Ahora
que la liga parece haber cogido ya su velocidad de crucero se está revolviendo
el gallinero en los clubes más
significativos. En el Barsa se calmaron un poco por la excelente marcha del
equipo, pero sólo hasta que Laporta
y sus cuates se decidan a asomar de nuevo las patitas. Tenían ya las navajas
cachicuernas preparadas, como diría el gran Luis María Ansón, para asaltar la diligencia blaugrana si el
sustituto de Guardiola hubiera
desbarrado en el inicio de su andadura. Se trataba de darle una patada a Rosell en el culo de Tito Vilanova, para ir socavando su
presidencia y volver a las andadas. El fracasado político ha sentido el frío
que hace fuera del palco del Nou Camp para sus ambiciones y chanchullos varios.
El
problema es que de momento sabe que calladito está más guapo no sea que el
sustituto emule o supere a su maestro y predecesor y le salga con una liga, un
doblete o hasta un triplete. Que todo puede ser una vez que disponga de toda su
plantilla en condiciones. Hay que reconocer que a los culés parece que les
echaron mal de ojo con las lesiones y enfermedades a partir de la temporada
pasada. ¡Qué plaga! No me quiero imaginar, aunque lo intuyo, cómo se hubiera
puesto el de la acera de enfrente – no me refiero a nada sexual- si le hubiese
pasado lo mismo o parecido. Y encima sin creer en la cantera. Hubiera tenido D. Tancredo que echarse mano al moquero
y a la cartera para remediar los llantos y
fichar a diestro y siniestro con el fin de que ‘su enésimo proyecto’
llegase a algún puerto presentable.
Pero
bueno, habrá que esperar a las inmediatas elecciones catalanas para ver cómo
resulta la huida al monte del cada vez menos honorable president Mas y las necesidades que tenga de
echar mano de su apéndice futbolístico más inmediato. Me temo que el nenRosell
le pondrá en bandeja todas las armas y bagajes blaugranas para mayor gloria del
independentismo irredento convergente, no sea que venga Laporta ofreciéndolas
si él volviera al palco del Barsa en olor de multitudes ‘esteladas’. Que para
eso y cualquier tontuna política de lo más variopinta sí que vale el hombrecito
precursor del Elefante Azul. Ridículos manifiestos incluidos.
Son
las servidumbres de ‘enmierdar’ el fútbol con la política rebajándolo a
categoría de vil servilleta de papel de usar y tirar puesta en manos del primer
‘mindundi’ que llegue o que aspire a llegar a mandamás de mandamases.
Por
el Madrid ya dijimos la semana pasada que las aguas bajan cada vez más turbias
para el clan portugués. Cada vez se suman más remeros al bajel blanco moviendo
las palas contracorriente de Mourinho.
Y es que las facturas que origina la soberbia narcisista se pagan y sus plazos
son inaplazables. Demasiados muertos tiene ya en su armario para andar de
rositas. El último ha sido Valdano,
quien le ha mandado un par de bofetadas alabando, justamente, el trabajo de
PepGuardiola en el Barsa.
La
otra semana fue Sanchís, quien dijo
que él hubiese contado con el canterano Casado
para el lateral izquierdo cuando hubo necesidad. Y más atrás Guti, quien reivindicaba el papel de la
cantera en el primer equipo y criticando el fichaje de Modric o Essien largando a
Granero, siendo, en su
opinión y en la de muchos, mejor jugador y más valioso para el fútbol que
pretende desarrollar el Madrid con Xabi
Alonso y Ramos de distribuidores
de juego a gran distancia. Y me temo que esa carrera ya es imparable.
En
cuanto haya un par de resultados adversos, que son muy posibles por el camino que van, se escuchará ruidos de sables en el propio
vestuario con los internacionales españoles de abanderados, hartos de los
príncipes portugueses y sus complejos de superioridad cuando ellos son
campeones de todo con el Madrid. Y de Europa, dos veces, y del Mundo con
España. A ver cuándo podrán soñar los lusos con tal historial. ¡Que ya manda huevos
tanta estrellita acharolada!
Desde
fuera también les tienen muchas ganas todos aquellos blancos de verdad que se
han visto ninguneados con la etiqueta de falsos madridistas si en alguna
ocasión han osado hacer algún asomo de crítica a sus planteamientos o
actitudes. ¿Que por qué no?
Y,
además, me temo que D. Florentino ya
se está mesando la barba con la cuchilla capadora. Se juega demasiado, como
dijimos.
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