En singular. Porque singular fue la media
hora del desastre de nuestra selección contra Holanda. En la hora de las
lenguas largas, aquellas que han
aprovechado un evidente mal partido para sacar el hacha y tratar de
podar al equipo de Del Bosque de un
modo inmisericorde, es cuando la serenidad de nuestro seleccionador debe
influir en su conocimiento para relativizar lo sucedido y sacar las
conclusiones oportunas.
Partiendo de que a veces el fútbol es
cuestión de detalles, si nos fijamos en los momentos clave del nefasto
encuentro hallaremos algunos fundamentales. ¿Qué hubiera ocurrido de acertar
Silva en el que pudo ser el dos a cero? Pues me atrevo a afirmar que
posiblemente la misma película pero al revés. Con toda una segunda parte para
volcarse sobre España prescindiendo de su rigor defensivo, es muy probable que
a Holanda también se le hubieran visto sus costuras. Y aunque eso nunca lo
sabremos sería bueno que alguien convenciera de ello a nuestros jugadores. Es
solo un apunte.
Como también lo es el accidente de Casillas en el gol que le regaló a Van Persie. O que el árbitro no
señalara la falta que le hizo el mismo en el segundo gol encajado. Tanto el dos
a cero que no fue como estos últimos son de esos detalles que marcan el
desarrollo de un partido. Ni Robben
es Messi ni Blind Roberto Carlos, no nos engañemos. Son buenos jugadores, sin
duda, pero salvando al delantero centro reseñado, que es un grandísimo
goleador, ninguno de ellos optará al balón de oro nunca. Así como tampoco
nuestra selección es tan mala como ahora dicen algunos. No es la de hace cuatro
años, claro está, porque el tiempo pasa para todos; pero sigue siendo un
magnífico equipo que ojalá podamos disfrutarlo aún en este Mundial. Otra cosa
es que, además, varios jugadores que deberían ser claves no han llegado en la
forma idónea a esta competición. Pero ni ellos ni seguramente quienes podrían
sustituirles. Y tal vez alguno que sí lo
podía haber hecho no ha ido por lesión.
Vamos a ver, Casillas lleva un año jugando
poco y con ciertos pájaros personales en la cabeza que influyen hasta en su
semblante habitual. Y eso no es bueno. Xavi
tiene el mismo fútbol excelente de siempre en su cabeza pero ya no en sus
piernas, como Xabi. Y eso se nota
mucho. Piqué está lento y ha perdido
la capacidad de anticipación que siempre ha lucido. Y eso produce un roto en el
centro de la defensa por donde se pierde también Ramos. Cuando se notan esas cosas uno se acuerda de Valdés, Thiago y Pujol, por
decir imponderables. Porque ahora no vale aquello que pienso, como dije, de que
Diego López es el portero español
más en forma en este momento. Como también sería oportunista decir que Javi Martínez es quien debería haber
jugado junto a Ramos, o en el medio campo en lugar de Busquets, que ha jugado a medio gas casi toda la temporada; y que Azpilicueta no tiene el nivel exigible
para ser titular en este equipo estando Juanfran
en el banquillo o Carvajal de
vacaciones. Sería, en todo caso, un suplente para una emergencia por su
polivalencia en los dos laterales.
De la misma forma que sería discutible
afirmar, como hago, que con el navarro, los dos centrales y los dos medios
centros, España juega con cinco defensas y eso se me antoja demasiado rácano
para un equipo con la capacidad de juego de España. Ni pusimos por ello al
interior que en un momento es delantero centro y que ayuda mucho a Xavi e Iniesta, caso de Cesc, o a un extremo goleador que ayudara al trabajo destajista de Costa, como es Pedro, o a incluso Torres
por detrás. Discutible porque cada cual tenemos nuestra idea de fútbol.
Y acabo por donde empecé porque le supongo a Del Bosque infinitamente
más conocimientos de fútbol y de los seleccionables que podamos tener muchos.
El cinco a uno es más escandaloso que reflejo de lo que fue el partido. Un
escándalo que ayuda a obnubilar las mentes de demasiados que ya ven a España
como un pelele rodeado de gigantes futbolísticos. Y no es así ni por asomo. Como
ejemplo el fracaso que pudo sufrir la favorita Brasil de no mediar un mal árbitro. Los chicos del ínclito Scolari, salvo destellos de Neymar, hicieron un partido penoso. Y
Croacia no es Holanda.
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