MESSI & CRISTIANO; EL DEBATE ENTRE FOROFOS
Si escuchas a miles de
aficionados madridistas resulta que sin Messi
el Barsa no sería lo que es; y es verdad.
Lo que ocurre es que el
enorme jugador argentino, hecho en la cantera blaugrana, tampoco sería quien es
si no tuviera la compaña de los Xavi,
Iniesta y demás portentosos
futbolistas del Barcelona. Y, tampoco, sin un técnico como Guardiola que le dio los galones largando a quienes hubieran podido
eclipsarle por la indiscutible calidad que atesoraban, o, al menos, retrasar su
fantástica eclosión futbolística mundial. Me refiero a los Deco, Ronaldinho, Eto’o, y posteriormente Ibrahimovic. A los primeros los vio a
la primera, valga la redundancia, y eran heredados. Al segundo lo fichó el
Barsa estando ya él en el banquillo y decidió traspasarlo en cuanto le vio el
pampaneo. A Messi lo tenían jugando en
la banda derecha y D. Pep vio claro que
a una estrella de esa envergadura hay que darle todo el firmamento para
que luzca; no es jugador de esquinas, sino de frontal. Fue en un clásico
Madrid-Barsa de liga donde le dejó el de Sanpedor libertad para moverse por
cualquier sitio del ataque, preferentemente desde la derecha hacia el
centro. Y ahí empezó a consolidar lo
que ya apuntaba, pero que a saber lo que hubiera pasado con el argentino
pequeñito en unos años de no mediar la sabiduría de Guardiola. Muchas veces,
decisiones de quienes tienen la responsabilidad de dirigir marcan la vida de
personas que con el tiempo escalan en solitario la gran pirámide del mundo. Y,
sin embargo, pocos se acuerdan con el tiempo de quien marcó de verdad su
destino con una elección clave.
Para reafirmar lo anterior,
sólo hay que ver la diferencia entre el Messi de la selección argentina y el
del Barsa. Ahora ya se va igualando; en cuanto le han puesto a jugar como en el
Barsa; pero todavía no le llega ni a su propia cintura blaugrana. Recuerdo
cuando al principio la propia afición argentina no le tragaba porque le
recriminaban que no era el mismo que veían en su club. Pero claro, tampoco
tenía los mismos compañeros: Verón
no ha sido nunca Iniesta, por ejemplo. Ni ningún medio centro albiceleste Busquets, ni organizador alguno Xavi,
por supuesto.
Pero en último extremo, y
para contradecir a los forofos madridistas que
pretenden ningunear al resto de jugadores culés, hay que añadir que,
quitando a Messi, en su equipo queda bastante más de media selección española
que es campeona del mundo y doble campeona de Europa, consecutivamente. Y eso
es lo que le da de verdad la credibilidad y el marchamo de excelencia al
Barcelona. Esos futbolistas y ese estilo de juego son la causa que ha
encumbrado tanto a los blaugranas como a nuestra selección a la gloria
mundialmente reconocida de ser los dos mejores equipos del mundo desde hace más
de un lustro; y con España no juega Messi, que yo sepa. Los demás, como diría mi abuelo, son cuentos.
Por el contrario, sería más
ajustado a la realidad asegurar que sin Cristiano
Ronaldo el Madrid sería un equipo
mediocre tanto en juego como en resultados. Y eso que cuenta con la plantilla
más cara de su historia y el técnico que ha acaparado más poder que ninguno de
sus predecesores. Y eso ocurre por dos circunstancias tan indiscutibles
objetivamente como olvidadas por los propios forofos blancos y por muchos
profesionales del fútbol y de la pluma,
la cámara o la alcachofa. Y es que tras el astro portugués, que para mí es el
mejor goleador que ha pasado por el Madrid, sólo hay muy buenas
individualidades, como los Casillas,
Ramos o Alonso, también campeones de todo con España, o algunos internacionales de otros
países. Pero ni hay estilo reconocible
de juego, ni viene ninguna generación de grandes futbolistas detrás con los
mismos criterios de juego que los primeros, ni estrategia técnica alguna
elaborada desde su dirección técnica. Todo se basa en balones largos hacia
adelante para que la enganche Cristiano, o alguno de sus ayudantes en el campo
que se la pasen, y que la enchufe. Lo único malo que tiene el portugués para los
actuales dirigentes blancos es que no le fichó ni Florentino Pérez, aunque le hizo una presentación de cine, ni Don Mourinho, que ya se lo encontró
allí. Lo hizo el defenestrado Ramón Calderón.
Y todo los demás también son cuentos.
Disfrutemos a ambos mientas
podamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario