domingo, 28 de junio de 2015

DEL FRAUDE POLÍTICO, AL CAMBIO Y A LO QUE VENGA

DEL FRAUDE POLÍTICO, AL CAMBIO  Y A LO QUE VENGA.
En otras circunstancias, el enunciado de esta columna causaría más escepticismo que estupor. Y como en los tiempos del todo a euro, del barato barato aunque dure un suspiro o consumamos porquería, del todo gratis desde internet a los servicios públicos, o lo de que ayer ya es pasado y lo de la semana pasada prehistoria; la memoria suele ser corta y tropezamos con frecuencia en piedras parecidas.
Miedos
Para una parte considerable de la ciudadanía, Iglesias y su Podemos son la amenaza de un futuro negro. Para otra, no menos relevante, el responsable de todos nuestros males es el PP de Rajoy. Y para la mayoría, que no milita en nada, la culpa es de los políticos en general.
Convendría, sin embargo, que nos diéramos un baño de realismo y con la mente fría, sin orejeras, mirásemos un rato hacia atrás para ganar perspectiva.
Podemos
Podemos no es más que la expresión del hartazgo de muchos que, huérfanos de políticos que de verdad nos representen, han sido convencidos por un partido político surgido al socaire de las asambleas ciudadanas. Hasta ahí entendible, pero lo inquietante que concurre en Iglesias y compañía es su querencia por regímenes políticos filocomunistas. Y es que, el comunismo en cualquiera de sus versiones es una ideología ya superada y de lamentable recuerdo.
Por eso, más allá de los ramalazos que con frecuencia les asoman: comprensiones dudosas de organizaciones terroristas  o hacia personajes más cercanos a dictaduras o populismos trasnochados, cuando no tercermundistas en el peor sentido del término, que a dirigentes o sistemas políticos homologables con la democracia libre; hace bien  su líder en tender puentes desde su legítimo izquierdismo ideológico a la socialdemocracia. Y en  sus guiños, proclamando que en su partido caben todos sin importar de dónde venga ni qué carnet dejen atrás. Otra cosa es que sea cierto –ojalá–, que lo sepa practicar sin ambages y que le crean. Ahora se juegan su mañana desde el apreciable poder que han conseguido tras las municipales, y España en parte, ¡ojo! Sobre todo, y aunque haya sido indirectamente, en los dos ayuntamientos más grandes: Madrid y Barcelona.
De todos modos, convendría recordar que han sacado un porcentaje de votos parecido, el 13%, a lo que antes sacaban los partidos a la izquierda del PSOE: la moderna IU, el antiguo PCE y similares. Y con muletas: las agrupaciones electorales de Carmena y Colau.
Conservadores
El PP de Rajoy, aunque han desarrollado una gestión nefasta desde su poder omnímodo, estafa masiva a sus votantes incluida, no hay que olvidar el estado agónico en que dejó el PSOE de Zapatero a España tras ocho años de desmanes: enfrentamientos territoriales agudizados, fractura social, paro galopante y ruina económica.
