunidades
Autónomas, sus segundos.
- Que tanto los partidos políticos como los sindicatos, y todo tipo de organizaciones empresariales y de la
llamada sociedad civil, se nutrieran
única y exclusivamente de las cuotas de sus afiliados o de donaciones
privadas debidamente acreditadas y con total transparencia.
- Endurecimiento al máximo nivel de pena en el Código
correspondiente de cualquier atisbo de corrupción, tanto para el corrompido como para quien corrompa.
- Supresión del Senado quedando únicamente como una Cámara de representación territorial
donde los diputados regionales pudieran reunirse ocasionalmente para analizar y
proponer al Congreso leyes nacionales que les pudieran afectar con el fin de
homogeneizar en todo el Estado aquellas que regulan actividades
suprarregionales.
- Endurecimiento del Código Penal de modo que se acabara con el lamentable espectáculo
de delincuentes, organizados o no, que entran y salen de prisión, o ni llegan a
entrar, con multitud de delitos cometidos reincidentemente.
- Dotar a la
Justicia de los medios humanos
y métodos de gestión más modernos con el fin de agilizar su administración.
- Proteger el desempleo sólo hasta que se encuentre un solo trabajo del nivel
solicitado en un radio geográfico adecuado y razonable.
- Elección libre de atención médica y sanitaria por parte de los contribuyentes reales al sistema de
protección pública.
- Hacer competitivos en el mercado todos los centros
sanitarios y educativos públicos,
garantizando el actual estado asistencial pero fijando su mantenimiento con
cargo a los Presupuestos de acuerdo con sus respectivas productividades y logros en
investigación, innovación y
resultados sanitarios y académicos medibles obtenidos periódicamente. A salvo
de tal discriminación quedarían únicamente los dedicados a la atención de
quienes no pueden valerse por sus propios medios por las circunstancias que
fueren.
- Reducción importante de políticos retribuidos de los ciudadanos en todos los ámbitos de
la Administración, así como de los Órganos de los mismos: concejales,
diputados, ayuntamientos, etc.
- Reformar la Constitución en cuanto fuera necesario para todo ello.
Emprendedores y bancos
Y
el colmo de la dicha fue creerme el sueño durante unos minutos imaginando una
nación renacida al vuelo de tales acontecimientos, en la que cualquier emprendedor de lo que fuera tuviera a su disposición un servidor público,
o varios, para desembrozarle el camino administrativo, en lugar de tres o
cuatro matachines viendo cómo hacer embutidos con sus logros y desvelos para
mantener el sistema derrochador y corrupto que nos ahoga.
Y
que los bancos se dedicaban a financiar sin abusos ni usuras y no a malmeter en
cuantos negocios huelen sus lumbreras.
Un buen momento para un cambio
regenerador
Y
después de un largo etcétera que ya no recuerdo bien, me desperté con la
ilusión de que Rajoy y Rubalcaba habían convenido retirarse de la vida
pública, junto con sus compañeros de generación, dando paso a las
siguientes generaciones sin pesadas mochilas generadoras de todo tipo de
desconfianzas en la ciudadanía. Igual que resto de mandamases autonómicos,
municipales, y gerifaltes sindicales, empresariales y de la llamada sociedad
civil envueltos en situaciones escandalosas.
El
‘recopetín’ fue cuando creí escuchar en una radio que el Rey había abdicado en su hijo.
Es el momento ideal por todo lo que nos
rodea. Imagínenlo.
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