Aunque es un juego, el
fútbol tiene sus reglas no escritas y suele ser previsible, al margen del azar
y de las genialidades. En semanas pasadas hemos tratado de bajar a sus
orígenes: cuando los críos juegan a la pelota sin nadie que los pastoree. Y,
decíamos, que lo primero es que alguien vertebre al equipo desde el centro del
campo; el que lo hace fácil y desde ahí hace posible el mejor fútbol de sus
compañeros. Todo lo demás son cuentos.
Que si las figuras merengues
están en crisis o tiene la culpa la mano blanda del técnico, o, como en
aquellas ocasiones ‘mourinheras’ felizmente superadas, los malos eran los
árbitros influenciados por el llamado ‘villarato’. Pero es más sencillo. En el fútbol es básico
quien juega a uno o dos toques y sabe dónde ponerla antes de que le llegue.
Esos privilegiados tienen permanentemente la posición de los jugadores en su
cabeza y, además, saben jugar con los tiempos, el resultado, las virtudes
propias y las flaquezas ajenas. Se trata del cerebro del equipo y suele ocupar
el centro del medio campo.
Pues bien, desde que se marchó
Alonso, el Real Madrid está huérfano
de una figura tan fundamental. Lo ha podido ser Illarra, que lo ficharon para ese papel, pero la falta de confianza
de Ancelotti en sus posibilidades,
sobre todo tras un mal partido el año pasado en Alemania, y de ir dándole
minutos fuera de su sitio, como volante,
le han diluido. También es cierto que ya su juego equilibrante en la Real
Sociedad y en la selección sub 21 española no era tan claro como la de su
paisano Xabi, porque conduce más el balón e incluso tiene más llegada, pero ese
dinamismo le resta capacidad de juego en largo y del rigor táctico defensivo
del ahora jugador del Bayern, aparte de ir peor por arriba. Y, para empeorar el
asunto, no parece que el recién incorporado Lucas Silva sea el cinco que los merengues precisan.
De Kroos venimos comentando que su enorme calidad le permite jugar
bien en cualquier sitio, pero en el medio centro se precisan otras cualidades:
meter la pierna fuerte, jugar entre los centrales, etc., cuando se enfrentan a equipos de
exigencia. Y con Ramos detrás y Modric a su vera se ha disimula algo su
debilidad, pero ni Pepe ni Varanne están a la altura del
sevillano, ni los otros medios madridistas ocupan los espacios del
balcánico. En fin, que se les agudiza
una carencia fundamental hasta el punto de poner en riesgo la temporada.
Parecen aburridos de jugar, y realmente aburren. Un detalle: hace poco lidiaron
en liga en Getafe y apenas hubo medio graderío ocupado. Penoso.
El otro día le vi a Xabi
Alonso un recital contra el Hannover de cómo se juega en su sitio, y hasta se
permitió el lujo de marcar un gol de falta. Por cierto,
¿cuánto tiempo hace que Cristiano no
convierte un golpe franco? ¿Y dónde anida sus ausencias Benzema o hacia dónde galopa Bale?
Porque esa es otra, la falta de gol es una losa que les atenaza, impidiendo
jugar con la calma necesaria para intentar un buen fútbol. Mal asunto en un
equipo diseñado para ganarlo todo, desde el dineral gastado en su confección.
Para su desgracia y la del
Real, Ancelotti tiene mucha tela que cortar ahora que llegamos al tramo decisivo
de las competiciones, sintiendo como cuchillos el vaho del presidente y sus
palafreneros en la nuca. Malos tiempos en ciernes para el técnico italiano y el
club del Bernabéu, si finalmente la impaciencia agosta su destino.
El Barça sí cuenta con dos
medios centros adecuados, Busquets y
el comodín Mascherano, y sigue a lo
suyo. No lo tuvo fácil Luis Enrique para
mantener las rotaciones y encajar al trío de lujo que baraja en sus puntas. Y
tampoco le habrá sido fácil tragar con la larga mano de Messi en la realidad blaugrana. Un hombre de su carácter dará un
portazo si ha de continuar dirigiendo con mano blanda, como le achacan al
transalpino Carletto.
Conociendo la idiosincrasia
culé, tampoco tiene un futuro claro si no gana
al menos dos de las tres competiciones a las que aspira, el pastizal que
también han gastado así lo demanda. Porque se lo exigirán si Neymar, Suárez y el inigualable Messi siguen enchufándola. Y lo pueden
ganar todo. De momento es líder merecido por la citada debilidad blanca, pero
ya veremos.
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