 Mención aparte para las significativa luces macroeconómicas tras sus tres años de mandato; aun engañosas. Sus causas más relevantes han sido ajenas al  gobierno: la bajada del euro, que favorece las exportaciones al margen de buena gestión empresarial; la inestabilidad en el Mediterráneo, que favorece a nuestro importantísimo sector turístico; la manguera del BCE, que ha regado a mansalva a los bancos y a los estados del euro – ¿qué otros países similares, mejoran menos? Sí, pero partían de mejor situación– ; y el repunte del consumo interno, procedente en gran parte de la solidaridad familiar y del dinero negro de nuestra boyante economía sumergida.  
Y, finalmente, lo que sí depende de la gestión gubernamental es el aumento ruinoso de la deuda pública: de unos 600.000 millones de euros que dejó Zapatero tras ocho años — el 60 % del PIB —, a más de un billón —el 100 % del PIB—; más de 400.000 M. en tres años. Y eso es el resultado de haber sido incapaces de reducir el déficit del Estado. Y ha sido así, aun subiendo los impuestos hasta la requisa más alevosa y por mucho que le critiquen la engañosa austeridad, porque Rajoy no ha metido la tijera por cobardía en lo necesario: instituciones, sociedades públicas, políticos, medios materiales, asesores, amiguetes, enchufados y un larguísimo etc.
 En todo caso y salvo torpezas ajenas, el PP está listo de papeles si no se renueva de verdad. Rajoy y Cospedal –¡ay, Bárcenas!–, Arenas, Montoro, Trillo, Pujalte, Pons, Aguirre… ¿Hasta cuándo? ¿Y aún culpan y demonizan a otros? ¡Qué jeta!
Socialistas
Y llegamos al PSOE que, con Ciudadanos, será el pivote futuro.
Los socialistas viven ahora sus precarios momentos de gloria tras la hecatombe de Zapatero y Rubalcaba –¡qué plaga!–. Y por ello, Sánchez tiene la oportunidad de hacerse un hueco en la historia. Es la ocasión que le augurábamos hace tiempo si salía bien parado de las municipales y autonómicas, pero deberán hilar muy fino en las instituciones que controlan en coalición con políticos de distinto pelaje: extremistas, independentistas y asimilados –ojo a Ribó y Compromís en Valencia–. Si pierden el sentido de estado y no gobiernan para todos, por mucha bandera española que Sánchez luzca, volverá su burra al prado de la irrelevancia. Y corren mucho peligro, favoreciendo de paso otras opciones.
Ciudadanos
Rivera ha hecho posibilismo de Estado con sus diversas alianzas, activas o pasivas,  enarbolando una encomiable responsabilidad política, y hará bien en vigilar muy de cerca que las intenciones regeneradoras de los acuerdos con sus favorecidos se cumplan sin excepciones. Será su banderín de enganche para las generales, o su entierro, ahora que por fin ha decidido echarse al ruedo de la nación y tras ser criticado por determinados apoyos; al PSOE andaluz de Díaz, por ejemplo, con la sombra de Chaves, Griñán, Zarrías…– ¡vaya banda! –, y tanta corrupción detrás.
 ¿Y si al final fuera el catalán el líder que España necesitaría desde una opción política centrada y liberal?  Buena falta hace. De aquí a las generales se juega– y nos jugamos– mucho. Y después, previsiblemente también, aunque sea todavía en una oposición de relieve o como aliado ocasional de quien gobierne.  El tiempo dirá.

