Vivimos
un agosto de calma chica sobre avieso fondo apurando los últimos rescoldos
veraniegos mientras oteamos en el horizonte, de tanto amenazar tantos, las
llamaradas del fuego que arrasarán España
en otoño. Sólo nuestro extraordinario carácter optimista genérico
español, y aquí entramos todos pésele a
quien le pese, explica la tregua solazada que nos hemos dado.
Esto
se parece cada vez más, con perdón, a una casa de escuálidos putos sin amo.
De la aldea catalana a la campa vasca
Mientras
en el continente avanza la tesis de
unión fiscal y financiera para salvar la todavía imberbe Unión Europea, en
Cataluña, a través de la cada vez menos honorable presidencia de la Generalitat
– declive que se agudizó con el tripartito de Montilla-, amenazan con echarse al monte con tambores de referéndum
independentista para crear una Agencia Tributaria propia como germen del futuro
estado catalán. Mientras las ubres españolas den buena leche se trata de
enarbolar la bandera del victimismo para poder mamar de algún pezón más, pero
cuando amenaza sequía desempolvamos las proclamas más rancias alumbrando excursiónes
a no se sabe dónde.
Llevan
razón los catalanes en algunas de sus reivindicaciones respecto al despilfarro
español en cuestiones variopintas, y a su contribución solidaria muchas veces mal entendida y peor
administrada desde Madrid, incluso cuando se refieren a algunos territorios y
mamandurrias concretas, pero la pierden desvariando- ¡qué pena!- en lugar de
contribuir desde dentro a solucionarlo.Cómo se echan de menos aquellos políticos catalanes serios que ayudaron a
embridar la democracia española.
Qué
mérito tienen cuantísimos vascos tirando para adelante con lo que les rodea. Ya
en las instituciones gracia a Zapatero
y sus mariachis y ‘mariachas’, la desdichada plaga bíblica que sufrimos, ahora
tratan los separatistas vascos de
apresurar la recogida de nueces en las próximas elecciones esperando ‘enrailar’ la locomotora que definitivamente les aleje de
la ‘puta España’. Exclamación
generalizada entre esos supuestos demócratas ‘matones’ de ideario marxista
leninista y de los incautos que les hacen la ola, amenazando a unos chavales que festejen algo
español.
Ya
veríamos cómo se las arreglarían si consiguieran la independencia los que
permanecieron agarrados a los fueros y en las iglesias a las sotanas de los
curas y obispos vascos – muchos del PNV y asimilados- mientras que los cobardes
‘gudaris de pistola y capucha’ crecían en las sacristías y los prados
adyacentes. Quizás habría ‘campas de
reeducación’ y exilios, cuando no cementerios, en lo que tienen bastante
experienciasus similares y ellos mismos. Algunos pensamos en la huelga
definitiva de vida que asestaron a centenares de inocentes cuando muchos
verdugos y algún ideólogo se rebozan en
una oportunista holgazanería de hambre. ¡Lástima de hijos!
El tontarra de Marinaleda
Éramos
pocos y parió la burra. Ahora resulta que la
crisis se arregla asaltando supermercados.
Cuando se deja crecer la tontuna
irresponsable pasan estas cosas. Pero vamos a ver, camarada Gordillo y corifeos, ¿si no fueran una administración
municipal subvencionada con el dinero de los demás – que se esfuerzan
mayoritariamente sin chupar de nadie- creen que podría subsistir ese
fantasmagórico invento del paraíso comunista de su pueblo?¿No tuvieron bastante
con la Europa soviética y los ejemplos actuales de Cuba y Corea del Norte? Aprovechados
siempre de la dejadez política de nuestros gobernantes, estos rojillos de
pacotilla niegan que asaltar la propiedad ajena es de simples chorizos. Ahora se
autodenominan “izquierda soberana e independentista andaluza” ¡Manda ‘cohones’!
Muchos españoles que no han vivido nunca del estado – el señorito alcalde lleva
casi treinta años mamando pezón ajeno- llegan a duras penas a final de mes sin
robarle a nadie, e incluso ayudando a otros.
Las taifas españolas
En
la agujereada Iberia plurinacional en la que se ha convertido España, andan los
palacios de gobierno revueltos tratando de asegurar los máximos votos cautivos.
Un dirigente ‘genovita’ confesaba que si
desmantelaban la red clientelar de las autonomías – la de los enchufados a
mogollón- ¿quién iba a traer los votos en las próximas elecciones? Igual dirían
en Ferraz. Pues en eso están todos, tratando de aminorar los recortes propios y
de salvar las cajas de percusión y las
administraciones paralelas creadas para mayor gloria de los mandamases y el
trinque de los padrinos respectivos; que también hay pesebres para los que
lubrican por arriba. Mientras, tienen a muchos funcionarios revisando papeles a
discreción para ver cómo meterle mano a los contribuyentes que hayan hecho algo
en los últimos años y se hayan podido escapar de alguna ‘pagamenta’. Les valen
hasta casos que saben prescritos para cazar despistados.
El gobierno que nos mal lleva y la
oposición que nos quebró
El
gobierno trata con más ideas ajenas que propias de salvar la situación como
sea. Multitud de pequeños empresarios intentan soslayar el disparate del nuevo
IVA de primeros de septiembre que no tenían en sus previsiones anuales. Ni ellos pueden
asumir incrementos de hasta trece puntos, por ejemplo, ni sus clientes
soportarlos. Lo fácil será pasarse a la economía sumergida y a las trampas
fiscales para evitar la ruina. ¿No lo han pensado ‘sus lumbreras’? Muchos
ministros han entrado en las convulsiones que preceden al colapso final, con la
mansedumbre cómplice de Rajoy.
Por
otro lado, en el PSOE soplan y chupan al
mismo tiempo, en un ejercicio imposible de mostrarse como alternativa de
gobierno cuando hace todavía poco hicieron a tantos carne de comedor social.
Los paganos de siempre
Y
mientras nuestros mantenidos se afanan en salvar sus muebles, ¿piensa alguien
de verdad en quienes pagamos con nuestros impuestos la teta del disparatado
tinglado en el que se columpian los que maman, mamaron y mamaránsi no desertamos antes? Como en el famoso chiste del añorado Eugenio: “ Sí,
sí, pero…¿hay alguien más?”. En quien confiar, claro.
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