Al choché derivado
de chocho del verbo chochear. Porque mi admirado y el de millones de
futboleros, Edson Arantes do Nascimento,
‘Pelé’, parece que chochea.
La
admiración general como futbolista nos la produjo viéndole jugar en su exitoso
Mundial de 1970 en México, ya con treinta años,
tras el fiasco que supuso el del 66 en Inglaterra porque fueron a por él hasta que
lo lesionaron entre el búlgaro Zhechev
y el portugués Morais, y también porque a
lo largo de los años fue coherente. Pero ahora, en una entrevista en Brasil, aseguró que Maradona era mucho mejor que Messi.
Y dicho así es respetable porque debe saber de esto infinitamente más que la
mayoría y para gustos están los colores. Lo malo fueron los adornos, que diría Juncal: argumenta que el actual
barcelonista, en comparación con el anterior, solo tiene un regate y una pierna
y no va bien de cabeza. Es decir, justos los mismos defectos que achacó trece
años antes a Maradona, en enero de 2005, en una entrevista en España.
Entonces
respondía al ‘Pelusa’ por bocazas y
engreído, pero ahora Pelé debe estar choché, aunque sea prematuro a sus 78
años. Una inmensa pena por el referente mundial que representa y porque nunca
fue tan contradictorio.
Al margen de
gustos, los números y las estadísticas son concluyentes. Maradona marcó 352
goles en una carrera de 692 partidos oficiales, a un promedio de medio gol por
partido, y Messi lleva 631 en 779 a un promedio de 0,81 goles por encuentro,
usando la izquierda en ocho de cada diez dianas como hizo su ahora ajado
compatriota. Y en cuanto a títulos individuales y colectivos la comparación es
infinitamente favorable a ‘La Pulga’, aunque le falte un Mundial, como al
tercer argentino prodigioso: don Alfredo
Di Stéfano.
Citamos a la
Saeta Rubia porque Pelé amplía su afirmación señalando a otros y a él lo
ignora. Muchos también preferimos los grandes futbolistas que utilizan más del
tercio de campo que pisa Messi, idéntico al de Maradona y cercano al del mismo
Pelé: desde el centro del campo hacia la línea de gol contraria, escorados
normalmente a una banda los dos argentinos y más centrado el brasileño. Por
ejemplo a Cruyff, que pisaba dos
tercios, desde su línea de medios a la línea de gol contraria por cualquier
lado, y sobre todos a Di Stéfano, que iba de un área a otra en la misma jugada,
dándose casos de verle defender un córner de cabeza en la suya y rematar a gol
el contraataque subsiguiente en la contraria. Un auténtico todocampista con el
gol, la rapidez y el liderazgo por banderas. Don Alfredo fue el futbolista más
completo. El propio Pelé lo reiteraba hace años. No sé si ahora, por su
prematura chochez, lo olvida.
En todo
caso, es ocioso dogmatizar en el fútbol y señalar a nadie como el mejor de la
historia estableciendo comparaciones individuales porque las épocas y
condiciones competitivas son diferentes. La velocidad a la que se juega ahora
es superior a la de entonces, así como las facultades atléticas que priman y el
mimo a los profesionales por parte de técnicos y sanitarios, pero también es
verdad que los antiguos terrenos de juego estaban mucho peor que los de ahora, los
balones eran más rústicos y los árbitros cuidaban menos a las figuras; para
echar a un jugador poco menos que debía romper alguna pierna. Tampoco los
intereses económicos son los mismos ni los medios de comunicación analizaban tan
al detalle ni los árbitros tenían tantas ayudas, cuestiones que influyen más de
lo que parece. Como en la agricultura, cada cañada tiene su añada y cada tiempo
su fruto.
Lo
indiscutible es que Maradona y Messi están tan en la historia como Pelé y los
citados, aunque algunos pensemos lo contrario de ‘O Rey’. Que vea, si no, el
partido de don Leo el sábado en Cornellá; una enciclopedia de fútbol, hasta
bajando a recuperar balones perdidos, con un Barça extraordinario a sus
órdenes. Tomen nota algunos figurines que nombramos a menudo.
Y apunten
los merengues a Löw como su próximo
técnico, Y esta fecha, prenavidad de 2018.
MELÉ
Todos empujándose
por tomar decisiones alrededor de una ruina: el consejo, los de la plataforma,
el máximo accionista, el mexicano, el TAS, la Federación, los administradores
concursales y alguien piensa que hasta
golfos desde fuera. ¿Quién manda en el Murcia?
Parece que
todos y nadie. Mal asunto.
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