  

lunes, 15 de junio de 2015

PIQUÉ, O LA RESACA TONTA DEL ÉXITO
Dice un aforismo anónimo que el inteligente se recupera fácilmente del fracaso pero que el mediocre nunca lo hace de un éxito. Y tal vez eso explique mejor ‘la broma’ de Piqué, según él, que la euforia de la ‘rúa’ y la copita de más con que Cesc trató de justificar sus palabras en la celebración de la Copa de Europa y el triplete del Barça en un Nou Camp abarrotado de incondicionales. Y es que, el central barcelonista es recalcitrante en la celebración inapropiada de sus triunfos.
Pero el problema de fondo respecto a los pitos al central barcelonista en León no vienen de la tontuna referida al cantante que amenizó la inoportuna fiesta de cumpleaños de su amigo y ahora rival Cristiano Ronaldo, que no olvidemos su amistad desde que compartieron vestuario en el Manchester, sino de lo que comentábamos el otro día sobre la pitada al himno español en la final de la Copa del Rey. Y, francamente, ahora como entonces, algunos preferimos no tomarnos esa gilipollez en serio por la sencilla razón de que quienes deberían hacerlo por encima de los españolitos de a pie, que son los únicos que pueden tomar medidas porque son los responsables del deporte en España y los primeros ofendidos, tampoco lo hacen. La duda razonable es si se inhiben por aparente sensatez, cosa que algunos descartamos, o por falta de ideas inteligentes y valentía para llevarlas a cabo, circunstancia que consideramos más probable.
Quienes conocen bien a Gerard Piqué por haber sido compañeros suyos algunos años, coinciden en que es un buen chico pero un tanto especial. Y yo le valoro igual que ellos en la distancia. Sin embargo, si compartiera vestuario con él en el Barça actual le hubiese dicho en confianza que lleve cuidado porque la inteligencia tiene sus límites pero la tontuna es ilimitada: un tonto nunca reconoce ni aprecia sus limitaciones. Y en realidad, diciendo que con la indiscreción citada empezó todo lo bueno que han conseguido este año menosprecia de un modo flagrante a sus compañeros. No creo que, salvo broma compartida, los Messi, Iniesta, Busquets, Neymar, Suárez, Bravo, Alba, Mascherano y compañía estén contentos con que Piqué menosprecie su esfuerzo y gran juego. En todo caso, la situación en el vestuario blanco es anterior y más grave,  y tiene más que ver con las carencias propias que con la excelencia blaugrana. ¡Ay, ese palco!
Del Bosque señaló acertadamente que en realidad Piqué no había dicho nada del otro jueves, pero le faltó añadir que había tenido una gran ocasión de callarse y de celebrar su temporada sin recurrir a necedades innecesarias, demostrando, además, sus complejos. Alguno de estos chicos que viven en la nube de algodón y miel de su fortuna, a veces no valoran que son referentes sociales para millones de personas. Sobre todo y más lamentable para los más jóvenes y por lo tanto más influenciables. Y su ejemplo, para lo bueno y lo malo, tiene gran trascendencia.
De todos modos, no es el único caso de salida de madre conocido en el fútbol, tanto en el éxito como en el fracaso; Mourinho es un buen ejemplo. Y tampoco en su propio club. Recordemos a Eto’o, tan buen goleador como bocazas. O a Neymar, que algún día se arrepentirá de intentar lujos ridiculizando al contrario en la victoria. O al propio Laporta, que confundió su enorme dimensión directiva futbolera con idénticas perspectivas políticas, dándose un batacazo de época a las segundas de cambio y quedando para la opinión pública como un personaje de opereta bufa.
Como en la vida, yo no recuerdo a alguien importante en el fútbol que haya desertado de la sencillez tras un éxito: Pelé, Di Stéfano, Kubala, Cruyff, Eusebio, Beckenbauer, Boby Charlton; o los nacionales Gento, Amancio, Butragueño, Raúl, Casillas, Luisito Suárez, Guardiola, Pujol, Xavi o Iniesta. Al revés, han sido tan elegantes en el triunfo como en la derrota.
Mención aparte merece Maradona, pero sus excentricidades y escándalos  fueron mayormente extradeportivos.
De los actuales, Cristiano confunde con sus posturitas, y tras aquello de autoproclamarse envidiado por ser guapo, rico y famoso no se le conocen más tontunas de ese calibre. Y el mejor del mundo, Messi, sin embargo, es un personaje cuya timidez habla siempre por él, salvo en sus trajes. Por cierto, el sábado comprobamos una vez más que no es el mismo en el Barça que con Argentina; la Masía es mucha Masía.       


