No se me
alarmen culés y merengues, que no va de negar que son grandes jugadores. Se
trata de señalar dos lugares comunes recurrentes entre demasiados periodistas
deportivos y comentaristas varios. La diferencia entre Messi y Neymar es tan evidente que difícilmente
puede suplir el brasileño la importancia del argentino en el Barça, que es el
cuento al que aludíamos. No es lo mismo marcar dos o tres goles cuando tu
equipo manda y ya gana claramente, como es la casuística mayoritaria del
“gambetero” carioca – en Gijón fue la última muestra-, o adornarte con las
provocaciones absurdas que decíamos la semana pasada, que echarte el equipo a
la espalda desde el principio y abrir el camino de la victoria como suele hacer
el mejor jugador del mundo, o cuando los
azulgranas se atascan. Corolario: el Barça puede aspirar a todo con Messi, pero
no sin él y con Neymar de estrella. Y eso que ambos tienen una media y una
defensa de lujo a su servicio, con Piqué
y Busquets al frente, junto a un
delantero centro de la excepcionalidad goleadora de Suárez, por muy deslenguado y marrullero que pueda ser a veces.
El cuento de
Modric viene por la supuesta
insustancialidad del Madrid sin él, según algunos. El excelente jugador croata
es un medio importante para cualquier equipo, por descontado, pero no es el eje
sobre el que ancla su juego el equipo de Zidane,
ni tampoco su selección. Para que este futbolista luzca en todo su esplendor
debe tener un guardaespaldas; esto es, un mediocentro de garantías. Y no solo
él, sino otro extraordinario volante como Kroos.
Y en el Real ese ancla se llama hoy Casemiro,
como antes lo fue Xabi Alonso. Esto
venimos escribiéndolo aquí, hasta machaconamente,
desde que el donostiarra se fue, con Ancelotti
en el banquillo, y hubo que ubicar al teutón de medio centro mermando la
capacidad de maniobra de los blancos. Algunos de los opinadores que decíamos se
han dado cuenta de esto hace un cuarto de hora, justo desde que Zidane le dio
el mando delante de la defensa, que es lo que no tuvo bemoles de hacer Benítez y ahí empezó su despedida; pero
a pesar de eso siguen ninguneándolo. Que si no saca el balón jugado, que si
solo sirve para aguantar el juego, etc. Y no se dan cuenta de su importancia en
el esquema merengue, como es su puesto específico en cualquier equipo. Que aún
tiene mucho que mejorar, por supuesto, ni todavía es Mauro Silva, Redondo ni Makelele, pero es el actual medio
centro titular de Brasil y del Madrid. Y no hablamos de equipos menores. La
falsedad del cuento de que con Modric el Madrid podía respirar tranquilo, que
es lo que decían, se vio el sábado en Las Palmas; la manija de Roque Mesa, como aventuramos, y la
ausencia de Casemiro, fueron la clave de los amarillos y del partido. La
lástima para los blancos es que dejaron ir a Marcos Llorente, que las está dando todas en el Alavés, y no tienen
un sustituto de referencia para el brasileño. En el Castilla ya apuntaba las
maneras que ahora luce, pero desgraciadamente el director deportivo Pérez necesita que triunfen fuera para
dar oportunidades a los canteranos. Una pena grande, por generalizada.
En Segunda se vio eso mismo en Elche el
sábado. El Levante tuvo un medio campo, con Campaña de figura, que pudieron con los ilicitanos comandados por
el ex murcianista y ex bético Matilla,
un medio centro que juega para atrás. Y desde esa posición clave se llevaron
los tres puntos con suficiencia para seguir líderes. El Levante es el mejor
segunda que hemos visto hasta ahora.
Si el UCAM
mojara en Mallorca, que bien pudiera ser, se colocaría entre los seis primeros.
Equipo tiene para eso desde que Salmerón
dio con la clave de su medio campo. La dupla Tito –Juande manda
romana, con Kitoko de comodín, y
desde delante de la defensa no solo controlan el juego sino que se proyectan de
cara al gol con éxito; Tito ya lleva dos. Si volvieran de las Baleares con los
puntos nos van a hacer soñar. He visto todos sus partidos y la progresión de nuestros universitarios es
muy notable. Otra cosa es que las rotaciones mermen la capacidad que apuntan,
que también sería normal, aunque hay buenos mimbres en la plantilla: Remón, Basha, Imaz, Nono, Juanma o Morillas lucen
cuando juegan.
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