Dicen
que Europa le va a prestar a los bancos españoles, vía FROB, unos 70.000 M de
Euros según las previsiones más realistas. Yo no me lo creo.
La realidad
Y no le doy crédito a esa descomunal cifra
porque sólo acudirán a la línea de crédito aprobada las entidades financieras
que no tengan más remedio: las ya nacionalizadas o las por nacionalizar. Es
decir, Bankia, en la que a ningún analista serio le salen las cuenta de los 19.000 M
adicionales que el sobrado de Goirigolzarri
pidió como dote cuando pidieron su
mano, y que además, ahora, cuando sepa que tiene que pagarlos al 8,5 % mínimo,
dirá que bueno…que quiere colaborar en el arreglo de la situación…que se
ajustarán los machos por el bien de España…etc.
También acudirán al rescate la caja catalana que presidió el preclaro
socialista Narcís Serra, y las
gallegas del fallido invento del presidente ‘pepero’ gallego – en todos sitios
cuecen habas-. Y también beberán el agua milagrosa europea Unicaja, que digiere aún como boa constrictor el embolado de las
castellanas que absorbió a empujones del BdE,
y probablemente BMN para ajustar su
capital a la última reforma Guindos
y para cubrirse ante la expectativa de quedarse al Banco de Valencia en la próxima subasta. En este caso, además, es
probable que el banco valenciano, repudiado por la Bankia de Rato, le venga
ya con el ajuar del crédito europeo como presente de boda. Y pienso que acudirá
a la subasta en serio porque se le han acabado prácticamente las novias y no
veo yo a su presidente, Carlos Egea,
llevándole el agua a nadie en ninguna carrera; más bien querrá seguir
encabezando con el doméstico valenciano porque se considera capaz de coronar
ese Tourmalet en solitario; y puede
que lleve razón, ahora que todo eso del tamaño parece haberse pensado mejor.
Y
poco más, amigos, porque el resto de la banca, sabedores de cómo presta Bruselas obligada por la normativa
comunitaria – Almunia dixit- aparte
de su razonable situación de capital, se han aprestado a negar que vayan a
solicitar ninguna ayuda de la ya ‘mariana
línea de crédito europea’. Otra cosa sería que tuvieran que recurrir
obligados porque para los compromisos adquiridos con ellos por el Estado, caso del Sabadell en el asunto CAM,
o de algún otro, no hubiera dinero en
las actuales circunstancias; escenario nada descartable.
Se
trata de la misma banca que no tuvo empacho en acudir a los mil millonarios
repartos del BCE cogiendo dinero
meses atrás al 1% para comprar deuda española a tipos superiores al 5%. Patriotas
que son mis nenes –eso dicen para responder a preguntas impertinentes-, y de
alguna forma no les falta razón, porque el mismo Estado era el primer
interesado en ello.
El futuro próximo
¿Y
hacia dónde vamos? Pues no es muy difícil intuirlo. Los bancos en manos del
FROB ya no van a interesar a nadie, porque coger esas verdaderas bolas de fuego
con unos guantes tan caros – al 8,5% mínimo- para poder ponerlos en servicio
resultará un esfuerzo tan hercúleo como ineficiente por muchos cinco años de carencia que tengan
los préstamos europeos y otros veinte para amortizar.
Y
es que hay una cosa clara. Tal y como está la economía española ningún sector
de la economía real puede pagar actualmente créditos a una media del 12 o 14%
que serán los tipos que rijan para quienes se financien al tipo europeo citado.
Y eso lo saben muy bien nuestros banqueros.
Por
otra parte, es muy dudoso de que a
partir de esta capitalización de urgencia de los bancos necesitados empiece a
fluir el crédito. Pensemos que según la normativa actual un banco puede dar
diez euros de préstamo por cada euro que tenga de capital; y todos estos bancos
necesitan el dinero para cubrir los riesgos que ya tienen en el mercado. Otra
cosa es que a partir de ese momento sean más seguros.
La
conclusión es clara, si Rajoy y su
gobierno quieren coger este toro no por los cuernos, que aun así topa, sino por
los blandos. Lo más lógico sería hacer un gran banco público con las ‘cajibancos’
que todavía andan en el gran carenero de los astilleros del FROB, al margen de Bankia, que ese crucero ya está medio
navegando aunque lleve todavía mucha agua en la sentina, y hacer con el
anterior una gran banca pública compitiendo entre ellos para que no se duerman.
Lo más inteligente sería poner al frente de este nuevo grupo a otro equipo
gestor de reconocida solvencia profesional y ética; esto último básico por lo
que tendría de ensayo regeneracionista en la banca española.
En resumen, nos hemos cargado a las
cajas de ahorros pero pongamos en el mercado otra banca pública con dos grandes
bancos en manos del Estado – éste si puede jugar con el diferencial entre el 3%
previsto y el 8,5 obligado- a ver si de
una vez llega de verdad el crédito a la economía real y a las familias.
Y cuando amaine el temporal, si llegamos, ya veremos lo que hacer con ellos.
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