lunes, 8 de junio de 2015

REYES DE EUROPA, CON MESSI ANDANDO

REYES DE EUROPA, CON MESSI ANDANDO
El Barça ganó la Champions sin esforzarse el mejor del mundo. Eso sí, aun andando, dejó destellos de su enorme categoría; cuatro cambios de juego de un banda a otra en otros tantos pases de medio gol, uno de ellos preludio del único blaugrana en el primer tiempo, que fue una obra de arte entre Neymar, Suárez, Iniesta y Rakitic; y un par de jugadas de las suyas aunque sin final feliz, más su discontinuo apoyo a sus compañeros centrocampistas justificaron su permanencia en el campo. A cualquier otro le hubiesen cambiado por su aparente falta de interés.
Pero sin el papel estelar del argentino salió el juego de equipo que siempre ha estado detrás de la estrella. Iniesta y Busquets, con Rakitic más Alves y Alba de correcaminos, hicieron sólido a un Barça que solo jugó como siempre la mitad de la primera parte, en la que debieron resolver con holgura la final. Pero a partir de la quinta ocasión de gol se contagiaron del deambular anodino de Messi y dieron alas a la Juventus, que de sentir una goleada en el cogote pasó a soñar con el remonte del partido. Y a punto estuvieron tras el empate del excelente Morata, y antes de que el polibalón de oro culé hiciera un amago de una de sus grandes jugadas y el rechace del enorme Buffón a su tiro lo enchufara Suárez a la red.
La pena fue que los barcelonistas pasaran tantos apuros cuando de haber estado a su nivel los turineses se hubieran llevado un saco, igual que ocurrió en la final de Copa del Rey con el Bilbao, pero también aquí surgió el tan simpático como buen portero juventino con tres paradas espectaculares, sobre todo una de ellas con la mano izquierda a un remate cercano cuando estaba ya vencido hacia la derecha, que hubiese supuesto el dos a cero y tal vez el inicio de una goleada.   
En resumen, una final de nervios porque el tercero de Neymar fue el epílogo anecdótico a un partido ajustado. Brillante colofón a una extraordinaria temporada del Barcelona, con el segundo triplete de su historia, venciendo y convenciendo, que será difícil de repetir en años venideros.
Con la final de la Champions se da por concluido el ejercicio futbolero de clubes 2014/15 y ahora el interés estará en vislumbrar lo que nos puede deparar el próximo. Lo más inmediato será saber el futuro del gran triunfador: Luis Enrique, que nada más acabar el partido se lo dedicó al defenestrado Zubizarreta; síntoma de por dónde pueden ir sus tiros.
La gran novedad en el Madrid está en su banquillo, en el que Benítez tendrá que ajustar la plantilla para buscar el equilibrio perdido. De momento han repescado a Casemiro para apuntalar la posición de medio centro, cuyas carencias tanto hemos señalado desde esta columna. El brasileño ha hecho una buena temporada en el Oporto y puede ser un jugador clave para los merengues, cosa que ya apuntaba antes de que lo largaran el verano pasado en una decisión que les puede haber pasado una gran factura. El complemento sería que el nuevo técnico renovara también las condiciones de Illarra porque con Ancelotti se quedaron bajo mínimos. Si eso fuera así, Kross, como también hemos reiterado, podría jugar de volante derecho si jugara con tres medios, o de punta del rombo si lo hace con cuatro, y el Real ganaría mucho. Ahí es donde los de Ancelotti tuvieron sus flaquezas y perdieron la temporada.
También habrá que seguir el futuro de Casillas y Cristiano. El portero acabará saliendo porque lo de De Gea va en serio, y Pérez y Sánchez, los que gobiernan los fichajes y salidas del Bernabéu, no querrán más líos en la portería blanca. Solo es un problema de dinero. Y lo del portugués viene de lejos y se antoja más complicado porque responde a un pulso soterrado con el presidente, que nunca oculta su preferencia por los jugadores que llegan de su mano: Benzema y Bale, o el fiasco de Kaká; al mejor goleador de la historia madridista lo fichó Calderón y, gracias a Valdano, Pérez no lo deshizo al retornar. La sorpresa estará en su gran fichaje veraniego, que es como la canción de cada verano.

Y otro tema apasionante será ver cómo perfila Simeone el futuro rojiblanco. Si se confirman los fichajes que apuntan, ojo con los colchoneros, que pueden consolidar su magnífica situación actual.

lunes, 1 de junio de 2015

VENCER Y CONVENCER

VENCER Y CONVENCER
Empezando por la punta, el ultraje a nuestro himno nacional en la final de Copa no se debe tomar en serio. Comparto el enfado de millones de aficionados españoles pero no su indignación, aunque es comprensible.
 Si el asunto se tomara en serio, este bochornoso espectáculo no podría darse. Pero para ello deberíamos echarle inteligencia al asunto, dejándonos de rabietas. Y analizar el tiempo que vivimos y las circunstancias que rodean a cuanto suene a español en determinadas partes de España. Miren lo de los toros en Cataluña, como ejemplo de un cerrilismo que yo no lo quisiera para mi país. Y es que, en lugar de leyes represivas, boletines oficiales, medidas policiales, multas, prohibiciones o sanciones; en este, como en otros, habría que dejar libertad poniendo al personal ante sus propias contradicciones. Solo de esa manera se puede convencer, que es más inteligente y duradero que vencer.
Los vascos y catalanes quieren tener sus propias selecciones de fútbol. Pues adelante con los faroles. Incluso lo apoyaría sin dudas en la UEFA y la FIFA. Pero de verdad, sin dobleces ni medias tintas; con un par de cojones, que decimos por ahí. Ahora bien, antes de ello deberían pronunciarse sus clubes. Y con mucha claridad; sin dejarle jugar con dos barajas, como acostumbran en la cosa política: con una mano pido independencia pero con la otra quiero la pasta. Y con la boca,… pues la uso según convenga: la abro mucho para exigir en público y bajo la voz en privado, prometiendo moderación a cambio de prebendas; chantaje puro.
Siguiendo al Reino Unido, por aquello de no inventar nada que encima les pueda servir para hacerse las víctimas, como acostumbran; si optaran por tener selecciones tendrían, obligatoriamente, que jugar sus propias ligas y copas. ¿Me pueden nombrar a algún futbolista importante que haya elegido fichar por un equipo escocés o galés? Ninguno. ¿Y algún equipo de esos sitios que haya brillado en el panorama europeo o mundial? Tampoco. ¿Y saben por qué?, pues porque en sus competiciones no hay pasta al no haber patrocinadores cuantiosos ni televisión ni interés alguno en aparecer en ellas, salvo sus propios regionales. Lógico, ¿no?
Pues aquí ocurriría lo mismo. Y no vale el supuesto de que el Barça, por ejemplo, pudiera apuntarse a la liga francesa, como dicen algunos, porque para crear sus propias ligas deberían votar democráticamente todos los clubes catalanes y vascos. Y no creo que la mayoría tuviera interés en ello, porque demasiado saben que todos no serían admitidos en otros países. Y, otra vez, con los dineros habríamos topado. ¿Se imaginan al Barça y al Español compitiendo con sus modestos regionales? Y así un año y otro… ¿Y al Bilbao y a la Real Sociedad? Y así, también, temporada tras temporada. Al final tendrían que llenar el Nou Camp o el nuevo San Mamés con conciertos y fiestas muy populares. Y tampoco llenarían, siendo siempre campeones, contra los grandes de Europa, porque en poco tiempo tendrían que confeccionar sus plantillas con jugadores de segunda fila; no tendrían extranjeros de calidad y sus buenos nacionales jugarían fuera. Eso ocurre en Gales y Escocia: los que pueden se largan a Inglaterra.
Y no le den más vueltas, ese sería el modo más sensato de acabar con los pitos. Si se fueran, adiós fraterno, algún suspiro y aquí no pasa nada; y si se quedaran, champán, canapés y, entonces sí, leña al mono. Al que no respete se le descalifica. Todas las demás serían medidas tan extremas como imposibles de implementar en la España de hoy; el remedio sería peor que la enfermedad.
Y hablando de la final del sábado, la cosa tiene poca historia. Es tanta la superioridad barcelonista sobre la bilbaína que el asunto estaba cantado. Y si además, el mejor futbolista del mundo, Messi, quiere y le sale alguna jugada de las suyas con un gol espectacular, apaga y vámonos. Y suerte que el jovencísimo portero Herrerín fue el mejor de su equipo; pudieron llevarse un saco.
Y como siempre tiene que haber un tonto, el maleducado de Neymar intentó un adorno gilipollesco. Lo raro es que después no lo mandaran a la grada. Servidor, lo confieso y discúlpenme, a ciento y pico pulsaciones hubiera intentado partirle el alma.

El Barça dio un espléndido paso más con todo merecimiento para conseguir un triplete, venciendo y convenciendo. Y por eso último, la Champions de 2015 tiene amo.  Ojalá sea con otro buen partido.    
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